Cuando se piensa en ciudad, surgen a priori palabras como ruido, polución, estrés, tráfico, contaminación….Y de la misma manera, se piensa en una organización que crece y se expande en función a una retícula viaria de asfalto, colmatada e impermeable, desde donde crece y se vertebra el espacio. 

Pero ¿y si no tuviera que ser así? ¿Qué pasaría si se dejara que la naturaleza invadiera la ciudad? ¿Se transformarían las ciudades en espacios más habitables, más amables, más sostenibles?

Esta Línea de análisis pone de manifiesto la necesidad de la simbiosis naturaleza-ciudad y la implicación de la naturaleza y del verde en el espacio urbano, ya que más allá de simbolizar un elemento decorativo y pintoresco, genera unos beneficios ecosistémicos obtenidos mediante la planificación de los espacios verdes y azules como conjunto y, además, concentra los espacios de encuentro de la ciudad, esparcimiento y disfrute de la población, dotando de confort a los diferentes espacios públicos de la ciudad y reblandeciendo la rigidez urbana con el rol de la vegetación en el espacio público.

Para alcanzar la total integración de la naturaleza no se debe pensar sólo en promover zonas verdes, sino en potenciar la participación de las mismas, de tomarlas como sustento de organización. Es necesario reconectar las ciudades con la naturaleza, renaturalizar el espacio urbano.

“El arquitecto del futuro se basará en la imitación de la naturaleza, porque es la forma más racional, duradera y económica de todos los métodos”. (Antonio Gaudí, arquitecto).

Figura  6 Integración de la vegetación sobre el espacio construido.Fuente:ecoportal.net

¿Qué puede hacerse para lograr que la naturaleza sea el eje vertebrador del espacio urbano?

La urbanización acelerada de las últimas décadas ha invertido la proporción entre espacio urbano, rural y natural, hasta el punto de encontrar en no pocas ocasiones solo algunas zonas verdes dentro de áreas vastamente urbanizadas. 

En las décadas de los 80 y 90 del siglo pasado, el concepto de ciudad llevaba implícito la proliferación del oasis del hormigón, del aumento imparable de espacios edificados, lo que conllevó la generación de un ecosistema donde la falta de empatía con la naturaleza se hacía evidente, pues los árboles, los ríos y la fauna pasaban a ser un elemento decorativo del que se olvidaba, o se desconocía, sus efectos beneficiosos para la ciudadanía, recibiendo desde el punto de vista de su localización y carácter estratégico un carácter de residual.

Como se viene exponiendo, el desarrollo de los espacios verdes en las ciudades ha seguido diferentes patrones, pero en la actualidad cobra fuerza una corriente que trata de poner en valor el papel estructurante de las infraestructuras verdes en los sistemas urbanos y suburbanos, para convertirlo en un elemento capaz de cumplir diversas funciones, tales como la generación de espacios de salud-ocio y de caracterización-identidad del espacio urbano (Lohrberg, 2001), contemplando la naturaleza en el centro de la vida urbana, como premisa dentro del diseño y la planificación de las ciudades, otorgándole a la naturaleza el protagonismo como elemento fundamental para el desarrollo de la vida humana, impulsando un diseño de las ciudades clave para alcanzar espacios urbanos resilientes, teniendo en cuenta la compacidad, densidad y eficiencia entre otros parámetros directamente relacionados con la colmatacion del espacio (véase EU.2 Equilibrio, eficiencia y funcionalidad urbana).

Figura  7 Desarrollo de los espacios verdes en las ciudades. 1. jardines en ciudades amuralladas, 2. anillo verde, 3. cuñas verdes, 4. infraestructuras verdes (y azules). urbangreenbluegrids.com/about/historical-importance-and-development-of-parks-and-public-green-grids/?s=green%20infrastructure#ref-1)

El objetivo y escenario urbano que se busca es vivir dentro de la naturaleza y no simplemente con espacios residuales ajardinados, esto es; concebir el espacio urbano como parte integrante de la naturaleza, y no al revés, concibiendo la ciudad como una parte más del espacio verde, un ecosistema en sí mismo, y no como un lugar que desplace a la naturaleza y donde ocasionalmente y previo desplazamiento, se visiten zonas verdes o parques.

¿Cómo lograr que el espacio natural alcance el protagonismo necesario para conseguir la total imbricación del espacio urbano en la naturaleza?

La Comisión Europea define a las Soluciones Basadas en la Naturaleza (SbN) como; “soluciones a desafíos a los que se enfrenta la sociedad que están inspiradas y respaldadas por la naturaleza; que son rentables y proporcionan a la vez beneficios ambientales, sociales y económicos, y ayudan a aumentar la resiliencia.”

Para lograr que el espacio natural alcance el protagonismo necesario, resulta obligado que los espacios verdes ganen superficie, densidad e importancia, imbricando la naturaleza en todas las escalas y niveles de la ciudad y, a la vez, en el diseño y desarrollo del planeamiento urbanístico por medio de un aumento notable de la participación de las redes verde y azul en la estructura, funcionamiento y organización de la ciudad y las poblaciones. 

Por ello, como se ha dicho, cobra especial importancia el impulso de las infraestucturas verde-azul (Vease Área Temática Territorio Paisaje y Biodiversidad), en los sistemas basados en la naturaleza y los beneficios de los mismos al conjunto de la sociedad. 

Figura  8 Passeig de Sant Joan. Fuente: cideu.org

¿Qué metas se persiguen por medio de la total imbricación del espacio urbano en la naturaleza?

Mediante esta Línea de análisis se pretende concienciar al planificador de la necesidad de contar con la Naturaleza como eje vertebrador de las ciudades y poblaciones, así como la necesidad de creación de entornos resilientes, a través del impulso y la implementación de la infraestructura verde-azul en el diseño estructurante de la ciudad y las poblaciones, abandonando su tratamiento residual y logrando la adaptación de los espacios urbanos frente a los riesgos y vulnerabilidades derivadas del cambio climático.

El logro de dicho objetivo se persigue fijandose, a su vez, las dos Metas que en los siguientes apartados de esta Guía se desarrollan, Metas que como  se verá están dirigidas al Impulso y participación de la infraestructura verde-azul en el diseño de la ciudad, así como a la adaptación de los espacios urbanos frente a los riesgos y vulnerabilidades mediante el incremento de la infraestructura verde-azul para la obtención de condiciones óptimas de confort ambiental urbano.

META 1

Impulso y participación de la infraestructura verde-azul en el diseño de la ciudad para incrementar la funcionalidad del espacio urbano y como beneficio para la ciudadanía. Sistemas basados en la naturaleza como elemento fundamental para la organización y distribución de la ciudad. 

¿Es posible integrar la infraestructura verde y azul en la ciudad?

El incremento de infraestructura verde-azul en el espacio urbano se antoja fundamental y, con ello, las soluciones basadas en la naturaleza, entendidas como acciones que utilizan la naturaleza para dar respuesta a problemas en el ámbito urbano, potenciando el desarrollo de ciudades con enfoque sostenible, resilientes y saludables. 

Por tanto, esta meta descansa, asimismo, en la siguiente premisa:

La empatía de la naturaleza ayudando a resolver un problema

LA EMPATÍA POR LA NATURALEZA.

  • Soluciones basadas en la naturaleza como defensa. 

Necesidad de implicar a la naturaleza en el espacio urbano mediante las soluciones basadas en ella como método de defensa para la lucha contra el cambio climático.

  • Infraestructura verde-azul como base del diseño urbano. 

Concebir la naturaleza y las redes verde y azul como elemento básico del diseño urbano interconectado en el propio sistema urbano y con los ecotonos.

En los últimos años se ha podido constatar que la naturaleza en el entorno urbano cumple muchas funciones similares a los servicios de ecosistemas, así como otras más específicas de la situación urbana, siendo determinante para lograrlas, además de su dimensión, la situación, diseño, conexiones entre ella y con los espacios exteriores, la funcionalidad y uso de la misma por y para el bienestar de la ciudadanía. 

No está de más recordar es este punto que los servicios ecosistémicos (véase Área Temática Territorio Paisaje y Biodiversidad), son los recursos que obtienen las personas de la naturaleza, pues ésta aporta beneficios a la totalidad de la sociedad, tales como la mejora de la salud, de la economía o de la calidad de vida, siendo por ello primordial ver y analizar cómo las soluciones basadas en la naturaleza y la infraestructura verde-azul influyen en la ciudad y, a su vez, la importancia de los cobeneficios que aporta la misma con relación al planeamiento urbanístico.

Figura  9Trasformación espacio urbano mediante la integración de la infraestructura verde-azul. Fuente: WATG and WimberlyInteriors

Soluciones basadas en la naturaleza como defensa

El concepto de soluciones basadas en la naturaleza (SbN) –Véase Área Temática 1 TPB, ha irrumpido con fuerza en el campo ambiental para referirse a aquellas acciones que se apoyan en los ecosistemas y los servicios que éstos proveen para responder a los desafíos de gestión del entorno. 

Su nacimiento parte de distintas disciplinas y adoptan principios y normas de conservación de los ecosistemas naturales, reflejando soluciones más sostenibles y saludables a retos que suelen darse en grandes infraestructuras urbanas convencionales, con una gran inversión técnica, económica y de recursos, pues como se ha venido exponiendo a lo largo de esta Área Temática, las ciudades y poblaciones, tal y como están diseñadas, tienen un papel importante que desempeñar en la batalla contra el cambio climático, convirtiéndose las SbN en ser su mejor defensa, siendo preciso para cada caso identificar las áreas potenciales, en desuso o infradotadas de las zonas urbanas y periubanas, así como las necesidades que presenta el espacio urbano, con objeto de concluir qué necesidades existen y cuáles tienen posibilidad de ser satisfechas mediante los SbN  (Véase Área Temática 1 TPB 4, Fases de integración de los SbN en la planificación urbana).

Soluciones basadas en la naturaleza: empleando la naturaleza y las zonas verdes para facilitar la adaptación y mitigación del cambio climático a nivel urbano, además de generar un entorno más amable para las personas. Estas soluciones40 incluyen acciones como el desarrollo de fachadas verdes, cubiertas sostenibles, vegetación de calles, revegetación de zonas abandonadas, desarrollo de bosques urbanos, entre otras” Fuente: Fonética. Ciudades sostenibles 2030.

Trasladado el concepto de SbN al contexto estatal en la Agenda Urbana Española (Ministerio de Fomento, 2019), cabe destacar que nuestro País ya cuenta con algunos ejemplos que reflejan la intención de implicación con la naturaleza y la manera de llevar a cabo este propósito, que va desde lo más local, con cubiertas y fachadas verdes, huertos urbanos o jardines de lluvia, hasta el ámbito regional mediante un anillo verde o recuperación de cauces de ríos, tal y como se muestra en las imágenes que siguen.

Figura 10 Jardín vertical Caixa Forum Madrid. Fuente: secretosdemadrid.es<

Figura  11 Huerto urbano en un espacio público en Collblanc, Barcelona. Fuente:arquiplus.com

Así, en Barcelona, concretamente, mediante el desarrollo de Plan del Verde y de la Biodiversidad, como documento que planifica a largo plazo las actuaciones para conseguir una infraestructura ecológica que produzca beneficios para las personas y constituya, no solo un servicio ambiental, sino social, para afrontar los retos de futuro, se han marcado unos retos, objetivos y compromisos en relación a la conservación del verde y de la diversidad biológica de la ciudad

Figura  12 Plan del verde y de la biodiversidad de Barcelona 2020

Por su parte, en el marco de una estrategia local de adaptación frente al Cambio Climático, el Ayuntamiento de Madrid ha desarrollado una visión de innovación y regeneración urbana por medio de soluciones basadas en la naturaleza y, sin ir más lejos, el proyecto Madrid + Natural presenta la visión de una red urbana de soluciones naturales, donde pequeñas intervenciones de acupuntura urbana conectan con los grandes espacios verdes y elementos naturales de Madrid, un sistema de infraestructuras verdes y azules que enlaza espacio público, parques, áreas naturales y edificios con cubiertas y fachadas vegetales, contribuyendo en su conjunto a la resiliencia de la Ciudad frente al Cambio Climático.

Figura  13. Guía Divulgativa de la Infraestructura Verde Municipal.

Figura  14 Trasformación espacio urbano mediante la integración de la infraestructura verde-azul. Fuente: WATG and WimberlyInteriors

INFRAESTRUCTURA VERDE-AZUL COMO BASE DEL DISEÑO DE LA CIUDAD

“De acuerdo a la Comisión Europea, la infraestructura verde (IV) es una red estratégicamente planificada de espacios naturales y seminaturales y otros elementos ambientales diseñados y gestionados para ofrecer una amplia gama de servicios ecosistémicos. Incluye espacios verdes (o azules si se trata de ecosistemas acuáticos) y otros elementos físicos en áreas terrestres (naturales, rurales y urbanas) y marinas (Comisión Europea, 2013). La Comisión Europea considera la infraestructura verde como una herramienta de eficacia probada que aporta beneficios ecológicos, económicos y sociales mediante soluciones naturales y que nos ayuda a comprender el valor de los beneficios que la naturaleza proporciona a la sociedad humana y a movilizar inversiones para sostenerlos y reforzarlos.”

Para apoyar lo expuesto hasta el momento, parece necesario destacar la necesidad de fortalecer la integración de la naturaleza y sus múltiples beneficios dentro de la ciudad y además resaltar la importancia de incluir en el diseño de la ciudad la conectividad entre espacios naturales, ya sean grandes espacios verdes y azules dentro de la ciudad, espacios renaturalizados o pequeñas superficies que den servicio natural al conjunto edificado. Pues la intención es imbricar a todos ellos dentro de la malla organizativa, contemplar las redes naturales como base donde la planificación urbanística pueda articularse y donde la naturaleza y sus redes sean protagonistas. 

Figura  15. Acción ilustrativa dentro mecanismos de intervención del  diseño urbano dentro de la Nueva Agenda Urbana Ilustrada. Fuente: NAU  

Por otro lado, se ha de destacar que el concepto de conectividad no se puede observar y limitar a escalas separadas, sino que debe disponerse de una visión más amplia, como un conjunto, desde las escalas más pequeñas de la ciudad, a las más grandes y generales, incluyendo zonas urbanas y periurbanas, con el fin de favorecer que las ciudades y la totalidad del territorio resulten interconectadas por la infraestructura verde-azul.

Para ello desde la planificación se ha de analizar el entorno inmediato, la ubicación, situación y estado de las superficies naturales y renaturalizadas, a la vez que el grado de conexión y participación actual de las redes verde y azul en la ciudad. 

Con todo, se ha de proponer y fomentar soluciones tales como la permeabilidad del suelo (ver Áreas Temáticas Metabolismo territorial y urbano y Movilidad y accesibilidad), el incremento de zonas verdes o la interconexión de estos espacios naturales, prestando especial atención a los ecotonos (ver Área Temática Territorio Paisaje y Biodiversidad), facilitando los corredores ecológicos, pues la infraestructura verde-azul I-VAu, en sí misma y la interconexión entre ellas ha de verse, además de como medio para integración del entorno natural y sustento del diseño del espacio urbano, como un elemento para hacer mejores ciudades, con mayor calidad de vida y más resilientes a los riesgos derivados del cambio climático.

Es por ello que resulta relevante hacer hincapié en los bienes que la naturaleza aporta a la ciudad (ver área TPB-1 Ecosistemas Naturales). 

Figura  16 El sistema verde de Barcelona

A su vez, la infraestructura verde y azul se puede descomponer en los siguientes espacios o elementos: 

  • Zonas verdes: entendiéndose como aquellas áreas de suelo destinadas a albergar vegetación en condiciones adecuadas de dimensión, calidad y accesibilidad, pudiendo distribuirse a diferentes escalas: zonas verdes de barrio, de núcleo urbano o de carácter periurbano con vocación local,  municipal o comarcal. 

Figura  17 Concurso remodelación Parque metropolitano Tercer Milenio. Bogotá.

Para concretar el alcance y dimensión de las mismas, así como su funcionalidad, es necesario contemplar todas estas escalas con una ordenación y tratamiento diferenciado, reduciendo los niveles de intervención y artificialización según se trate de áreas de mayor tamaño o más vinculadas al medio natural, aplicando en todos los casos criterios de racionalización de la inversión y del mantenimiento de la zona verde, de manera que en la previsión de dichas zonas sea determinante el criterio de preservación de los valores naturales y la mínima intervención.

Además, desde el punto de vista de su configuración, estas zonas verdes deben propiciar la extensión del arbolado urbano al conjunto del tejido de manera coordinada con la intervención más blanda en la urbanización (aparcamientos verdes…) así como la integración de estas zonas verdes con los sistemas de recogida de pluviales y las redes específicas de riego con aguas de segunda calidad.

    • Elementos núcleo: concebidos como los espacios de alto grado de naturalidad y buen estado de conservación adyacente a la ciudad.
    • Nodos: concebidos como los espacios verdes ubicados en el interior de la ciudad que conforman piezas básicas estructurantes del sistema verde urbano.
    • Conectores: entendidos como  los viarios y elementos lineales rodados cuya función principal es conectar los núcleos y los nodos.
    • Corredores de biodiversidad: entendidos como aquellos elementos que conectan o favorecen la conexión de diferentes zonas verdes, a modo de itinerarios verdes motorizados y no motorizados, aprovechando recorridos lineales (franja litoral, cauces, ejes, barrancos, etc.), que conecten preferentemente con el medio rural y natural contiguo, resultando unos elementos muy útiles para el fomento de la biodiversidad y la salud de las personas, sirviendo de conectores con los parques, las plazas y los elementos naturales y agrícolas periurbanos.
    • Elementos singulares: son aquellos elementos de la naturaleza que reciben normalmente un tratamiento residual o que se encuentran en desuso y que se pueden aprovechar en positivo (cursos de agua, zonas húmedas, etc.), como elementos caracterizadores del diseño urbano y para la generación de zonas verdes/azules continuas, pudiendo complementarse con otros elementos artificiales que cumplan una función similar, como pueden ser las fuentes, láminas de agua o estanques para la acumulación de las aguas de lluvia como parte de su tratamiento antes del vertido y utilización para el riego, etc.
    • Huertos urbanos: constituyen un elemento emergente que conjuga un cierto mantenimiento de valores naturales con la creación de un espacio de gran utilidad social con muy positivas repercusiones psicosociales (contacto con la tierra, ocio, generación de alimentos, etc.). 
    • El verde en las cubiertas y fachadas de edificios: concebido como elemento natural que genera una importante contribución a la gestión racional del agua, al aislamiento térmico de la edificación, la reducción de CO2 y la integración de la naturaleza y la biodiversidad en la ciudad.

Tabla 2 Beneficios de la infraestructura verde en el [Eco]Sistema Urbano. Fuente: Construir una infraestructura verde para Europa (Comisión Europea 2014). Elaboración propia

Figura  18 Trasformación espacio urbano mediante la integración de la infraestructura verde-azul. Fuente: WATG and WimberlyInteriors

  • Jardines de lluvia y drenajes sostenibles: concebidos como elementos que, pudiendo ser áreas excavadas o depresiones de poca profundidad en el caso de los primeros, contienen vegetación capaz de absorber el agua de lluvia, yendo más allá en el caso de los drenajes sostenibles, pues además están acondicionados para capturar, tratar e infiltrar las escorrentías de aguas pluviales. 

Además, esta I-VAu se complementa por los parques y zonas verdes, los barrancos y los sistemas de drenaje urbano, las fuentes, los jardines y huertos urbanos, las cubiertas, muros y fachadas verdes, las áreas agrícolas periurbanas, los anillos verdes, las áreas inundables, la vegetación que acompaña las redes de movilidad, los suelos rústicos naturales y paisajísticos adyacentes a las ciudades. La incorporación de algunos o todos estos elementos en el espacio urbano reporta grandes beneficios, entre los que cabe destacar:

BENEFICIOS DE LA INFRAESTRUTURA VERDE Y AZUL EN EL

[ECO]SISTEMA URBANO.

MITIGACIÓN Y ADAPTACIÓN AL CAMBIO CLIMÁTICO
  • Mitigación de las inundaciones.
  • Fortalecimiento de la resiliencia de los ecosistemas.
  • Almacenamiento y retención del carbono.
  • Mitigación de los efectos urbanos de isla térmica.
  • Prevención de catástrofes (como tormentas, incendios forestales, deslizamientos de tierra).
MEDIOAMBIENTALES
  • Suministro de agua limpia.
  • Eliminación de contaminantes del agua y del aire.
  • Mejora de la polinización.
  • Protección contra la erosión del suelo.
  • Retención de las aguas pluviales.
  • Incremento del control de plagas.
  • Mejora de la calidad del suelo.
  • Reducción de la ocupación del terreno y del sellado del suelo.
BIODIVERSIDAD
  • Mejora de los hábitats para la vida silvestre.
  • Corredores ecológicos.
  • Permeabilidad del paisaje.

Tabla 2. Beneficios de la infraestructura verde en el [Eco] Sistema Urbano. Fuente: Construir una infraestructura verde para Europa (Comisión Europea 2014). Elaboración propia.

Dicho esto, son evidentes las bondades que tiene la I-VAu en los espacios urbanos, debido a su papel como termorregulador de los microclimas urbanos y como sumideros de carbono, como elementos que incrementan la resiliencia de las ciudades ante fenómenos meteorológicos adversos derivados del cambio climático e incluso, potenciando indirectamente a la conservación de la biodiversidad, resulta imprescindible abordar desde el planeamiento urbanístico la incorporación de la infraestructura verde-azul en el diseño urbano como un elemento estructurante y de la ordenación pormenorizada más, por su impacto positivo en la calidad de vida de las personas, incitando las relaciones socioculturales e incluso incidiendo de forma positiva en la dinámica económica del lugar.

Por todo ello la naturaleza y el verde NO ES SOLO UN COLOR, se traduce en integración, resiliencia, salud y bienestar social.

Un claro ejemplo de lo expuesto  es el caso de Vitoria Gasteiz, donde el sistema de infraestructura verde lo conforman los elementos del núcleo, los nodos y los conectores.

Figura  19 La Infraestructura verde urbana de Vitoria-Gasteiz

Por tanto, para alcanzar esta Meta, es necesario cambiar la base física del diseño urbano a través del planeamiento urbanístico, incorporando como soporte estructural a la naturaleza y las redes verde y azul, concibiendo a la naturaleza como una capa más del espacio urbano sobre la que se pose la edificación y no, como erróneamente ha venido siendo, otorgándole un protagonismo secundario o como mero elemento ornamental y residuales.

 

RESUMEN DE ASPECTOS CLAVE DE ANALISIS Y DIAGNOSTICO de la Meta 1: Naturaleza como Aliada. Impulsar la infraestrutura verde-azul en los entornos urbanos.

 

Figura 19. Elementos o conceptos clave a la hora de abordar la infraestructura verde-azul los entornos urbanos. Fuente: Elaboración propia. 

Elementos o conceptos clave de la Meta 1.
Renaturalización. Sistemas basados en la naturaleza, infraestructura verde-azul, diseño urbano basado en la naturaleza. Beneficios y cobeneficios de I-VAu.

META 2

Adaptación de los espacios urbanos frente a los riesgos y vulnerabilidades mediante el incremento de la infraestructura verde-azul para la obtención de condiciones óptimas de confort ambiental urbano, generando cobeneficios en los servicios ecosistémicos.

Uno de los grandes desafíos del planeamiento urbanístico actual y que esta Guía tiene en consideración, consiste en abarcar cómo adaptar la preexistencia urbana, esto es; dar respuesta o soluciones a los efectos que se están sucediendo debido al Cambio Climático, de manera que se pueda llevar a cabo acciones encaminadas a lograr ciudades adaptadas y resilientes.

En efecto, los entornos urbanos y periurbanos se ven cada vez más amenazados por la variabilidad del clima y los incrementos de los fenómenos meteorológicos extremo, lo que unido a la vulnerabilidad de los espacios, está provocando un aumento de los riesgos ambientales, derivados de los impactos físicos que en estos espacios recaen, tales como el aumento del nivel del mar, el aumento de inundaciones, escorrentías y desprendimientos, “islas de calor”, etc., repercutiendo negativamente en la infraestructura urbana, en las edificaciones y consecuentemente en la población y su calidad de vida, haciendo cada vez más inhabitable el espacio urbano.

“ Las estrategias a pequeña escala deberían considerar los modelos de núcleos, el tratamiento urbanístico y paisajístico de los bordes, y la ordenación de usos y actividades, especialmente en la interfaz entre el espacio ocupado y el abierto, pensando en la integración territorial pero sobre todo en la calidad de vida de las personas. “ Renaturalización de la ciudad. Diputació Barcelona.

La adaptación de nuestras ciudades y poblaciones al cambio climático requiere, pues,  un amplio conocimiento sobre los efectos potenciales y futuros que puedan sobrevenir en el espacio urbano y, consecuentemente, de las estrategias y acciones recomendables que, una vez ejecutadas, permitan abordar con éxito dicha problemática. 

El objetivo de esta Meta es provocar a través del planeamiento urbanístico un modelo de ordenación que genere un ecosistema urbano innovador con soluciones efectivas, eficientes y sostenibles, potenciando y promoviendo la renaturalización en las ciudades y entornos urbanos canarios preexistentes mediante la combinación de diseño, paisaje y biodiverdidad, fomentando con ello ciudades resilientes a la vez que adaptadas, dotadas de entornos agradables que conecten a las personas con la naturaleza.

“ … Poner de manifiesto una morfología que responda tanto a un objetivo de respuesta a las nuevas limitaciones medioambientales (climáticas, energéticas, digitales, presupuestarias, etc.) como a una capacidad de transición para conseguirlo (ciudad adaptable, ciudad resiliente)” Renaturalización de la ciudad. Diputació Barcelona.

Figura  20 Adaptación de las ciudades con la naturaleza. Fuente: sunlight.es

En ese sentido, el incremento de de la infraestructura verde-azul se antoja una necesidad y estrategia imprescindible para alcanzar el confort ambiental, tanto en el interior como en exterior de los espacios urbanos, pues es eficaz tanto para la mitigación como para la adaptación y resiliencia de las ciudades. 

 “La FAO indica que, a lo largo de su vida, los árboles urbanos pueden proporcionar unos beneficios que valen dos o tres veces más que la inversión en su plantación y cuidado. Por tanto, las inversiones en los parques urbanos, los espacios verdes y los cursos de agua son un modo eficaz y económico de promover la salud y el bienestar y mitigar el cambio climático” Replanteando nuestras ciudades. ” Fuente: Forética. Ciudades sostenibles 2030

Para alcanzar esta meta, se ha de considerar los siguientes aspectos:

  • ENTORNOS RESILIENTES, EL VERDE NO ES SOLO UN COLOR. 

El entorno urbano preexistente ha de reconvertirse y tener la capacidad de resistir y recuperarse. La naturaleza es una gran aliada para ello.

  • Confort ambiental urbano: El espacio público juega un rol social indudable y sus cambios de condiciones influyen en su utilización. Por tanto, ha de ser un espacio confortable para el usuario, incluso contemplando e incorporando elementos que resulten eficientes para la acción climática que sobreviene.
  • Adaptar el espacio urbano a la naturaleza: El desarrollo del espacio urbano en lugares altamente sensibles al cambio climático obliga a adaptar el mismo a los riesgos y vulnerabilidades derivadas, siendo necesario acciones que impliquen su reintegración a la naturaleza, generando a su vez cobeneficios medioambientales.

A su vez, esta Meta parte de las siguientes premisas:

Entorno resilientes el verde no es solo un color

La resiliencia en el entorno urbano se entiende como la capacidad del sistema urbano para adaptarse y absorber las inclemencias sobrevenidas derivadas del cambio climático, siendo capaz de recuperarse de las mismas sin alterar significativamente las características del espacio.

Para alcanzar esta meta, también  resulta determinante una correcta planificación urbanística, pues juega un papel fundamental en la reconversión del espacio urbano hacia ciudades y poblaciones resilientes. 

Para ello, es importante como primer paso tener un conocimiento, análisis y diagnóstico detallado del sistema urbano en que se debe trabajar, considerando las deficiencias y las oportunidades que éste presenta desde el punto de vista de que se trata, ya que precisamente en Canarias se han desarrollado muchas ciudades y áreas edificadas en zonas especialmente sensibles a la realidad climática que sobreviene, tales como zonas costeras, entornos de barrancos o zonas con riesgos de desprendimientos, con los efectos indeseables que  ello acarrea y los altos costes que supone su reparación.

Es por ello que resulta fundamental darle el protagonismo que merece esta Meta, de manera que se materialice a través del planeamiento urbanístico en acciones eficientes y funcionales para adaptar el entorno edificado ubicado en zonas con riesgo y vulnerables, además de buscar soluciones de mitigación frente al cambio climático. 

Figura  21 Acciones ilustrativas dentro de Diversidad biológica y conservación de ecosistemas dentro de la Nueva Agenda Urbana Ilustrada. Fuente: NAU

Por tanto, el desafío que persigue esta Meta es alcanzar ciudades resilientes y sostenibles, mejor preparadas para proteger frente a los riesgos, vulnerabilidades e impactos derivados del cambio climático a través del planeamiento urbanístico, proponiendo modelos de ordenación que apuesten por la simbiosis entre la naturaleza y la ciudad; donde convivir confortablemente entre la naturaleza y el espacio urbano.

Figura  22 Diseño multifuncional para problemas urbanos. Fuente: Guía para la integrción de las soluciones basadas en la naturaleza en la planificación urbana. Carolina Figueroa, Diara Ruiz.

Pero; ¿Cómo lograr un entorno resiliente y confortable?

En los últimos tiempos, sobre los entornos antropizados o espacios urbanos de las Islas Canarias se pueden observar cada vez más impactos físicos derivados del cambio climático, tales como incendios devastadores, el incremento de lluvias torrenciales e inundaciones o el aumento del oleaje extremo, lo cual trae episodios de colapso en los espacios urbanos y un altísimo coste de reposición.

Figura 23 Inundaciones en Sta Cruz de Tenerife.. Fuente: Meteo La Matanza.

Figura 24 Barrio de San Cristóbal, Gran Canaria. Evento de oleaje. Fuente: La Provincia

Desde este punto de vista, una de las cuestiones que apremian pasa por la  correcta gestión del ciclo del agua, la implementación de suelo permeable, de SUDS y el aumento de zonas vegetales, son actuaciones primordiales para lograr la adaptación (ver área temática Metabolismo territorial y urbano), minorando así el efecto de ”Isla de Calor”, pues en las zonas urbanas altamente edificadas, con escasos espacios verdes y con baja permeabilidad, se absorbe en mayor medida el calor y por tanto se ve incrementada la temperatura en relación a los entornos aledaños. 

Consecuentemente, la solución pasa por aumentar la vegetación, la ventilación, los elementos de sombra y el suelo permeable en las zonas previamente detectadas con dicha problemática, a la vez que tratar correctamente los acabados de pavimentaciones y edificaciones para favorecer la reducción de temperatura y el ciclo del agua.

Figura  25 Esquema efecto Isla de Calor. Fuente: airelibre.cl

Y para ello, la planificación debe proponer alternativas dirigidas hacia el objetivo propuesto; mejorar el ciclo y el tratamiento de los recursos hidrológicos, evitando el sellado masivo y la impermeabilización del suelo y fomentando las superficies permeables (ver área temática Metabolismo territorial y urbano).

A su vez, la reconversión de áreas impermeables preexistentes y la incorporación de espacios infrautilizados, bien para formar parte de la red verde, con el fin de minimizar las temperaturas, o bien para incorporarlas a la red azul, potenciando la captación y recogida de agua, lo cual ayudaría a mejorar el funcionamiento del ciclo de ésta y de los recursos hídricos del lugar. 

Por otro lado, es primordial que se potencie la creación de una  infraestructura verde-azul interconectada (véase área temática Territorio, Paisaje y Biodiversidad) en el espacio urbano existente y con los entornos periurbanos.

Esta infraestructura I-VAu mejorará, a su vez, la calidad ambiental y la reducción de la contaminación del espacio urbano, ayudando a alcanzar condiciones ambientales óptimas para el confort ambiental urbano.

Figura 26 El papel de los bosques urbanos y periurbanos para reducir riesgos y gestionar desastres.. Fuente: “Unasylva.Vol 69 2018/1. Bosques y ciudades sostenibles.” fao.org

¿Y SI HABLAMOS DEL CONFORT AMBIENTAL URBANO?

Un entorno resiliente y confortable permite a la población alcanzar el confort ambiental, entendido como el estado o sensación ideal de bienestar que una persona experimenta en un lugar o sitio concreto, sin que exista en el entorno donde se ubica nada que genere malestar o incomodidad, tanto física como mentalmente.

Alcanzar dicho confort depende de dos grandes variantes; las circunstancias concretas de la persona, relacionadas con la salud y la respuesta fisiológica de ésta desde el punto de vista auditivo, olfativo, térmico y visual (Véase EU4.2. Confort ambiental), así como las variantes relativas al espacio que la rodea. 

Relación confort ambiental – lugar

En términos concretos de espacio urbano, lograr el confort ambiental pasa  por tener en cuenta diversos condicionantes referidos al propio espacio urbano o población en la que se pretende intervenir, como pueden ser:

  • Condicionantes térmicos. Destacando la orientación, la temperatura, la radiación solar, la humedad, el viento, la época del año y la hora del día, así como las características ambientales (E. Minguez, 2009).
  • Condicionantes físicos. Destacando la escala urbana, la estructura y proporciones de las vías y de las edificaciones o la ergonomía del espacio, así como aspectos físicos más naturales como la climatología, orografía y topografía.
  • Condicionantes del entorno. Destacando la calidad del aire, las condiciones acústicas, la ocupación del lugar o el atractivo del entorno.

A partir de estos condicionantes, es conveniente realizar un estudio del desarrollo de todos ellos para observar su interacción y complementación, la manera mediante la cual esas fusiones naturales afectan al territorio y conforman las características del mismo.

El conforme ambiental, entonces, se logra mediante el adecuado tratamiento de estos condicionantes, a través de la implicación y gestión de las zonas verdes y la disposición adecuadas de los elementos edificados a través de la planificación urbana.

Figura  27. Factores que determinan el confort térmico de una persona en un lugar. Elaboración propia adaptado a partir del Manual de elementos urbanos sustentables Ministerio de Vivienda y Urbanismo. Gobierno de Chile (2017)

Por otra parte, el confort ambiental del espacio urbano viene influenciado por el microclima que ahí se genera, derivado, por un lado, de las actividades que en el lugar se desarrollan y el usuario del espacio, por otro lado, por los materiales y acabados del lugar y el diseño urbano concreto, influyen a su vez la ubicación, la topografía y orografía, el entorno, la edificación colindante, la propia trama urbana y, por supuesto, la naturaleza y su grado de integración en la ciudad o población.

El control del microclima urbano depende de que la vegetación y las redes verde y azul adquieran un protagonismo principal, sea cual sea el tamaño y configuración del espacio urbano y, por ello, el diseño urbano tiene que auxiliarse de una “carta bioclimática” que permita extraer los datos de clima de la localidad en la que se esté trabajando y estudiar las posibilidades que le ofrecen los siguientes elementos: la evapotranspiración, la radiación solar y el viento. 

La evapotranspiración (Ver área temática Metabolismo territorial y urbano), concebida como la combinación de la evaporación del agua y de la transpiración de las plantas, permite conseguir un mayor confort ambiental gracias a la implicación y los beneficios de la naturaleza, para lo cual resulta necesario dotar al espacio urbano de suelos vegetales que favorecen la pérdida de calor por evapotranspiración y que ayudan a mantener o disminuir la temperatura ambiente. 

Figura 28 Esquema suelo impermeable frente a suelo vegetal. Fuente: Manual de elementos urbanos sustentables. Ministerio de Vivienda y Urbanismo. Chile

Figura 29 Sección bioclimática. Plaza Santa Lucía. Cartagena. E. Minguez, 2009

Según el clima concreto habrá que considerar, además, los tipos de pavimento más favorables, ya que algunos se comportan como acumuladores de calor y otros no: En general, el suelo natural adecuadamente tratado tiene siempre un mejor comportamiento bioclimático que cualquier pavimento artificial, aparte de ser más barato.

La radiación solar; su control a través diseño urbano también es otro de los elementos clave para obtener el confort ambiental, cuyo objetivo (normalmente, pero no siempre), será su disminución, con objeto de que la radiación no llegue al suelo incrementando su temperatura y calentando a su vez el aire en contacto con el mismo.

Y para que esa radiación se minore, la manera más eficaz de hacerlo es mediante la inclusión de árboles, ya que sus hojas se comportan como verdaderas persianas urbanas, reflejando parte de la radiación solar y absorbiendo otra parte, impidiendo que la radiación llegue al suelo y aumente su temperatura, funcionando como eficientes barreras vegetales que pueden llegar a conseguir reducciones de hasta el 50% en la velocidad del viento y sumideros de GEI. 

 Además, en caso de necesitar radiación durante el invierno, si se plantasen árboles de hoja caduca se conseguiría que, al caer las hojas, esta radicación llegase sin problemas al suelo. 

Figura  30 Dotación de árboles para la mejora del confort térmico. Plan Estratégico de intervención en la travesía urbana de Pliego

La vegetación en un determinado espacio genera barreras cortavientos, dirige las brisas, crea barreras acústicas y visuales, controla la radiación solar, reduce el resplandor y la luz reflejada, crea espacios relajantes, y ayuda a la creación de microclimas.

En definitiva, la implicación de la naturaleza en el diseño de nuestros entornos urbanos, la renaturalización y la forestación, son un recurso imprescindible para el desarrollo de las ciudades y su confort ambiental.

 

Tabla 3. Ejemplo para alcanzar el confort térmico en espacios exteriores. Fuente: Elaboración propia adaptado a partir del Manual de elementos urbanos sustentables Ministerio de Vivienda y Urbanismo. Gobierno de Chile (2017).

Tabla 2 Ejemplo para alcanzar el confort térmico en espacios exteriores. Fuente: Elaboración propia adaptado a partir del Manual de elementos urbanos sustentables Ministerio de Vivienda y Urbanismo. Gobierno de Chile (2017)

Necesidades para alcanzar el confort

VERANO
Reducir el calor almacenado en materiales
Reducir ganancias solares
Proteger del asolamiento directo
Optimizar la ventilación natural
Propiciar la humidificación
Propiciar el enfriamiento evaporativo

INVIERNO

Propiciar el enfriamiento evaporativo
Propiciar ganancias solares
Proteger de vientos fríos

Estrategias sostenibles

Verano

Pavimentos y mobiliario urbano: seleccionar materiales de baja inercia térmica
Material vegetal y mobiliario urbano: proveer de sombra

Material vegetal: controlar la dirección del viento
Material vegetal y mobiliario urbano (fuentes de agua): aumentar la humedad del aire

INVIERNO

Pavimentos y mobiliario urbano: seleccionar materiales de baja inercia térmica
Material vegetal: permitir el asoleamiento directo por medio de especies caducas
Material vegetal: proteger de vientos por medio de barrera

Para la consecución de esta Meta, resulta igualmente necesario partir de esta premisa, entendida como la necesidad de intervenir en los espacios urbanos a través del planeamiento urbanístico propiciando el reencuentro con la naturaleza.

Para adaptar un espacio vulnerable la prioridad es reducir el riesgo y la vulnerabilidad, no sólo reducir las emisiones de GEI y el consumo de energía. Para ello resulta primordial la inclusión de la naturaleza y la correcta gestión de la red hidrológica.

El espacio urbano canario supone tan solo un 6 % del territorio, pero paradójicamente es donde reside el mayor número de la población y a su vez donde deben llevarse a cabo muchas de las mencionadas acciones, pues en este entorno inciden un gran número de impactos del cambio climático tales como la disminución de la calidad de vida, el incremento de daños sobre infraestructuras y edificaciones o la pérdida de valores culturales. 

Por tanto, el planeamiento urbanístico debe disponer de un amplio conocimiento de los riesgos y las vulnerabilidades del ámbito de actuación, y con ello, tener la posibilidad de adelantarse, evitar y gestionar correctamente las intervenciones necesarias.  

Y ante esto…. ¿es realmente la naturaleza una gran aliada? ¿Es la Infraestructura verde y azul parte de la solución?

Rotundamente sí, pues la correcta integración de la naturaleza y por ende la inclusión de la infraestructura verde y azul dentro de la planificación urbana, no sólo genera beneficios ambientales, sino también beneficios sociales y económicos, lo que precisa una visión holística del territorio y sus necesidades. 

En efecto, si bien un espacio puede ser adaptado a la acción climática mediante la construcción de infraestructuras tales como diques, muros de contención o canalizaciones de agua, resulta no solo posible, sino necesario acudir a soluciones derivadas de la naturaleza, como pueden ser: 

  • La inclusión de espacios verdes que sirvan de colchón permeable en caso de desbordamientos o inundaciones. Esto es; Aumentar las superficies de suelos permeables y capacidad de infiltración del suelo.
  • La incorporación de vegetación que permita reducir de velocidad del agua en caso de escorrentías, para la minimización de las escorrentías.
  • La adecuación de la vegetación y mayor forestación de espacios periurbanos para reducir los daños debidos a posibles desprendimientos. Esto es; Aumentar vegetación protegerá sobre posibles desprendimientos.

 

Figura  31. Dos de los diez carteles de la campaña sobre los beneficios de los árboles- Campaña Divulgativa de la Asociación Española de Arboricultura. Fuente: naturlclimb.com

A través de dichas infraestructuras naturales se generan mayores beneficios en las ciudades, pues además de las concretas para alcanzar la adaptación y resiliencia de los espacios urbanos, la correcta inclusión de la naturaleza conlleva un incremento de la captación de CO2 (mitigación) que no genera las infraestructuras artificiales y, además, siendo notablemente superior el beneficio de dichas infraestructuras verdes a efectos de la reducción de la contaminación, a la vez que permite la proliferación de la biodiversidad, genera beneficios a la salud física y psíquicas de la ciudadanía y además, a la larga, los costes y mantenimientos de la incorporación de la naturaleza son menores.

¿Cómo implementamos la infraestructura natural en el entorno urbano?

En la actualidad ya existen lugares en el mundo donde se ha adoptado estrategias o planes de adaptación ante la variabilidad climática que pudieran ser trasladados, o al menos algunas de las soluciones expuestas, al territorio insular canario. 

Como por ejemplo,  sin ir más lejos, está la Ciudad de Miami, que contempla acciones para elevar estructuras de calles y preparar los suelos para reforzar las barreras marítimas, planteando también acciones con elementos naturales tales como sustituir vegetación y regenerar con vegetación local.

Figura  32 Cartel representativo de la problemática existente en Miami. Fuente: www.hoytamaulipas.net

Para poder implementar de manera efectiva la naturaleza en los entornos antropizados hay que analizar las necesidades presentes y futuras del espacio con el fin de dar respuestas, acorde con las circunstancias del lugar. Por tanto, analizar los impactos para concretar qué medidas y estrategias de intervención se debe llevar a cabo a través de la ordenación urbanística.

Para ello se deben considerar soluciones basadas en la naturaleza (SbN), infraestructura verde y azul, y a su vez sistemas de drenaje sostenibles SUDS (Véase Área temática Metabolismo territorial y urbano y Área temática Movilidad y accesibilidad)

Tabla 4. Cuadro de medidas de adaptación y estrategias de intervención para la adaptación al cambio climático en las ciudades. Elaboración propia adaptada a partir de “Planificación y diseño de la infraestructura verde urbana”. Fuente: Sunlight.es.

IMPACTOS MEDIDAS DE ADAPTACIÓN ESTRATEGIAS DE I-VAu
Aumento de la frecuencia de las inundaciones Gestión de las aguas superficiales para reducir la velocidad de las escorrentías SUDS/SbN Estanques de retención
Jardines de agua y cunetas verdes
Jardines de lluvia
Permeabilidad de los suelos Pavimentos permeables
Aumento del oleaje extremo Permeabilidad de los suelos y gestión de aguas SUDS/SbN Pavimentos permeables
Gestión de las aguas Vegetación para la adaptación al CC
Sequías extremas y estrés hídrico Gestión del suministro de agua, vegetación adaptada e intervenciones a través de un soluciones de arquitectura y urbanismo bioclimático de captación de aguas Láminas de agua
Vegetación para la adaptación del CC
Altas temperaturas (aumento de olas de calor) Aislamientos en envolventes de edificios, pavimentos refrigerantes, orientación y morfología de los edificios, etc. SDUS/SbN Pavimentos permeables
Cubiertas vegetales
Fachadas vegetales
Láminas de agua
Vegetación para la adaptación al CC

A su vez, se debe considerar las soluciones para distintos riesgos a los que se exponen los sistemas urbanos dependiendo de su ubicación, vulnerabilidad e impactos físicos a los que se expongan. Algunas de las soluciones, a modo orientativo, se relacionan a continuación:

  • Estrategia de mejora para utilizar la vegetación como generador de microclimas, zonas de sombra y cortavientos. Con ello se persigue la integración naturaleza a lo largo del todo el espacio urbano con los beneficios climático y de confort que esto puede generar. 

Figura  33 Indicador Dotación de árboles para la mejora del confort térmico. Fuente: Plan Estratégico de Intervención en la travesía Urbana de Pliego, E.Minguez, 2009.

  • Planificación de arbolado escogiendo especies de plantas locales o autóctonas con mayor capacidad de absorción de CO2.

Figura 34 Capacidad de absorción de CO2 de algunas especies arbóreas. Fuente: Claves para proyectar espcios públicos confortables. Indicador del confort en el espacio público Enrique Minguez arquitectos, 2009.

  • Implantar, expandir y proteger cubierta vegetales urbanas para ayudar a enfriar las ciudades y mejorar la vegetación.
  • Reducir la absorción y reflectividad del pavimento mediante la implantación de pavimentos permeables, reduciendo con ello las temperaturas del área mediante el aumento de la evapotranspiración.
  • Plantar árboles como infraestructura de salud pública, minimizando el efecto de isla de calor es zonas. (Dallas, 2020)

Figura 35 Plantación de árboles por ciudadanos
voluntarios en las rutas estudiantiles. Dallas, Texas.
Fuente: ecoinventos.com

Figura 36 Capacidad Importancia de los árboles en
las ciudades. Fuente: www. ecoinventos.com
Imagen: Leonardo da Shutterstock

  • Recuperación e incorporación de la vegetación de los bordes de cauces y la vegetación natural al conjunto de la red hidrológica. Permitiendo una inundación blanda en caso de desbordamientos y restaurando estos espacios como “filtros verdes”.
  • Implantación de sistemas de drenaje sostenible (SUDS) (Véase Área temática Metabolismo territorial y urbano).
  • Incrementar la capacidad de retención en momentos de inundación repentina, gracias a la continuidad del sistema hídrico. Mediante la incorporación de espacios de retención o calles verdes. Permitiendo además una obtención de mayor superficie de espacio verde para la ciudad, vinculando y unificando red verde y red azul en una. (Lago Sankt Jørgens, Copenhague).

Figura  37 Estudio de cuenca del Lago Sankt Jørgens y medidas adaptativas. Fuente: Cuaderno de investigación urbanística Ci[ur]122 et al 2019

En definitiva, para viabilizar la reconversión de las zonas más vulnerables, la planificación urbanística debe reflejar las áreas especialmente vulnerables a los riesgos derivados de la Acción Climática para, partiendo de ello y del estudio de escenarios y previsiones climáticas, aportar soluciones concretas para el ámbito que se ordene, teniendo como premisa la capacidad adaptativa de la infraestructura verde-azul urbana y sus múltiples cobeneficios, otorgándole el mismo protagonismo que al espacio urbano, en tanto que la infraestructura verde y azul y la interconexión de ellas con los espacios urbanos ha de tratarse en su conjunto y como una entidad unitaria, esto es; el diseño urbanístico debe concebirse como un modelo de integración del entorno natural urbano, como elemento para hacer mejores ciudades, con mayor calidad de vida y más resilientes a los riesgos derivados del cambio climático.

ASPECTOS CLAVE DE ANALISIS Y DIAGNOSTICO de la Meta 2: Naturaleza como Aliada. Adaptación de los espacios urbanos frente a los riesgos y vulnerabilidades mediante el incremento de la infraestructura verde-azul

Figura 2. Elementos o conceptos clave parapara adaptar el entorno urbano con  infraestuctura verde-azul urbana. Fuente: Elaboración propia. 

Elementos o conceptos clave de la Meta 2.
Renaturalización. Confort ambiental urbano.Infraestructura verde-azul urbana,diseño urbano basado en la naturaleza. Beneficios y cobeneficios de I-VAu

Integración de la naturaleza como aliada en el espacio urbano. Información, Análisis y Diagnóstico en el planeamiento urbanístico.

Items de análisis
Conocer la situación actual

  • Diseño de la trama urbana actual
  • Análisis de estado y localización de la totalidad de la infraestructura verde.
  •  Análisis de estado y localización de la totalidad de la infraestructura azul.
  •  Conexión entre redes verde y azul e integración en el ámbito de planeamiento.
  •  Participación de la I-VA en la ciudad
  •  Grado del sellado del suelo.
  •  Análisis de condicionantes ambientales ( vientos, temperaturas, soleamiento)
  •  Análisis de impactos físicos y riesgos del lugar ante las amenazas del cambio
    climático
  •  Elementos vulnerables actuales y futuros.
  •  Movilidad y cobertura del transporte público
  •  Movilidad peatonal, coberturas a pie.

Para obtener una visión crítica sobre el estado actual del modelo resulta necesario considerar una serie de aspectos previos, de manera que se pueda disponer de la información adecuada y, posteriormente, efectuar un correcto diagnóstico y enfoque de las medidas y propuestas de ordenación que permitan la incorporación de la naturaleza en el espacio urbano.

En ese sentido, la fase de INFORMACIÓN Y DIAGNÓSTICO debe proporcionar la suficiente información a partir de unos elementos de análisis para detectar las zonas prioritarias de actuación que presenta el ámbito de estudio y actuación, en cuanto al funcionamiento y eficiencia de dicho modelo. 

Para esto, se propone desde esta Guía que las personas responsables de la redacción de los instrumentos de ordenación urbanística lleven a cabo las siguientes tareas:

  • Analizar la trama actual urbana actual, evidenciando la localización de los elementos que conforman la I-VAu con objeto de resaltar las zonas donde será preciso mayor presencia e implicación de la misma en el espacio urbano.
  • Analizar cada uno de los elementos que conforman la I-VAu considerando su estado, su localización, conexiones y participación de los mismos en el espacio urbano analizado para concluir la necesidades de actuación
  • Analizar los entornos vulnerables a los riesgos derivados del la acción climática, tales como oleajes extremos, lluvias torrenciales etc. para localizar las zonas con necesidad de actuación para una correcta adaptación.
  • Analizar la localización de zonas con efecto de ICU, con el objeto de llevar a cabo actuación de renaturalización.
  • Analizar el grado de permeabilidad y sellado de los suelos con el fin de valorar la necesidad de reconversión de los pavimentos y acabados.,
  • Analizar la movilidad considerando los las coberturas máximas para potenciar las circulaciones peatonales con un máximo confort gracias a la implicación de la naturaleza. Se tendrá que analizar considerando la situación topográfica del lugar.

Diagnóstico
Necesidades de actuación

  • Áreas infradotadas de I-VA y excesivamente selladas
  •  Áreas desconectadas de la continuidad de las redes verde-azul
  •  Conexión con lo ecotonos. Red ecológica.
  •  Áreas vulnerables por riesgo de efecto ICU
  •  Áreas vulnerables por oleaje extremo, por inundaciones, por desprendimientos
    o deslizamientos, seguías..
  •  Áreas con disconfort ambiental urbano
  •  Áreas susceptibles de renaturalización, (cruzar con plano de movilidad)
  •  Diagnosis de la IV-A en el entorno urbano: masa arbórea, porte arbóreo., etc.
  •  Conclusión de intervención por fases de prioridad.
    DEBILIDAD/POTENCIALIDAD: Red infraestructura Verde y Azul.

A partir del trabajo de Información, se recomienda llevar a cabo el Diagnóstico atendiendo a las necesidades de actuación anteriormente relacionadas, pues partiendo de estos aspectos y su diagnóstico, se considera que aun pudiendo ser identificados como debilidades del ámbito objeto de planificación, sus potencialidades y oportunidades, puestas en valor como se viene exponiendo, pueden conllevar un cambio de rumbo en el planeamiento urbanístico que haga posible la integración naturaleza-espacio urbano.

Indicadores
Evaluación-ordenación-seguimiento

Para una acertada evaluación-diagnóstico del espacio urbano, desde esta Guía se establecen unos indicadores, que se agrupan en varios bloques, denominados indicadores de evaluación, de modelo e indicadores de seguimiento

Los indicadores de evaluación completan el diagnóstico, precisamente porque nos ayudarán a evaluar la situación actual y concluir si se cumple o no con los umbrales mínimos de sostenibilidad, requiriendo en su caso una atención prioritaria.

Los indicadores de modelo e indicadores de seguimiento ayudan a establecer el grado de sostenibilidad y lucha del cambo climático de la situación actual del territorio para establecer prioridades de actuación, mientras otros se aplican tras establecer las alternativas de ordenación y la ordenación final para analizar si el proceso de ordenación y las intervenciones establecidas hacen del territorio uno resiliente y mitigador frente al cambio climático.

Estos indicadores se presentan en forma de ficha en el Anexo correspondiente de la presente Guía, mostrándose esquemáticamente como sigue: 

INDICADORES CRITERIOS DE ORDENACIÓN EVALUACIÓN
DIAGNÓSTICO
MODELO SEGUIMIENTO TIPO DE INDIDACOR
UMBRAL MÍNIMO UMBRAL DE SOSTENIBILIDAD
EU-IND.01 Protección de espacios y hábitats de interés natural *       Primario
EU-IND.2 Percepción espacial del verde urbano >10% de volumen verde en más del 50% de los tramos de calle del ámbito de actuación. 10% de volumen verde en más del 75% de los tramos de calle del ámbito de actuación.       Secundario
EU-IND.3 Nº de árboles por tramo de calle ≥0,2 árboles/m en más del 50% de los tramos de calle* (metros lineales) o en los espacio libres públicos (m2). ≥0,2 árboles/m en más del 75% de los tramos de calle* (metros lineales) o en los espacio libres públicos (m2).       Secundario
EU-IND.4 Diversidad de arbolado urbano Criterio 1,5; Cobertura > 100 %.

Criterio 1,5; Cobertura > 100 %.

*El valor deseable de diversidad de arbolado dependerán de los criterios paisajísticos adoptados, sin embargo asegurar una diversidad vegetal mínima en la

      Secundario
EU-IND.5 Funcionalidad de los parques urbanos >7 (tejidos centrales); 7,3 (tejidos medios); 7,5 (tejidos residenciales). > 7,5       Secundario
EU-IND.6 Superficie verde por habitante >10m2/habitante >15m2/habitante       Secundario
EU-IND.7 Proximidad de los espacios verdes 100% población con cobertura a un mínimo de 3 categorías de espacio verde. 100% población con cobertura a un mínimo de 4 categorías de espacio verde.       Secundario
EU-IND.12 Proximidad a los distintos tipos de espacio libre acceso simultáneo a 3 tipologías para el 100% del ámbito de estudio acceso simultáneo a las 4 tipologías para el 100% del ámbito de estudio       Secundario
EU-IND.21 Índice de permeabilidad del suelo > 0,30 > 0,35       Primario
EU-IND.22 Coberturas verdes urbanas >10% de cubierta y/o fachada verde. >15% de cubierta y/o fachada verde.       Primario
EU-IND.23 Cobertura arbórea de sombra 10-30% del espacio peatonal.       Secundario
EU-IND.24 Confort térmico > 50% de horas de confort para a un mínimo del 50% de la superficie total de calles. > 80% de horas de confort para a un mínimo del 50% de la superficie total de calles.       Primario
TPB-IND.02 Grado de participación de la iv en el control de riesgos climáticos Existencia exclusiva de equipamientos públicos y/o uso residencial adaptado. 100 ocupada por elementos de la infraestructura verde.       Secundario
TPB-IND.03 Conectividad ecosistémica de la infraestructura verde       Primario
TPB-IND.10 Diagnóstico basado en los servicios ecosistémico Lo óptimo es tener 0% de ocupación incompatible de la superficie vulnerable.       Secundario
MOT-IND-18

Grado de participación de la infraestructura verde en el control de riesgos

Climáticos

Existencia exclusiva de equipamientos públicos y/o uso residencial adaptado 100%ocupada por la infraestructura verde.       Secundario
MOT –IND-19 Grado de exposición de la población residente en el ámbito 100%adaptada 0%       Secundario
MOT-IND-20 Participación de la infraestructura verde en la reducción de temperatura

<2,77ºC

<5ºF

      Secundario
MOT-IND-21 Capacidad de infiltración de Suelo 5mm-25mm >25mm       Secundario
MOT-IND-22 Protección frente a la subida del nivel del mar 65%-75% >75%       Secundario
MOT-IND-23 Disponibilidad de la infraestructura verde como refugio 5-12 m2/hab >12m2/hab       Secundario
MA-IND-21 Infraestructura viaria con vegetación –  100%       Primario
MA-IND-22 Índice de permeabilidad de las infraestructuras  100%       Primario
MA-IND-23 Percepción visual del verde urbano >10% de volumen verde en más del 50% de los tramos de calle del ámbito de actuación. 10% de volumen verde en más del 75% de los tramos de calle del ámbito de actuación.       Secundario

*Se plantea como objetivo deseable que el planeamiento no afecte ninguna zona de especial interés. Como objetivo mínimo se permitirá un porcentaje mínimo de afectación que podrá permitirse dependiendo del caso concreto y deberá ser estudiada mediante un Estudio de Impacto Ambiental que proponga las medidas correctoras adecuadas.

FUENTE: Elaboración propia a partir de distintas fuentes

Medidas y recomendaciones
Para la ordenación y ejecución

Esta Guía plantea los siguientes retos (medias y recomendaciones), para la incorporación del EJE 1: LA NATURALEZA COMO ALIADA:

  •  (M/A) Renaturalizar las ciudades y pueblos Canarios.
  •  (M/A) Reconversión de espacios infrautilizados para fomentar la renaturalización  e integración de la infraestrutura verde-azul.
  • (A) Soluciones basadas en la naturaleza (SbN) para hacer frente a los riesgos derivados de la acción climática.
  • (M/A) Creación de corredores ecológicos que interconecten los ecotonos y la ciudad. Fomentar la biodiversidad en el espacio urbano.
  •  (A) Prever la implantación de espacios libres inundables y espacios de retención en áreas vulnerables por riesgos de inundación. 
  • (A) Fomentar técnicas de gestión del suelo basadas en los valores de la naturaleza y de los ecosistemas para el control de las inundaciones, promoviendo la máxima permeabilidad
  • (M/A) Incrementar la superficie permeable en los espacios de uso público. Fomento de la minimización de la superficie impermeable, a través de la utilización de superficies y materiales permeables para favorecer el ciclo del agua.
  • (M,A) Potenciar el confort en las áreas peatonales, diseñando los espacios bajo criterios bioclimáticos, donde se involucren zonas de sombra de origen vegetal.  Ventilación natural y elementos de agua como elementos para refrigerar y disminuir la temperatura.
  • (M/A) Ampliar la dotación del verdes en la ciudad y la biodiversidad. El verde como elemento básico para el diseño de los espacios públicos en aras de generar espacios de confort para la ciudadanía. 
  •  (M/A) Conectar ecológicamente las distintas zonas del espacio urbano, mediante la creación de una red verde urbana interconectada entre el espacio periurbano y los núcleos de población, gracias a corredores ecológicos que entren en la trama urbana de las ciudades (corredores urbanos, ramblas, plazas, parques urbanos, etc.) y una distribución equitativa. 
  •  (M/A) Expandir y proteger la cubierta arbórea urbana para ayudar a enfriar la ciudad y mejorar la vegetación. 
  • (M) Planificación de arbolado escogiendo especies de platas locales o autóctonas con mayor capacidad de absorción de CO2.
  • (A) Incrementar el número de árboles que generen sombra, para conseguir un tránsito peatonal más adecuado. 
  • (M/A) Cambio de vegetación a vegetación con mayor masa arbórea para aportar beneficios como la mayor absorción de agua de lluvia y de carbono y mejorar la calidad del aire.
  •  (M/A) Fomento de corredores verdes urbanos que propicie incrementar la superficie sumidero de carbono, la atracción de avifauna, regulación climática interior de la ciudad y la reducción de las partículas contaminantes. 
  • (A) Favorecer el acceso de los ciudadanos a las zonas verdes, definiendo superficies mínimas de zonas verdes según las circunstancias del lugar, población etc.

(Donde M=Mitigación y A= Adaptación).

Integración de la naturaleza como aliada en el espacio urbano. Recomendaciones al modelo de ordenación.

La integración práctica de la naturaleza como aliada en el espacio urbano, conforme a lo que se viene exponiendo en los apartados precedentes de esta Guía, desde el punto de vista del establecimiento del modelo de ordenación en el correspondiente instrumento de planeamiento urbanístico, se recomienda llevarlo a cabo siguiendo los siguientes:

Criterios
para la ordenación

Se recomiendan los siguientes criterios para fijar el modelo de ordenación en el proceso de redacción del planeamiento urbanístico: 

  • Al menos el 35% superficie de suelo objeto de ordenación reciba un tratamiento superficial que la mantenga no sellada.
  • Favorecer el ciclo del agua a través de superficies semipermeables o permeables.
  • Parques o plazas al menos el 50% zonas verdes o naturales.
  • Dimensionado de las infraestructuras y reutilización de agua de lluvia para los Espacios Libres (EELL). 
  • Sistema de riego autosuficiente.
  • OMS indicador óptimo de zona verde por habitante 10-15 m2.
  • OMS al menos un árbol por cada tres habitantes para respirar mejor.
  • Infraestructura verde-azul interconectada. Favorecer la biodiversidad y la interconexión con la avifauna.
  • Corredores verde-urbano que reúnan estos 3 elementos:
  • Emisión de Ruido inferior a 65 dB.
  • Permeabilidad de suelo.
  • Arbolado en una proporción de, al menos, 1 árbol cada 5 metros.
  • Verde urbano Mínimo: >10%de volumen verde en más del 50 % de los tramos de calle del ámbito de actuación.