Como ya se ha adelantado a lo largo del presente Eje de [Eco] sistema urbano, en Canarias muchas urbanizaciones y edificaciones que, debido a la exposición a los impactos físicos y a la elevada vulnerabilidad del parque construido, son altamente sensibles a las inclemencias climáticas. 

Figura  109 Efecto Islas de calor Fuente: Ennomotive.com

A su vez un considerable porcentaje de viviendas en el territorio canario no se encuentran adecuadas para sobrellevar la acción climática, pues contemplan un alto grado de envejecimiento, obsolescencia y degradación, lo que impide la rápida respuesta y adaptación a los posibles riesgos derivados del cambio climático. 

Para generar estrategias de adaptación relacionadas con el contexto específico de ubicación de los edificios, es preciso centrarse en reducir la vulnerabilidad de las edificaciones, priorizando la adopción de acondicionamiento pasivo en cuanto a la forma, orientación y posición de la edificación, volumetría de la edificación, envolvente exterior, favorable hacia un soleamiento y sombreado y protección solar adecuada, distribución interior, iluminación natural, aislamiento térmico y a una buena ventilación natural. Fomentado los mecanismos de ventilación y refrigeración natural. 

 Figura 3. Principio y acción  ilustrativa dentro de Resiliencia y adaptación al cambio climático dentro de la Nueva Agenda Urbana Ilustrada. Fuente: NAU  

Por otro lado, resulta necesario considerar el patrimonio cultural urbano y la identidad de lo edificado, su mantenimiento y conservación, con el fin de que puedan ser preservados y acrecentados para que se integren como elemento de identidad del ámbito urbano. Este patrimonio dignifica a la sociedad y la dota de identidad y unión para su conservación para las generaciones futuras.

Figura 4. Oleada de renovación. Fuente: lineaderehabilitacionfaec.com.

Cabe destacar, siguiendo la linea de lo expuesto, que desde Europa se trabaja en buscar soluciones para alcanzar la neutralidad climática, aumentar la calidad de las edificaciones y de las personas, para lo cual la Comisión Europea ha propuesto mediante su “estrategia sobre una oleada de renovación” aumentar considerablemente la tasa de renovación edificatoria en los proximos años, garantizando que las mismas den una mayor eficiencia energética, de recursos y fomentar la renovación eficiente.

«Queremos que todos los europeos tengan un hogar que puedan iluminar, calentar o enfriar sin arruinarse ellos mismos y sin arruinar al planeta. La oleada de renovación mejorará los lugares en los que trabajamos, vivimos y estudiamos, reduciendo al mismo tiempo nuestro impacto sobre el medio ambiente y ofreciendo empleo a miles de europeos. Si queremos mejores resultados, necesitamos mejores edificios». (Frans Timmermans, vicepresidente ejecutivo para el Pacto Verde Europeo).

¿Tienen todas las edificaciones la misma posibilidad de reconversión? ¿son todas las edificaciones igual de vulnerables? 

La respuesta es no, aunque a priori en Canarias la gran mayoría del parque edificado precisa mejorar para combatir la acción climática, existen zonas, barrios o edificaciones concretas que contemplan un riesgo aún mayor.

Consecuentemente, urge la elaboración de estudios o análisis previos precisos para identificar construcciones con necesidad de actuación prioritaria, bien por estar ubicadas en zonas con riesgo elevado, bien por tratarse de viviendas con alta vulnerabilidad energética y social, o bien por ser patrimonio cultural con posibilidad de desaparecer. 

Por todo ello es importante desde esta Guía hacer un llamamiento al fomento de la adecuación y rehabilitación edificatoria que mejore las condiciones técnicas y consecuentemenete térmicas del parque edificado. 

Por lo tanto, la consecución de esta Meta pasa por tener en consideración los siguientes ítems:

• Lucha contra la vulnerabilidad. Se pretende evidenciar la necesidad de identificar los posibles daños del parque edificado, diagnosticar y dar respuestas en función a ello.
• Diseñar para la resiliencia. En el camino de la resiliencia edilicia, tener en cuenta diversos factores influyente tales como el entorno, la envolvente y los materiales y la naturaleza.
• Patrimonio cultural. Proteger y conservar la identidad de lugar y su patrimonio cultural edificado

Además, para poder adaptar las edificaciones y luchar contra la vulnerabilidad frente a la acción climática, tanto de las construcciones como de la población, es preciso, en primer lugar, llevar a cabo un metodología de análisis y evaluación de las condiciones referentes a la sostenibilidad y posibles riesgos derivados del cambio climático de los edificios, incluyendo la consideracion de la totalidad de su ciclo de vida.

En ese sentido, prestando especial atención a la reconversión y la rehabilitación, teniendo en cuenta las peculiaridades y condicionantes preexistentes, pensando desde lo individual de la vivienda hasta lo colectivo del la edificación o conjunto de edificios. La rehabilitación tiene como fin prolongar la vida útil de la construccción por lo que resulta más sostenible medioambientalmente que una obra nueva con condiciones similares.

Todas las decisiones que se tomen para el diseño teniendo en consideración el analisis previo del que se habla, tendrán una implicación directa en el nuevo ciclo de vida de la edificación a rehabilitar o renovar.

Figura 5.  Esquema conceptual fases de diagnóstico. Fuente: Elaboración propia en base a 09 Guía reducción de vulnerabilidades edificios. www.miteco.gob.es

Por tanto, para proponer soluciones posibles para adaptar una edificación en primer lugar se debe evidenciar qué riegos tiene esa edificación, qué posibilidades para sobrellevar las distintas amenazas a las que se expone y qué posibilidades de recuperación. 

Algunas de las amenazas más significativas referentes a la accion climática que recaen sobre las edificaciones en el ámbito canario son: el aumento de las temperaturas y de episodios de olas de calor, el incremento de las precipitaciones intensas y de inundaciones y escorrentías, o el fuerte oleaje y crecimiento del nivel del mar. 

BÚSQUEDA DE SOLUCIONES

Con los resultados alcanzados y el diagnóstico detallado, es el momento de proponer medidas para la lucha contra la vulnerabilidad de las edificaciones y consecuentemente de la población que hace uso de estas. 

Esto se logra planificando una estrategia para estar adaptado y ser resiliente ante la Acción Climática, cuyas soluciones dependerán por tanto de multiples factores tales como la ubicación, la exposición al impacto, la vulnerabilidad concreta de la propia edificación o al valor de la edificación y de las propias medidas necesarias. Es por tanto desde la planificación y el diseño desde donde se deberá poponer las medidas más adecuadas para el ámbito de actuación concreto.

Figura 6. Soluciones alternativas para la reducción de daños. Métodos estructurantes. Fuente: esquema adaptado en base a 09 Guía reducción de vulnerabilidades edificios. www.miteco.gob.es

Las estrategias para la reducción de los daños podrán dividirse en función a cuatro objetivos estructurantes, además de por el riesgo climático concreto:

• EVITAR: impedir que el riesgo alcance a la edificación. 

Por ejemplo en el caso de riesgo de inundación construir infraestructuras que bordee la parte inundable de la edificación tales como diques o terraplenes permanentes integrados en el paisaje. Otra opción, que además reportaría beneficios para la mitigación, sería la integración de vegetación o espacios permeables permitiendo que el agua sea filtrada y pierda fuerza sirviendo como zonas verdes amortiguadoras.

Figura  110. Perímetro de protección Fuente: guia-recomendaciones-construccion-y-rehabilitacion-edificaciones-zonas-inundables. Miteco.gob.es.

• RESISTIR: Impedir que el riesgo afecte a la edificación.

En el caso de incremento de olas de calor se propone ampliar las superficies verdes en el entorno inmediato y en la propia edificación, mediante terrazas ajardinadas, cubiertas o fachadas vegetales, o acabados con pinturas claras con el fin de refrigerar o “enfriar” las edificaciones.

En el caso de inundaciones una opción que se ha llevado a cabo ya en otras partes del mundo es la elevación de la edificación, mediante un sistema de pilotes aunque en un sistema altamente costoso, siendo más factibles para nuevas edificaciones. 

Figura  113 Elevación de una vivienda Fuente: Projects_UDSarchitects.

• TOLERAR: Tomar medidas necesarias para aceptar la llegada del riesgo, para limitar el daño y reducir la vuelta a la normalidad.

Algunas medidas para sobrellevar las posibles crecidas de barrancos son: limitar el uso en plantas inundables previendo usos no habitables, adaptar los accesos o la instalación sistemas de bombeos o SUDS. (Ver área temática Metabolismo territorial y urbano)

Figura  11430. Sótano inundable Fuente: guia-recomendaciones-construccion-y-rehabilitacion-edificaciones-zonas-inundables. Miteco.gob.es

• RETIRAR: Abandonar la edificación o retirarla cuando el riesgo es inevitable
  e intratable.
  Esta opción resulta necesaria cuando los impactos son muy graves y el resto de
  medidas no son suficientes. Consiste en retirar las edificaciones infraestructuras de las
  zonas de alto riesgo.

La resiliencia es un concepto con múltiples utilidades pero con un fin claro, la pronta recuperación positiva después de episodios o situaciones adversas a las que se ve sometida, en este caso, una construcción, edificación o infraestructura.

Canarias presenta un claro potencial energético, por su moderado clima y la presencia de vientos alisios, lo que facilitaría alcanzar unas temperaturas confortables en las áreas con mayor concentración de edificación. Es por ello que el correcto diseño de la urbanización y la edificación bajo criterios sostenibles se tercia fundamental. Debiendo tener en cuenta soluciones de diseño exterior e interior y de acabados que aprovechen las bondades que el lugar ofrece.

Siguiendo la línea de todo lo expuesto, para luchar contra la vulnerabilidad de la edificación y avanzar hacia la resiliencia edilicia cabe indagar más en algunos de los aspectos claves de las soluciones posibles. 

El entorno, la composición y condiciones de la envolvente, la ventilación, la iluminación natural, el aprovechamiento de los recursos, entre otros, son aspectos importantes para minimizar la necesidad de dependencia energética y mantener niveles de confort interior idóneos.

Por tanto es preciso diseñar para lograr demandas reducidas de calefacción, refrigeración e iluminación, considerando la correcta utilización de materiales y acabados en cuanto a inercia térmica, absorción, emisividad, permeabilidad, textura, albedo etc.

LUGAR COMO FUENTE DE BENEFICIOS

Tal como se ha expuesto anteriormente la ubicación del la edificación, el entorno inmediato y el aprovechamiento de los recursos que se encuentran al alcance suponen un beneficio tanto para la mitigación como para la adaptación al cambio climático. En este sentido muchos son los factores al propio lugar a tener en cuenta como:

• La orientación.
• El soleamiento.
• La ventilación.
• La topografía.

Una edificación que aprovecha la orientación para una correcta captación de la luz solar, permitiendo el paso de la misma al interior del espacio el mayor número de horas al día posible, o un diseño edificatorio en el que se contemple una ventilación cruzada, pudiendo refrescar y ventilar el lugar, permite colaborar con el propio acondicionamiento térmico del edificio y gestionar más eficaz y eficientemente una construcción a lo largo de su vida útil.

Se deben aprovechar los elementos del contexto en el que se sitúa la construcción para disminuir o aumentar las ganancias o pérdidas de calor y favorecer el potencial de los vientos a la vez que para impedir el riesgo de diferentes impactos que pudieran afectar al parque edificatorio.

Figura  11531. Aprovechar elementos del contexto urbano. Fuente: ovacen.com.

Una mejor utilización de los recursos preservará el confort ambiental interior y bienestar y permitirá una mejor resiliencia frente a las posibles consecuencias derivas del cambio climático que recaigan sobre el espacio construido. Motivo por el cual hay que tener presente estas consideraciones a la hora de diseñar, construir o rehabilitar una edificación considerada como resiliente. Pensando desde a todas las escalas del diseño desde el conjunto de edificaciones hasta la propia distribución interior de un espacio.

Figura  11632. Esquemas orientación de una vivienda. Fuente: joseantoniofontal.com

Se entiende como envolvente de una edificación a todo muro, ventana, cubierta, suelo o cimentación que separa el espacio interior de una construcción con el espacio exterior que le rodea. 

Aquélla cumple con las funciones de aislar térmicamente y proteger el edificio contra inclemencias climáticas, con el fin de alcanzar el bienestar en el interior y, a la vez, reducir el consumo energético.

Incluir un correcto aislamiento térmico en un edificio a priori mal aislado logra ahorros del 50% del consumo energético.

Llegados a este punto, es claro que la envolvente de la edificación va a jugar un papel  imprescindible para la adaptación y la resiliencia del parque edificado. 

En Canarias debido a las condiciones ambientales templadas ha proliferado una construcción con baja calidad térmica, donde no se ha tenido en cuenta el comportamiento de los materiales de la envolvente, por lo que luchar contra la acción climática que sobreviene se tercia complicado. 

“Actuar sobre la envolvente del edificio mediante el aislamiento de fachadas y cubiertas es una de las medidas pasivas más efectivas. Su impacto directo sobre el ahorro energético y económico es enorme, dado que la energía que no ha de consumirse no hay que producirla. Mejorando la envolvente térmica se mantiene el confort en los hogares y, al mismo tiempo, estamos necesitando mucha menos capacidad energética”Pedro Vila-Belda, Director Gerente de la Fundación de la Energía.

Por tanto, es necesario tener el control de las principales partes que componente la envolvente y usar acabados y materiales eficientes en las edificaciones. Tal como se ha expuesto anteriormente los materiales pueden absorber, almacenar o emitir energía y tienen una serie de propiedades térmicas y ópticas, tales como la inercia térmica la efectividad, la asertividad o la emotividad.

El diseño de las cubiertas, las fachadas, elementos de cerramiento y la cimentación, contemplando el buen aprovechamiento de los materiales y acabados, a la vez que la buena distribución de huecos, supone un objetivo imprescindible para lograr la mencionada resiliencia edificatoria en Canarias.

Figura  117. Sección fugada integración estrategias pasivas en la envolvente de la edificación.  Fuente: Proyecto: El patio de mi casa (no es particular) Verónica Paradela Pernas, Javier Alejo Hernández Ayllón y Javier de Andrés de Vicente. www.coam.org

Entre los elementos que componen una envolvente, algunas de las soluciones posibles son 

CUBIERTAS:

• Composición de las cubiertas con materiales con baja conductividad térmica.
• Utilización de parasoles , volados y celosías que permitan controlar el paso de la luz natural
• Aplicación de pinturas reflectantes, termopinturas, blancas o con alto efecto albedo.

• Sistemas de recogidas de aguas pluviales. (Ver área temática Metabolismo territorial).
• Cubiertas vegetales.
• Huertos en altura.
• Utilización de nuevas tecnologías de materiales en pro de la lucha contra el cambio climático.

FACHADAS:

• Uso de materiales en su composición que permitan alcanzar un idóneo valor de transmitancia térmica interior–exterior. Materiales con baja transmitancia térmica. 
• Incluir cámaras de aire entre el material exterior y el interior de la edificación para romper el puente térmico y conservar la temperatura interior. Utilización de fachadas ventiladas.

Figura  119. Cámara de aire fachadas ventiladas. Fuente: reformasintegrales10.com 

• Fachadas vegetales
• Parasoles y celosías para el control de la iluminación.

Figura  120 Reforma fachada. Fuente: tectónica.archi.

• Aplicación de pinturas reflectantes, blancas o con alto efecto albedo.
• Utilización de nuevas tecnologías tales como Pinturas que absorben. en CO2 , o madera translúcida que sustituiría al cristal, biodegradable y que cambia su opacidad en función a la temperatura 

Figura 137. Madera transparente. Fuente: ecologíaverde.com.

• Pinturas ecológicas, fabricadas en base a productos naturales, de fuentes renovables, biodegradables y sin componentes tóxicos.

Figura 121 Eco-pinturas o pinturas ecológicas. Fuente: pintomicasa.com

CIMENTACIÓN:

• Utilización de cimentaciones sostenibles o desmontables, las cuales evitarían agotar recursos o dañar el medio ambiente.
• Correcta impermeabilización.

NATURALEZA COMO ALIADA PARA LA RESILIENCIA EN LA EDIFICACIÓN

Siguiendo lo expuesto en el eje de integración de la Naturaleza como aliada y teniendo presente los múltiples beneficios que aquélla aporta al espacio urbano para la mitigación y la adaptación frente al cambio climático y sus riesgos, resulta indispensable que en las edificaciones y en el diseño de las mismas también se debe incorporar la vegetación para lograr la resiliencia de la construcción frente a las vulnerabilidades, persiguiendo así la implicación de la infraestructura verde-azul urbana también a escala más pormenorizada, como lo es la propia construcción.

Para ello el diseño de la edificación, tanto si es renovación como nueva edificación, ha de seguir una metodología respetuosa, atendiendo a las distintas tesituras y vulnerabilidades que pudiesen darse acorde con las preexistencias y las condiciones climáticas presentes y las previsiones futuras.

Figura  121 Beneficios fachada vegetal. Fuente: Projects_UDSarchitects

Hoy existen multitud de ejemplos de soluciones que incorporan la naturaleza en la edificación, en la envolvente, como cubiertas y fachadas vegetales o incluso soluciones que van más allá, introduciendo en el diseño y distribución de la edificación la naturaleza (arquitectura biofílica), en sus espacios privativos y comunitarios, mediante espacios aterrazados o zonas intersticiales, tales como patios o huecos en fachada o cubiertas que incluyen la vegetación en la propia composición. Además cada vez se avanza más en el estudio de estas soluciones para ayudar a mejorar la eficiencia energética del edificio a lo largo de su vida útil e incorporan sistemas innovadores como la incorporación de sistemas de aljibe o SUDS. 

Figura 125 Integración de la vegetación en la edificación, imágenes Edificio Valley. Fuente: construible.es

Por tanto, utilizar plantas en el propio diseño de una edificación permite ayudar en la mitigación del espacio urbano y a su vez adaptar y viabilizar resiliencia de las construcciones frente a los impactos derivados del cambio climático. La implicación e involucración de la naturaleza dentro del propio proyecto edificatorio mejora el confort y bienestar interior y la eficiencia energética del espacio, permitiendo reducir la necesidad de sistemas de refrigeración en verano y de calefacción en invierno.

En relación al patrimonio cultural, es determinante analizar cuáles serán los riesgos que pueden estar planteando los efectos del cambio climático, según tipo de amenazas, para determinar el posible deterioro físico sobre los bienes patrimoniales que se encuentran dentro de las ciudades y los pueblos, integrando medidas de recuperación y conservación  que aseguren la pervivencia del patrimonio cultural de las áreas urbanas, en particular las de interés turístico como elementos de identidad de edificado.

En este sentido resulta clave identificar y sistematizar las amenazas climáticas, tipificar las acciones de adaptación al cambio climático, y caracterizar los impactos al patrimonio edificado según tipo de amenazas, para determinar el posible deterioro físico sobre los bienes patrimoniales.

En un contexto mundial de variabilidad climática que repercutiría en el incremento de la vulnerabilidad del legado cultural y la actividad turística asociada a él, resulta indispensable promover su conservación, la adecuación de las estructuras a los efectos del cambio climático y su promoción social, todo ello desde el respeto histórico. Para cumplir con este propósito, es preciso integrar un conjunto de medidas que aseguren la pervivencia del patrimonio cultural y etnográfico de las áreas urbanas, en particular las de interés turístico con el propósito de conservar e incluso recuperar la idiosincrasia de un lugar.

En la actualidad, muchos entornos urbanos del planeta con valores culturales excepcional son vulnerables a los impactos derivados del calentamiento global, como por ejemplo las inundaciones cada vez más recurrentes en ciudades como Venecia (Italia).

Figura  126 La supervivencia del patrimonio cultural urbano (especialmente el costero) depende de mitigar los efectos del cambio climático. Inundación  histórica de la Plaza de San Marco (Venecia), 2019.                              Imagen de www.tgtourism.tv

Ante un panorama global donde las variables climáticas se verán gravemente alteradas,  es preciso poner de manifiesto que el nivel constructivo las edificaciones con valor histórico y cultural pueden ser una de las estructuras urbanas más vulnerables ante el cambio climático. Originalmente fueron diseñados en un marco climático distinto en relación al proyectado en las próximas décadas, no estando adaptadas a los impactos de dicho fenómeno y corriendo el riesgo de degradarse e incluso desaparecer. 

Al considerar el patrimonio cultural urbano no solo incrementa la resiliencia del territorio sino que también adecua las edificaciones para reforzar la salud y la integridad física de las personas. Los factores que pueden influir en la conservación de un elemento patrimonial son:

• Las presiones debidas al desarrollo.
• Los factores medioambientales.
• Los desastres naturales y medidas para afrontarlos.
• Las presiones del turismo y los visitantes.
• El número de habitantes del lugar y del ámbito de protección.

Cabe aquí también destacar que originalmente gran parte del patrimonio cultural de Canarias fue concebido para entornos rurales y que debido al desarrollo urbanístico de las islas en las últimas décadas y que parte de estas estructuras ha quedado encapsulado dentro de las ciudades, escasamente integrado en la dinámica de las urbes, corriendo el riesgo de deteriorarse e incluso desaparecer. 

Ante esta perspectiva, el Plan Nacional de Emergencias y Gestión de Riesgos en Patrimonio Cultural, recoge que: 

“Las iniciativas para promover su conservación no pueden ceñirse a acciones cuyo objetivo sea únicamente subsanar los efectos que produce el paso del tiempo sino que, por el contrario, es preciso apostar por la implantación de medidas preventivas”.

Figura  144  Foto histórica y estado actual del ámbito de las molinas en Corralejo, testimonio del pasado cerealístico de Fuerteventura, hoy en día absorbido por el desarrollo urbanístico. Fuente: Cabildo de Fuerteventura y Fuerteventura digital.

Cabe destacar en el contexto de Canarias que, aunque como se ha comentado el patrimonio cultural edificado de Canarias a día de hoy se encuentra poco integrado en la dinámica de las ciudades, para la arquitectura tradicional Canaria el aprovechamiento del sol y del viento no es algo nuevo, pues la integración de la edificación en el entorno para adaptarse al clima local es evidente, tal como se refleja en algunos de los componentes tradicionales de esta arquitectura, como los conocidos “patios canarios” donde era usual incluir frondosa vegetación e incluso fuentes. Otra manera de acondicionarse al lugar en esta arquitectura era la ubicación de las estancias principales al abrigo de los vientos dominantes.

• Análisis de la trama actual.
•  Participación de la I-VAu en las edificaciones
•  Densidad y compacidad ( envolvente y volumen) de las edificaciones
•  Tipología, no de plantas, materiales de las edificaciones
•  Antigüedad de las edificaciones
•  Uso de las edificaciones
•  Orientación de las edificaciones
•  Localización del patrimonio cultural.
•  Estudio de Soleamiento y vientos predominantes del área de estudio. Análisis
  de climatología urbana.
•  Usos en plantas bajas y sótanos de edificaciones.
•  Calidad constructiva de las edificaciones, antigüedad, materiales,
  mantenimiento, uso, eficiencia.
•  Etiquetas de certificado de eficiencia energética de las edificaciones
  preexistentes.
•  Análisis de la pobreza energética del aprque edificado
• Sellado del suelo
•  Zonas vulnerables por riesgos de desprendimiento y deslizamientos.
• Zonas vulnerables por riesgos de oleaje extremo
•  Zonas vulnerables por riesgos de inundaciones
•  Zonas con efecto isla de calor

Para obtener esta visión crítica sobre el estado actual del modelo resulta necesario que la información urbanística del instrumento de planeamiento deba analizar una serie de aspectos para realizar un correcto diagnóstico y enfocar las medidas y propuestas de cara a la ordenación.

La fase de INFORMACIÓN Y DIAGNÓSTICO deberá proporcionar la suficiente información a partir de unos elementos de análisis para detectar las zonas prioritarias de actuación que presenta el ámbito de estudio y actuación, en cuanto al funcionamiento y eficiencia de dicho modelo. Para esto, el planificador deberá considerar:

• Analizar las edificaciones ubicadas en zonas sensibles, con posibilidad de sufrir daños debido a los riesgos derivados del cambio climático.
• Analizar calidad de las edificaciones teniendo presente, su antigüedad, calidad edificatoria y energética con el fin de delimitar zonas de preferencia de intervención.
• Analizar la trama actual, la participación de la infraestructura verde-azul urbana en los lindes de las edificaciones con el fin de localizar los puntos con necesidades de adecuación  para proteger el patrimonio edificado.
• Analizar la localización de zonas con efecto de ICU, con el objeto de llevar a cabo actuación de renaturalización y adecuación de edificaciones colindantes.
• Analizar el grado de permeabilidad y sellado de los suelos con el fin de mejorarlo para incrementar la resiliencia frente a posibles daños derivados de los impactos del cambio climático tales como inundaciones.
• Analizar el estado e integración en el entorno del patrimonio cultural con el fin de proteger la perpetuidad del mismo.

• Edificaciones vulnerables por falta de calidad constructiva, falta de eficiencia
  energética
•  Áreas de priorización para la renovación edificatoria por ineficiencia energética
  ( 1979, 2006,2020)
•  Edificaciones vulnerables por ubicación (por riesgos e islas de calor,
  inundaciones, deslizamientos y desprendimientos)
•  Edificaciones con necesidad de actuar en plantas bajas o sótanos frente a los
  riesgos derivados de CC.
•  Edificaciones vulnerables por baja calidad energética, pobreza energética
•  Edificaciones con densidad inadecuada.
•  Edificaciones enfermas (véase EU4 salud y bienestar)
•  Edificaciones con posibilidad de ubicar sistemas de generación de energía en
  cubiertas o fachadas.
•  Patrimonio cultural en mal estado, poco integrado o con riesgo a sufrir daños
  por la acción climática.
•  Plano de conclusión de intervención por fases de prioridad.
• DEBILIDAD/POTENCIALIDAD: zonas con vulnerabilidad alta y media tres
  aspectos calidad, zona y densidad.

Estos aspectos que se diagnostiquen pueden ser identificadas como debilidades, pero también como potencialidades y oportunidades para un cambio de rumbo si el planeamiento urbanístico las identifica, e implementa medidas dirigidas para ese cambio desde la ordenación.

Los indicadores se agrupan en varios bloques, indicadores de evaluación/diagnóstico, de modelo e indicadores de seguimiento. Unos ayudan a establecer el grado de sostenibilidad y lucha del cambo climático de la situación actual del territorio para establecer prioridades de actuación y los terceros se aplicarán tras establecer las alternativas de ordenación y la ordenación final para analizar si el proceso de ordenación y las intervenciones establecidas hacen del territorio un territorio resiliente y mitigador frente al cambio climático.

Los indicadores de evaluación, completan el diagnóstico precisamente porque nos ayudarán a evaluar la situación actual y se acerca o no cumple a los umbrales mínimos de sostenibilidad, requiriendo en su caso una atención prioritaria.

Estos indicadores se presentarán en forma de ficha en el anexo correspondiente de la presente Guía.

Así pues, se establecen unas medidas y propuestas en aras de viabilizar, desde el planeamiento urbanístico, el cumplimiento de la meta de desarrollar. 

• (M/A) Utilización de criterios de soleamiento y ventilación que permitan la captación eficiente de energía y reduzcan la carga energética de la ventilación mecánica
• (M/A) Considerar el soporte territorial en el diseño y construcción de la edificación.
• (M/A) Proyectar envolventes eficientes y sostenibles, fachadas, cubiertas y cimentaciones que den respuesta frente a la acción climática, considerando la problemática concreta de la edificación. Tales como cubiertas y fachadas vegetales, diseños biófilos en las edificaciones. Integración del verde en la edificación con el fin de termoregular el espacio.
• (A) Implantación de sistemas para el almacenamiento, la retención y la reutilización del agua en la edificación (SUDS) para adaptarse a posibles inundaciones. 
•  (A)Implantación de cochones verdes y/o suelos permeables en bordes de edificaciones vulnerables con el fin de reducir posibles riesgos de la acción climática en las edificaciones.
• (A) Utilización de materiales reflectantes, tales como puntura blanca o con efecto albedo para disipar el calor.
• (A) Conseguir el confort y el bienestar para los usuarios de las edificaciones a través del diseño bioclimático de la edificación.
•  (M/A) Utilización de estrategias pasivas en las construcciones con el fin de alcanzar mayor confort interior y minimizar el consumo de energía.
• (M,A) Uso de elementos para reducir el consumo de agua. Implantación de sistemas para la captación, recolección y reutilización del agua pluvial (SUDS)
•  (A) Mantenimiento y conservación de los valores del patrimonio edificado como valor cultural que dignifica la sociedad
• (A) Proteger y adecuar el patrimonio cultural edificado para su conservación, adaptación y pervivencia ante los efectos del cambio climático.
• (M/A) Fomentar el autoconsumo de los recursos. Utilización de nuevas tecnologías que ayuden a reducir el consumo y las emisiones.
• (A) Eficiencia en el proyecto urbano para lograr un confort en las edificaciones. La conservación y el aprovechamiento de materiales y recursos
• (M,A) Reconvertir edificaciones infrautilizadas. Aumentar la compacidad y mixticidad en las edificaciones.
•  (A) Reconvertir el uso en planta baja y primera de edificaciones en zonas por riesgo de inundaciones.
•  (A) Configuración del proyecto edificatorio y su entorno inmediato en un diálogo necesario, para conseguir el confort y bienestar para los usuarios.
•  (M/A) Plantear incentivos para la utilización de materiales ecológicos y bajos en carbono para contrarrestar los altos costes de los mismo frente a los tradicionales no sostenibles.

(M=Mitigacion /A= Adaptación)

Se recomiendan unos criterios para la ordenación, dirigidos al planeamiento urbanístico, en aras a alcanzar la meta aquí descrita.. 

• Integración de estrategias pasivas para lograr una envolvente eficiente.
• Crear diseños de edificaciones adaptados a las condiciones climáticas variables.
• Diseñar las edificaciones para ser resilientes frente a los riesgos del cambio climático.
• Minimizar la necesidad de dependencia energética y mantener niveles de confort interior idóneos, para lo cual ha de privilegiar el entorno, la composición y condiciones de la envolvente, la ventilación, la iluminación natural, el aprovechamiento de los recursos, entre otros.
• Diseñar para lograr demandas reducidas de calefacción, refrigeración e iluminación, considerando la correcta utilización de materiales y acabados en cuanto a inercia térmica, absorción, emisividad, permeabilidad, textura, albedo etc.
• Mejorar la mejora de la envolvente mediante la correcta utilización de materiales y acabados eficientes y sostenibles, así como priorizar la reutilización y el reciclaje para logar  una construcción eficiente.
• Reforzar y proteger del patrimonio cultural  y su la identidad.