Con el objetivo planteado, resulta fundamental estudiar con una mayor concreción científica y considerando las especificidades de cada isla, e incluso descendiendo a una escala local, los riesgos climáticos. La evaluación de estos elementos supone una valiosa herramienta de aproximación frente a los retos que han de enfrentar los municipios canarios.

A la hora de realizar una aproximación general de los potenciales impactos del cambio climático sobre la morfología y ocupación del territorio, se ha tomado como punto de partida la Evaluación preliminar de la vulnerabilidad ante el cambio climático en las Islas Canarias (Gobierno de Canarias-Proyecto Clima Impacto). Esta se complementará con el estudio de los potenciales impactos elaborados por cada área temática en esta Guía y localizados en cada una de ellas:

Figura 78 Esquema explicativo entre amenazas, impactos, exposición, vulnerabilidad e impactos.  Fuente: elaboración propia a partir de las definiciones del IPCC.

La presente Guía ha analizado los diferentes impactos que podrán afectar desde la perspectiva de cada área temática y que, además, deberán considerarse con objetivo de obtener una visión sistémica del territorio y su funcionamiento en conjunto. Los principales impactos físicos causados por el cambio en las condiciones climáticas a nivel global y en el archipiélago en particular, que podrán incidir en la morfología y modelo de ocupación del territorio, son los expuestos en la anterior tabla, sin embargo, por su especial incidencia a la hora de plantear la ordenación estructural municipal, destacan los siguientes:

Aumento de las temperaturas

El aumento de las temperaturas es una circunstancia que ya estamos experimentando en la actualidad. Este fenómeno afectará a los ecosistemas y agrosistemas incrementando el estrés ambiental que soportan con el riesgo de que muchos de ellos no sean capaces de adaptarse.

Las cada vez más frecuentes olas de calor, en los entornos urbanos agravarán el efecto de isla de calor (Urban Heat Island UHI), el cual se define como el exceso de temperatura observada en un área urbana en comparación con su entorno cercano.

Este hecho, se empeorará derivado del aumento previsto de las temperaturas, y será mayor en núcleos con una gran actividad, por el volumen de calor emitido por las diferentes actividades humanas (tráfico, refrigeración, maquinaria, producción domestica o industrial, etc.) agravándose cuanto mayor es la densidad y peor es la calidad del aire. Este efecto disminuye con el influjo de brisas marinas cercanas a la costa, y con el control del régimen de vientos en los patrones de ventilación urbana. Asimismo, influyen de manera determinante en la permeabilidad del suelo (y la capacidad de absorción y retención de escorrentías superficiales, y la captura de carbono) la presencia y tipo de vegetación, el albedo de las superficies, etc.

También cabe distinguir la vulnerabilidad que padecen los ecosistemas, y en general, la biodiversidad única a nivel mundial, corriendo el riesgo de deterioro e incluso la pérdida irremediable de bienes, funciones y servicios ecosistémicos esenciales.

De la misma forma puede producirse una pérdida de la biodiversidad agraria, aumentando la vulnerabilidad de la soberanía y de la seguridad alimentaria en virtud de las previsiones en cuanto a la disminución de las precipitaciones, el aumento de la temperatura y de los impactos asociados a estas variaciones. El riesgo de desertificación del suelo agrícola sin actividad podría favorecer el aumento de la frecuencia e intensidad de los incendios en Canarias.

El exceso de calor condicionará también las actividades que se desarrollan en el territorio como son la agricultura, el turismo, las actividades laborales de diversos ámbitos, en especial aquellas que se desarrollan ala aire libre, etc.

Exposición a la subida del nivel del mar y el oleaje

En la literatura científica consultada sobre los posibles efectos del cambio climático en los distintos elementos del litoral, se pone en evidencia que, por ejemplo, pequeños cambios en los parámetros que definen el oleaje incidente en la costa, así como el posible aumento del nivel medio, pueden acarrear importantes consecuencias en la zona costera.

De cara al futuro se considera que la mayor parte de la elevación del nivel del mar se originará por el calentamiento y expansión térmica de las aguas superficiales del océano. Además, también es de esperar un incremento en la intensidad y probabilidad de temporales marinos en las costas, localizados cada vez más cercanos al sur de las islas Canarias.

Por ello es fundamental ampliar el conocimiento de todos estos procesos para enfrentarlos y proponer medidas de adaptación y gestión de los mismos. En el contexto actual, se pone de manifiesto la posibilidad de un aumento considerable de los procesos erosivos en la costa con las variaciones que el cambio climático actual está causando.

De los análisis realizados (Impactos, vulnerabilidad y adaptación al cambio climático en el sector turístico elaborado por el Ministerio de Agricultura, alimentación y Medio Ambiente en el año 2016) se puede concluir que los principales impactos que afectarán a nuestras costas son el aumento del nivel del mar, el oleaje, y el aumento de la temperatura del océano.

En los estudios recogidos en los modelos del IPCC se prevén retrocesos en las playas de Canarias en torno a los 3 metros en 2040, y una subida de la cota de inundación en el litoral de un 6% en el sur-sureste de las islas. Este hecho afectará a los núcleos urbanos situados en el litoral, edificaciones, playas, infraestructuras portuarias y población expuesta, además de su incidencia sobre la actividad turística por la desaparición de playas, así como los posibles daños en la infraestructura turística canaria.

Este hecho también tendrá previsibles impactos en los bienes culturales por la erosión marina o la subida del nivel de mar. El desarrollo turístico y la excesiva artificialización del litoral lo han convertido en zona altamente vulnerable y expuesta a los impactos del cambio climático. Asimismo, los fondos marinos están amenazados por la subida de las temperaturas del océano y la acidificación que provoca la pérdida de muchas especies subacuáticas.

Los núcleos costeros, son espacios urbanos especialmente vulnerables, en primer lugar por la elevada dependencia de suministros de recursos externos, agua, energía, etc. y, en segundo lugar, por la mayor cantidad de infraestructuras y población expuesta, más aún en episodios climáticos extremos y sus efectos sobre el ámbito marino y terrestre (ver EU.2.2 Línea 2: Adaptación del modelo de ciudad frente a los efectos del cambio climático).

Los diferentes estudios que se han realizado, entre otros el Estudio de Inundabilidad sobre la Influencia del Cambio Climático en las costas de Fuerteventura, estiman que los municipios costeros costeros se verán afectados por un retroceso en la línea de costa y un crecimiento medio del nivel del mar, que se sumará al crecimiento en la altura de la ola, derivados de los estudios de oleaje realizados. Este hecho se agravará en las situaciones de fenómenos meterológicoa adversos.

Según las investigaciones elaboradas por el Consejo Insular de Aguas sobre los mapas de peligrosidad y de riesgo de inundación en las islas, se desprende que existen numerosas zonas con riesgo potencial de inundación en áreas costeras por subida del nivel del mar, en concreto 155 Arpsis de tipo marino. Sin embargo, estos mapas son insuficientes a la hora de analizar los posibles riesgos y exposición de los suelos urbanizables o rústicos, puesto que sus previsiones se constriñen únicamente a las zonas urbanas.

Partiendo de las conclusiones de la Evaluación Preliminar de la Vulnerabilidad ante el Cambio Climático en las Islas Canarias, se prevé de forma general que incremente la vulnerabilidad de la población, de las actividades sociales, económicas y del espacio construido en el litoral debido al riesgo de inundaciones costeras por embates marinos y por el ascenso del nivel medio del mar propiciado por el cambio climático.

Figura 79 Proyección de cómo incidiría la subida del nivel del mar en las dunas de Maspalomas.                                 Fuente: Artículo de Canarias 7, “Un lago en las dunas y brezos en el Teide”.

Los estudios apuntan a que es “probable” que el nivel del mar aumente en un rango de cinco a diez centímetros en la próxima década, mientras que el ascenso progresivo, a lo largo del próximo siglo, se puede aproximar al metro. El incremento de las emisiones acelera el deshielo en los extremos del planeta, eleva el nivel del mar y, a su vez, la temperatura del agua.

El análisis de las zonas inundables por exposición a la subida del nivel del mar, así como por la incidencia de los temporales costeros, será imprescindible a la hora de realizar la elección de los suelos y el establecimiento de los usos posibles en la ordenación, a fin de evitar los posibles riesgos que el retroceso de la línea de costa o la exposición a oleaje pudiesen entrañar. Por tanto, se deberá analizar, tanto para los núcleos de población e infraestructuras, como para los suelos de crecimiento.

Para ello sería necesario disponer del análisis de la costa al completo, puesto que también este fenómeno ejerce afección sobre los suelos agrícolas y los ecosistemas costeros, y las infraestructuras de transporte y comunicaciones.

Figura 80 Datos del Sistema de alerta temprana de Garachico (Tenerife) durante la tormenta “Epsilon”. Fuente: Instituto de Hidráulica Ambiental de la Universidad de Cantabria.

Exposición a inundación por avenidas

El incremento en intensidad y frecuencia de las precipitaciones de lluvia estimado a consecuencia del cambio climático hace que algunas cuencas, valles, laderas, cauces de barrancos, llanuras, etc. puedan sufrir los efectos de grandes avenidas de agua, formadas de manera rápida con gran caudal y velocidad que suelen arrastrar además barro, grava y restos de vegetación y agrícolas, etc. A su paso por las áreas urbanizadas la población, las edificaciones e infraestructuras y las actividades que en ellas se desarrollan pueden verse expuestas a inundaciones por avenidas en distintos grados. Estas inundaciones pueden cobrar distintas formas, inundación repentina con poco tiempo de respuesta, inundaciones urbanas con sistemas de alcantarillado inadecuados que se sobrecargan y las inundaciones costeras en las que se suma el efecto intermareal, y, en ocasiones los fenómenos costeros adversos.

DATO INFORMATIVO: En los últimos años ha quedado evidenciada la vulnerabilidad del territorio ante inundaciones provocadas por fenómenos meteorológicos, siendo ejemplo de ello el aumento del número de tormentas tropicales en las proximidades del Archipiélago, debido principalmente al calentamiento del agua del océano, suponiendo una fuente energética que retroalimenta formaciones de huracanes y tormentas.

Figura 81 Efectos de las tormentas Delta (2005) y Leslie (2018) en Tenerife. Fuente: Periódico ABC. 

Ya se ha mencionado que, hoy por hoy, Canarias cuenta con la delimitación de áreas en las que existe un Riesgo Potencial Significativo de Inundación (en adelante ARPSIs), en el que se identifica la peligrosidad y el riesgo de inundación costera y fluvial en zonas urbanas. Resulta necesario destacar que los cálculos de dicho estudio tienen carácter de aproximación general para estimar las inundaciones sobre el espacio construido, resultando preciso concretar el grado exposición desde una óptica más pormenorizada, especialmente en los suelos que en la actualidad son susceptibles de urbanizar. En este sentido parece necesario conocer los cauces urbanos significativamente vulnerables a este efecto para plantear intervenciones urbanas acordes.

El riesgo de inundación de un territorio se mide en términos del período de retorno de los eventos de inundación y de la capacidad destructiva de la misma y/o el riesgo que suponen para la seguridad de las personas. En este sentido será necesario, para el cálculo de los mismos, contemplar las proyecciones climáticas a la hora de realizar los cálculos relativos al mismo.

Con respecto al riesgo de inundación pluvial, hoy por hoy es evidente en los núcleos urbanos que se encuentran en los márgenes de los barrancos, en las ciudades y en los pueblos con un elevado porcentaje de infraestructura gris. Esta vulnerabilidad se verá amplificada por el aumento de la frecuencia de las precipitaciones extremas (nivel de confianza alta).

Exposición a incendios forestales

También se destaca el riesgo frente a grandes incendios forestales, principalmente en las islas con una mayor masa boscosa, que debido al cambio de las características climáticas (aumento de temperatura y de los episodios con fuertes vientos, disminución de las precipitaciones…) ha alterado los regímenes de fuegos forestales.

Estos grandes incendios forestales no solo comprometerán la supervivencia de las masas boscosas de las islas, sino que también pueden repercutir en los entornos urbanos y rurales.

DATO INFORMATIVO: El catastrófico incendio que asoló la isla de Gran Canaria en agosto de 2019, uno de los más devastadores en España durante ese año. Aproximadamente 10.000 personas de 10 de municipios de la isla tuvieron que ser evacuadas de sus residencias, siendo una muestra de la magnitud destructiva de los efectos del cambio climático, suponiendo un reto a la hora de coordinar los servicios de protección civil y de reubicar a la ciudadanía en lugares seguros.

Figura 82. Delimitación del gran incendio forestal de 2019 de Gran Canaria. Fuente: Artículo: Severidad y posterior recuperación de la vegetación afectada por el incendio forestal de Gran Canaria de 2019 a través de datos Sentinel-2. Disponible en: www.nosolosig.com

Figura 83. Incendio forestal de Gran Canaria en agosto de 2019, próximo al núcleo urbano de Tejeda, retroalimentado por las altas temperaturas, la baja humedad y por las rachas de fuertes vientos. Fuente: El País.

A este respecto, será necesario tener en cuenta los perímetros colindantes de los núcleos de población, así como los suelos de desarrollo, con las grandes masas forestales. Esto se hace pertinente ya que las zonas urbanas rodeadas de bosque tienen un mayor riesgo de estar afectadas por incendios forestales, además, el uso urbano en zonas forestales aumenta la probabilidad de que se produzcan incendios.

Considerando los estudios territoriales existentes a nivel autonómico cabe señalar el proyecto RIESGOMAP, que zonifica las áreas con potencial a padecer algún tipo de riesgo natural como es el caso de los incendios forestales. Sería conveniente actualizar dicha información contemplando las variaciones derivadas por el cambio climático en Canarias.

Figura 84 Mapa de riesgos de incendios forestales. Fuente: IDE Canarias

Exposición a desprendimientos y deslizamientos

El riesgo de desprendimientos y/o deslizamientos (dinámica de laderas), se verá incrementado por los efectos directos del cambio climático, elevándose por el inadecuado mantenimiento del entorno de las infraestructuras que han modificado el perfil natural del terreno.

Figura 85 Derrumbe de un acantilado en Valle Hermoso (La Gomera) en noviembre de 2020, afectando a varios vehículos y caravanas. Fuente: Diario de Avisos

Será necesario tener en cuenta los núcleos de población e infraestructuras expuestas a este tipo de impactos, así como contemplar este riesgo a la hora de plantear nuevos de desarrollos y los distintos usos y actividades en el territorio.

Otros riesgos naturales

Será también conveniente fijar la mirada en la posibilidad de otros eventos naturales catastróficos a la hora de establecer los nuevos desarrollos cuya valoración puede servir para aprobar o descartar un área de suelo. Para determinar la magnitud del fenómeno han de consultarse los mapas de riesgo homologados para el territorio (riesgo sísmico, vientos máximos, riesgos vulcanológicos, etc.).

Claves para identificar los riesgos y vulnerabilidades

Ante la incertidumbre de las proyecciones futuras, resultará necesario investigar científicamente y de forma pormenorizada los impactos del cambio climático en las Islas Canarias y, especialmente, a nivel local, por lo que será imprescindible el impulso y la utilización de las nuevas tecnologías y sistemas inteligentes con el propósito de tomar las decisiones oportunas con antelación y equidad, reduciendo la vulnerabilidad territorial de forma holística y transversal.

Considerando el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres, para el Horizonte 2030 se estudiará con mayor detenimiento el riesgo de desastres vinculados al cambio climático con el propósito de incrementar la resiliencia del territorio, siendo necesario abordarlo partiendo de las características propias de cada isla y cada localidad.

Figura 86 Resumen metas línea de análisis Territorio y sociedad vulnerables a los efectos del cambio climático. Fuente: Elaboración propia.

META

 Identificar los riesgos y vulnerabilidades a través de una visión sistémica con el propósito de adquirir un mejor conocimieto que permita tomar las decisiones oportunas con antelación y equidad, reduciendo la vulnerabilidad territorial de forma holística y transversal.

El mejor conocimiento del territorio y de sus procesos, así como del clima y sus proyecciones a nivel local, suponen las bases para la incorporación de acciones operativas frente al cambio climático que permitirán actuar sobre el conocimiento científico y la responsabilidad multidisciplinar.

Una vez identificados los posibles impactos, se requiere una aproximación a las vulnerabilidades del lugar, observando todos los elementos que pudiesen incidir en ellas, ya sean físicos, sociales o culturales. En primer lugar habrá que determinar el grado de exposición a los riesgos naturales que, en función del grado de vulnerabilidad ante la amenaza, determinará el impacto a prevenir o reducir mediante la adaptación. En segundo lugar, será necesario detectar las vulnerabilidades originadas por elementos condicionantes como pueden ser su localización, extensión, morfología, u otros factores limitantes metabólicos, de movilidad, técnicos, jurídicos, la necesidad de preservar valores naturales o culturales y que pudiesen condicionar la capacidad de adaptación o el tipo de medidas a adoptar. Por último, es necesario analizar las vulnerabilidades de la sociedad que los habita o que tiene su medio de vida en ese entorno o los alrededores, de manera que la adopción de las medidas suponga una mejora en su seguridad, salud y calidad de vida.

Figura 87 Exposición, amenaza y vulnerabilidad. Fuente: Elaboración propia

El conocimiento de los riesgos y las vulnerabilidades, permitirá el estudio de la capacidad de respuesta, poniendo en valor el contexto, tanto físico como funcional y metabólico del ámbito. Todo esto permitirá además obtener una visión de conjunto que favorecerá la adopción de medidas que no sólo provean de capacidad de adaptación al ámbito, sino también fortalezcan su resiliencia, otorgándole facultad para afrontar los riesgos y corregir los impactos y superarlos.

Items de análisis
conocer la situación actual

Para obtener esta visión crítica sobre el estado actual del modelo resulta necesario que la información urbanística del instrumento de planeamiento analice una serie de aspectos mínimos para realizar un correcto diagnóstico y enfocar las medidas y propuestas de cara a la ordenación.

  • Mapa de riesgos naturales y antrópicos ante el Cambio climático
  •  Ecosistemas del ámbito municipal, incluyendo aquellos que no se encuentran amparados por alguna figura de protección medioambiental
  •  Identificación los impactos ambientales y antrópicos.
  • Identificación de servicios ecosistémicos: adaptación bioclimática, adaptación frente a inundaciones, sumideros de carbono, adaptación basada en ecosistemas
  •  Identificación y localización de la infraestructura verde-azul a nivel municipal y territorial
  •  Sistema urbano
  •  Identificación de los agrosistemas
  •  Análisis permeabilidad del suelo
  •  Sellado de suelo
  •  Recursos hídricos disponibles
  •  Usos del suelo
  •  Planeamiento vigente
  • Caracterización de la población
  •  Caracterización económica
  •  Red de infraestructuras de movilidad y transporte
  •  Metabolismo territorial y urbano. Red de infraestructuras
  •  Patrimonio cultural

Diagnóstico
necesidades de actuación

  • Vulnerabilidad de los ecosistemas, incluyendo aquellos que no se encuentran amparados por alguna figura de protección medioambiental
  •  Vulnerabilidades de los servicios ecosistémicos: adaptación bioclimática, adaptación frente a inundaciones, sumideros de carbono, adaptación basada en ecosistemas
  •  Vulnerabilidades de la infraestructura verde-azul a nivel municipal y territorial
  • Vulnerabilidades del Sistema urbano
  •  Vulnerabilidades de los agrosistemas y de las actividades primarias
  •  Áreas vulnerables por exposición inundación por avenidas
  •  Áreas vulnerables por exposición incendios forestales
  •  Áreas vulnerables por incrementos de temperatura. Islas de calor.
  •  Áreas vulnerables por exposición a la subida del nivel del mar y al oleaje
  •  Áreas vulnerables por exposición a desprendimientos/ deslizamientos
  •  Áreas vulnerables por exposición a otros riesgos naturales (fuertes vientos, vulcanológico, etc..)
  • Usos del suelo
  •  Planeamiento vigente
  •  Caracterización de la población
  • Caracterización económica
  •  Red de infraestructuras de movilidad y transporte
  •  Metabolismo territorial y urbano. Red de infraestructuras
  •  Vulnerabilidad de las personas frente al Cambio Climático
  • Vulnerabilidad del metabolismo territorial y urbano y de las infraestructuras
  •  Vulnerabilidad de los servicios a la población
  •  Vulnerabilidad de la movilidad y accesibilidad
  •  Potencialidades con respecto a la mitigación y adaptación al CC
  •  Potencialidades de mejora de la calidad de vida de la población
  • Potencialidades para la continuidad económica

Medidas y recomendaciones
para la ordenación y ejecución

  •  (A) Considerando el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres, para el Horizonte 2030 se analizará con un mayor detenimiento el riesgo de desastres vinculados al cambio climático con el propósito de incrementar la resiliencia del territorio, siendo necesario abordarlo partiendo de las características propias de cada isla y cada localidad.
  • (A) Incluir a la información disponible las nuevas variables que pueden ir surgiendo conforme evolucione el cambio climático, prestando especial atención a un enfoque holístico para una gestión sostenible y equitativa.
  • (A) Investigar científicamente con un mayor detalle la vulnerabilidad actual y futura del territorio frente a los potenciales efectos que el cambio climático pueda tener en las diferentes islas del archipiélago canario.
  • (A) Desarrollar programas de I+D+i que contemple la investigación y la puest a disposicón de los planificadores y los agentes municipales la información necesaria para dotarlos del conocimiento del territorio y sus procesos, así como de las condiciones climáticas y su proyectores futuras la capacidad, a través de una red de vigilancia, la sistematización de las parámetros obtenidos, la modelización de predicciones, los datos abiertos, alerta temprana y la coordinación de los actores implicados para poder tomar las decisiones y medidas de la manera más informada posible.
  • El impulso y la utilización de las nuevas tecnologías y de sistemas inteligentes con el propósito de tomar las decisiones oportunas con antelación y equidad, reduciendo la vulnerabilidad territorial de forma holística y transversal.
  • Identificar y cuantificar los riesgos para priorizar las medidas a establecer, teniendo en consideración las múltiples variables que inciden sobre la vulnerabilidad del lugar, ya sean físicos, sociales o culturales.
  • Analizar los riesgos y vulnerabilidades desde una visión sistémica que permita realizar una valoración multi-criterio para atender a los diversos elementos que inciden en la vulnerabilidad del lugar, considerando el grado de incertidumbre asociada a las proyecciones climáticas, para lo que es necesario acotar el alcance del estudio, de tal manera que sea abarcable.