El Confort Ambiental, como concepto subjetivo que expresa el bienestar físico y psicológico del individuo cuando las condiciones de temperatura, humedad y movimiento del aire son favorables a la actividad que desarrolla y el espacio que le rodea, se encuentra en gran medida lastrado por su ambigüedad y variabilidad a lo largo de la evolución humana, al estar sometida su consideración en todos los momentos y en gran medida al grado de desarrollo social y a las necesidades cambiantes de la humanidad a lo largo de la historia. 

También se ha abordado este término como la percepción externa instantánea de las personas sobre el medio circundante, pudiendo influirles positiva o negativamente en su bienestar, salud y comodidad física y/o mental. 

En las últimas décadas, numerosas publicaciones han postulado sobre la importancia de aplicar la transversalidad en los estudios del clima urbano, el confort de la ciudadanía y el urbanismo como consideraciones básicas en ciudades saludables. 

En este sentido, la OMS considera que: “la salud es un estado de completo del bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades

Desde la óptica estatal, se subraya el papel de la Red Española de Ciudades Saludables (RECS), que considera la ordenación territorial y urbana como una herramienta para mejorar la vida de las personas, reivindicando que una buena salud de los habitantes es un indicador de que el ecosistema urbano ha conseguido un desarrollo sostenible.

Hoy en día es patente la importancia del confort ambiental en la salud pública, comenzando a ser una variable a considerar en la planificación urbanística, por lo que desde esta Guía se considera necesario abordarla mediante esta Línea de análisis, fijando a través de la misma la consecución de la siguiente:

META 1

Reforzar la resiliencia  del conjunto de la  ciudadanía ante los factores de riesgo derivados del cambio climático.

Para poder integrar el Confort Ambiental en el planeamiento urbanístico, se ha considerado oportuno ofrecer a las personas o profesionales que acudan a esta Guía, una serie de ítems organizados a través de los sentidos, partiendo del;  “Modelo para efectos combinados de variables ambientales sobre las respuestas fisiológicas humanas” (Nagano y Horikoshi, 2005)

Así, se han agrupado los distintos parámetros de Confort Ambiental a través de la percepción sensorial, excluyendo el sentido del gusto debido a que se recoge en el Equilibrio de la Nutrición (Salud Integral).

Figura 1398. Diagrama del modelo para evaluar el Confort Ambiental urbano de un Plan desde la dimensión colectiva. Elaboración propia.

Algunos de los parámetros indicados pueden interrelacionarse a su vez en varios sentidos, realizando la distinción entre predominante (ostenta un mayor peso sobre un determinado canal sensorial) y complementario (a pesar de que el parámetro es predominante en un sentido, también puede percibirse en otro canal). 

Así mismo, los parámetros se han categorizado según su incidencia negativa o positiva en base al canal sensorial en el que se encuentre, de manera que los parámetros de signo negativo pueden derivar de los impactos ambientales detectados en el diagnóstico del instrumento de planeamiento de que se trate.

En base a ello, se realiza una propuesta de interrelación de diversos elementos del Confort Ambiental en el espacio urbano, organizados en función de su predominancia teniendo en cuenta los cuatro canales sensitivos:

Confort auditivo

Se afrontan las sensaciones acústicas, teniendo como elemento de partida el sonido ambiental del entorno y cómo se ve alterado por el ruido producido por las actividades antrópicas. 

Según la Real Academia Española, el ruido es especificado como “sonido inarticulado, por lo general desagradable”, elemento cotidiano en las ciudades y que además de ocasionar interferencias en la comunicación, científicamente se ha demostrado su relación con malestares crónicos (trastornos del sueño, variaciones de la conducta, estrés,…), e incluso enfermedades cerebrovasculares y cardiovasculares. 

Figura 140. Efectos del ruido en la salud humana. Fuente: Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal). https://www.isglobal.org.

Consecuentemente, desde la perspectiva de este canal sensorial, se considera relevante estudiar en la fase de análisis y diagnóstico del planeamiento urbanístico, las actividades e infraestructuras que generan contaminación acústica en el ámbito de los pueblos y ciudades con el propósito de minimizarlos e incluso neutralizarlos. 

Un ejemplo estratégico para minimizar el ruido urbano consiste en las bandas funcionales de vegetación, pavimento de materiales absorbentes como el asfalto sono-reductor en vías básicas y/o el calmado del tráfico (disminuyéndolo a Km/h e incluso a 20 Km/h). 

Figura 14160. Ejemplo de barrera anti ruidos a través considerado en el diseño del espacio público: topología y por vegetación con porte arbóreo. Fuente: Claves para proyectar espacios públicos confortables. Indicador del confort en el espacio público. https://www.plataformaarquitectura.cl

Confort oflativo

Puede definirse como las percepciones recibidas a través del canal olfativo, en el que no solo afecta la percepción del olor, sino también que a través de la nariz se introducen en el organismo sustancias volátiles y material particulado esparcido en la atmósfera que a simple vista no suele ser percibido por el olfato, pero puede originar problemas en el sistema respiratorio e, incluso, afectar a la salud de las personas. 

Figura 142. Efectos de la contaminación atmosférica en la Salud. Fuente: Tenías et al.1999. Impactos del Cambio Climático en la Salud (Gobierno de España).

Se propone, por lo tanto, considerar esta variable en la fase de análisis y diagnóstico del planeamiento urbanístico, considerando la información de que se pueda disponer sobre los gases contaminantes por tráfico rodado, las partículas procedentes de actividades antrópicas, de espacios sin tratar o de la percepción constante de malos olores del ámbito o espacio urbano donde se pretenda intervenir.

Por ejemplo, para prevenir la polución y sus efectos nocivos en la salud pública resulta necesario identificar las fuentes contaminantes donde se pretende ordenar urbanísticamente, contrarrestándolas a través de la movilidad no motorizada y de los modos de transportes que funcionen con energías renovables, sin ir más lejos o recurriendo a la infraestructura verde, por su funcionalidad y característica purificadora del aire.

Confort térmico

Tomando como punto de partida la Norma ISO 7730:2006 (Ergonomía del ambiente térmico), el Confort Térmico se puede definir como; “la condición de la mente en la que se expresa la satisfacción con el ambiente térmico”.

Asimismo, se entiende como neutralidad térmica el punto intermedio entre frío y calor, no interviniendo los mecanismos fisiológicos termorreguladores del cuerpo humano ante una determinada actividad, en la que interviene múltiples factores tales como la temperatura, la humedad, el viento e incluso, el tipo de vestimenta. 

Para estudiar la incidencia de estos aspectos y su consideración a la hora de establece el modelo de ordenación de los instrumentos de planeamiento urbanísticos, se propone desde esta Guía analizar en los ámbitos urbanos donde se pretenda intervenir, las islas de calor, el efecto albedo, las zonas de sombra (tanto por vegetación como la proporcionada por las infraestructuras) y la acción refrigerante de la infraestructura azul.

Figura 14362. Efectos de las islas de calor en la salud. Fuente: www.isglobal.org

En efecto, en nuestras ciudades y poblaciones resulta vital reducir la incidencia de las islas de calor debido a que la ciudadanía con un rango de edad superior a 75 años es especialmente vulnerable al aumento de las temperaturas, con los daños que ello ocasiona en la salud, tal como muestra el siguiente gráfico del Ministerio de Sanidad.

Figura 1443. Efectos del calor en la salud humana. Fuente: Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal). https://www.isglobal.org

Al mismo tiempo, el incremento de las temperaturas favorecerá una mayor tasa de mortalidad, morbilidad e impactará negativamente, entre otros aspectos, en la productividad laboral especialmente en las actividades desarrolladas al aire libre. 

Por tanto, resulta urgente repensar y configurar los tejidos urbanos bajo criterios de soleamiento, apostando por una red arbolada vinculada a las necesidades de sombra de la infraestructura urbana y de los espacios libres, así como la diversificación de la vegetación tanto en su porte como en las especies empleadas. 

En este sentido, se propone desde esta Guía tener en consideración los siguientes parámetros para de la mejora de las condiciones ambientales del arbolado urbano:

Tabla 4. Clasificación de la densidad óptima del arbolado urbano. Fuente: Guía Metodológica para los sistemas de auditoría, certificación o acreditación de la calidad y sostenibilidad en el Medio Urbano. Gobierno de España.

BALANCE w/m2 INTERPRETACIÓN
>150 Muy caluroso
50 a 150 Ligeramente caluroso
-50 a 50 Nivel de Confort 
-50 a -150 Ligeramente frío
<-150 Muy frío

Tabla 14. Clasificación de la densidad óptima del arbolado urbano. Fuente: Guía Metodológica para los sistemas de auditoría, certificación o acreditación de la calidad y sostenibilidad en el Medio Urbano. Gobierno de España.

PORTE DIÁMETRO COPA (m) DISTANCIA ENTRE ÁRBOLES Nº ÁRBOLES/100 M2 DENSIDAD ÓPTIMA (DOBLE ALINEACIÓN)
Pequeño 4 4 25 0,50
Mediano 6 8 12,5 0,26
Grande 8 10 10 0,20

Tabla 5. Propuesta para la plantación del arbolado según tipología de calle. Fuente: La Gestión del arbolado viario de Barcelona.

TIPOLOGÍA DE CALLE ESTRECHA MEDIA ANCHA ANCHA
Dimensiones de acera Inferior a los 3,5 m. Entre 3,5 y 6 m. Superior a 6 m.
Tipología de plantación de especies Porte pequeño Porte medio Porte Grande
Distancia minina entre árboles y faroles 3 m. 4.5 m. 6.5 m.
Distancia mínima entre árboles 7 m. 9 m. 13 m.

Distancia entre árboles y

semáforos/señalización

3 m. 3 m. 3 m.
Distancia entre árboles y vados 1 m.
Dimensiones de alcorque 1 m2 (0,8 x 1,2 m) 1 m2 (0,8 x 1,2 o 1 x 1 m.) 1,5 m2 (1,2 x 1,2 m.)
Dimensiones de alcorque circulares Diámetro de 1.2 metro

En buena lógica, se persigue un diseño del espacio urbano que incorpore criterios bioclimáticos, especialmente en las áreas más calurosas, no solo aumentando la sombra de origen vegetal, sino también, aumentando el potencial de las infraestructuras, prestando atención a la ventilación natural inducida, a los pavimentos permeables, materiales con altos albedos, la integración de elementos de agua (con su control fitosanitario pertinente) y la potenciación de un cielo limpio, variables que inciden en el estrés por calor. 

Figura 145. Ejemplos para reducir el efecto de las islas de calor de los entornos urbanos. Proyecto de Ordenación Paisajística del Bulevar Louis Pasteur y de los espacios públicos principales del Campus Universitario de Teatinas (Málaga). Fuente: www.plataformaarquitectura.cl

Por otro lado, considerando los recursos hídricos, ya que el agua y el saneamiento son uno de los principales motores de la salud pública que, gestionándola correctamente, supone ganar una importante batalla contra todo tipo de enfermedades. 

Valga como ejemplo, la exposición que sigue, referida a la relación de patógenos y enfermedades que pueden trasmitirse a través del agua mal gestionada y que se verán favorecidos por los efectos del cambio climático:

Tabla 6. Resumen de patógenos y su relevancia en salud. Fuente: Impactos del Cambio

Climático en la Salud (Gobierno de España).

PATÓGENO ENFERMEDAD INFLUENCIA DEL CLIMA RELEVANCIA EN SALUD SEGÚN LA OMS
VIRUS Norovirus Gastroenteritis.
  • Las tormentas (huracanes) pueden aumentar el transporte desde fuentes de aguas residuales y fecales.
  • Cambios en estacionalidad.

 Incremento de la supervivencia con temperaturas bajas y luz solar. 

ALTA
Sapovirus Gastroenteritis.
VHA Hepatitis.
Rotavirus Gastroenteritis.
Enterovirus Gastroenteritis.
Adenovirus Gripe respiratoria e intestinal.
BACTERIAS Escherichia coli Gastroenteritis.
  • Rápido y excesivo crecimiento de zooplancton.
  • Salinidad y temperatura asociadas con crecimiento en medio marino.
ALTA
Campylobacter jejuni Gastroenteritis
Helicobacter pylori Ulcera gástrica y duodenal.
Legionella pneumophila Neumonía.
Vibrio cholera Cólera.
Vibrio parahaemolitycus,  V. vulnificus Infecciones de heridas, otitis, septicemia, gastroenteritis, disfunción respiratoria, reacciones alérgicas. MEDIA-BAJA
Cianobacterias tóxicas Dermato-toxicidad  MEDIA
PROTOZOOS Cryptosporidium spp Gastroenteritis.
  • Las tormentas (huracanes) pueden aumentar el transporte desde fuentes de aguas residuales y fecales.
  • La temperatura se asocia con la maduración e infectividad de Cyclospora
ALTA
Giardia spp. Gastroenteritis.
Acanthamoeba spp Queratitis, ceguera. BAJA
Naegleria fowleri Meningoencefalitis. BAJA

Confort visual

Refiere a todos los impactos visuales que posee el territorio y el espacio urbano dado su incidencia activa en el cuerpo y en la mente de las personas, afectando incluso a los ritmos circadianos. 

Se propone desde esta perspectiva, por tanto, analizar la intensidad lumínica y el protagonismo de la infraestructura verde-azul en el espacio urbano donde se intervenga, ya que como refiere el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), los espacios verdes y la red azul favorecen la reducción del estrés, mejora el desarrollo cognitivo y la esperanza de vida.

Figura 146. Ejemplo de Jardín vertical Atlántico, Plaza de España (Santa Cruz de Tenerife).                                       Fuente: https://www.verticalgardenpatrickblanc.com

También es aquí necesario señalar que el exceso de contaminación lumínica no solo afecta negativamente en el comportamiento de la fauna, sino que también repercute en la salud de las personas, existiendo estudios que relacionan la exposición nocturna a la luz artificial con el riesgo de padecer cáncer de mama y de próstata

Figura 147. Efectos en la salud por la falta de espacios naturales. Fuente: Instituto de Salud Global de

Barcelona (ISGlobal). https://www.isglobal.org

Esta variable se ha de considerar igualmente por el planeamiento urbanístico de Canarias, si se tiene en cuenta, además, la iniciativa Starlight, en la que se destacan los beneficios en el cuerpo y en la mente, reivindicando el derecho universal de las personas para observar las estrellas.

Figura 1487. Contaminación lumínica en Canarias. Fuente: Instituto Cooperativo de Investigación en Ciencias Ambientales de la Universidad de Colorado Boulder. Light Pollution Map.

Confort emocional

Las interrelaciones entre el medio físico y el sistema social suponen las bases socio-ecológicas en la salud. 

Tradicionalmente en los procesos urbanísticos de los pueblos y de las ciudades no se reflexionaba de manera explícita sobre la mejora de la calidad de vida y del bienestar mental del conjunto de sus residentes, cuando actualmente se ha detectado que los espacios urbanos deben invitar al apoyo recíproco de las personas y hacerles partícipe sobre los cobeneficios que tiene el cuidado de la naturaleza sobre la salud física, mental y social. 

Por este motivo, esta Guía pretende focalizar desde el punto de vista psicológico, el potencial del espacio urbano público para reforzar los lazos interpersonales en un horizonte donde, a mayor abundamiento, el CC elevará la incertidumbre en la identidad social e incrementará la vulnerabilidad colectiva. 

Resulta necesario, por lo tanto, crear desde el planeamiento urbanístico, gestionar y mantener lugares inclusivos y seguros, que favorezcan la confianza colectiva, la corresponsabilidad y el cuidado mutuo, concibiendo el espacio público como lugares de interacción social que inviten a la ciudadanía a disfrutar del aire libre urbano, impulsando la consolidación de las comunidades y, por ende, potenciando el bienestar humano, social y la identidad de nuestras ciudades y poblaciones. 

Figura 149. Peatonalización para la salud ciudadana de Rionegro, Calle Consciente (Antioquia, Colombia), ejemplo de cómo rediseñar el espacio urbano implementando metodologías participativas.                     Fuente: Grupo BID – Ciudades Sostenibles.

Se propone, consecuentemente, que en la fase de análisis y diagnóstico del planeamiento urbanístico, se identifiquen los remanentes urbanos que no tengan una funcionalidad determinada o los espacios que se encuentran en un contexto degradado, reconvirtiéndolos física y socialmente en lugares acogedores

Para esto, el diseño del espacio urbano debe partir de la perspectiva de género desde una visión absolutamente transversal, interseccional y sostenible, prestando especial atención a la gerontología ambiental para promover un envejecimiento activo.

A modo práctico, el Parque de High Line, que discurre por tres barrios de Manhattan, New York (EEUU), planificado sobre una antigua infraestructura ferroviaria que se encontraba en estado ruinoso, originándose este proyecto en el año 2002 a través de la plataforma ciudadana Friends of the Highline y apoyado por la administración pública de Nueva York con el objetivo de preservar un símbolo histórico de la época industrial de la ciudad y, a su vez, beneficiar a la sociedad neoyorkina. 

Figura 1509. Antigua línea ferroviaria en estado de abandono. Imagen de https://www.solaripedia.com

La reconversión de esta infraestructura ha transformado las relaciones sociales, impulsando iniciativas tales como parques comunitarios, lugares de encuentro para las familias, así como espacios de expresión cultural, reforzando las condiciones de salud y el confort ambiental de la ciudad frente el CC, fortaleciendo las relaciones del entorno social.

Figura 151. Parque High Line. Fuente: www.solaripedia.com

Además, en la proyección de estos espacios, se sugiere la puesta en funcionamiento de las tecnologías vinculadas a las ciudades inteligentes (smart city), con el afán de monitorizar y actuar en tiempo real en el espacio físico para mantener las condiciones óptimas de salud, confort ambiental y sobre las experiencias de las personas, suponiendo un proceso transversal en el que deben ser partícipes múltiples agentes urbanos para un modelo eficiente y sostenible. 

Figura 15271. Ejemplo que vincula la interacción tecnológica, las relacionas sociales y el diseño biofílico. Proyecto de Ordenación Paisajística del Bulevar Louis Pasteur y de los espacios públicos principales del Campus Universitario de Teatinas (Málaga). Fuente: https://www.plataformaarquitectura.cl

Figura 153. Principios de un modelo ideal de una ciudad inteligente que permite actuar a tiempo real para evitar problemas en la salud de la ciudadanía. Fuente: Fundación Endesa. Elaboración propia.

Por otra parte, como se ha señalado a lo largo del Eje de integración que nos ocupa, con el propósito de reducir la fragilidad de la sociedad y asegurar la integridad física y psicológica de las personas ante los efectos del CC, resulta imprescindible que el urbanismo tenga en cuenta la información referida a los desastres de índole natural (incendios, las inundaciones, los fuertes vientos además de los desprendimientos y/o deslizamientos cada vez más frecuentes como consecuencia del CC), para así facilitar proponer soluciones sobre el espacio urbano y las poblaciones que, ante futuros episodios, garanticen una respuesta sistémica, ágil e inteligente. 

Figura 154. Incendio forestal de Gran Canaria próximo al núcleo urbano de Tejeda (agosto de 2019). Fuente: El País.

De hecho, en Canarias ya contamos con experiencias que abordan esta cuestión y, así, un ejemplo de prevención de los riesgos naturales frente a los efectos del CC es el Proyecto Life Garachico (Tenerife), identificado por su marco estratégico de adaptación flexible ante las inundaciones costeras, contando con un sistema de alerta temprana ante inclemencias naturales a través de la boya de control del oleaje, que surge con el objetivo de anticipar con tiempo los eventos de inundación en la avenida. 

Valga como ejemplo para destacar la relevancia de la implantación de tecnologías de la información y de la comunicación (Smart City), para monitorizar las vulnerabilidades urbanas y llevar a cabo las acciones oportunas con suficiente antelación.

Figura 155. Datos del Sistema de alerta temprana de Garachico (Tenerife) durante la tormenta “Épsilon”. Fuente: Instituto de Hidráulica Ambiental de la Universidad de Cantabria.

Elementos o conceptos clave de la Meta.
Confort térmico, Confort olfativo, Confort visual, Confort auditivo, Confort Emocional, Riesgos naturales, Smart city, Sistema de alerta temprana

Items de análisis
Conocer la situación actual

  • Islas de calor.
  •  Infraestructura verde-azul.
  •  Zonas de sombras.
  •  Concentración de malos olores.
  •  Contaminación atmosférica.
  •  Efecto albedo.
  •  Escasa integración del borde urbano: Desmontes, taludes, vertidos, etc.
  •  Ruidos.
  •  Seguridad física y ciudadana.
  •  Grado de integración con el entono desde la biodiversidad.
  • Grado de sentimiento de arraigo.
  •  Desarrollo urbano histórico.
  •  Smart city.

Se propone estudiar los elementos físicos y sociales que explican el confort urbano y las relaciones sociales actuales. Resulta estratégico incorporar la visión de la ciudadanía debido a que son los indicadores del funcionamiento (o desequilibrio) del sistema urbano. Asimismo, el integrar a la sociedad en los procesos de co-creación, asegura un mayor éxito de las acciones promovidas por un plan o un proyecto.

Diagnóstico
Necesidades de actuación

  • Grado de confort ambiental urbano.
  • Vulnerabilidades de la salud integral del conjunto de la sociedad.
  •  Riesgos derivados del cambio climático

Para detectar las necesidades de la sociedad en salubridad, se propone identificar las áreas urbanas que presentan signos de disconfort ambiental y el impacto que genera esta situación sobre la salud integral de las personas. Asimismo, es conveniente integrar la peligrosidad que puede generar el cambio climático sobre las personas, como por ejemplo, las enfermedades transmitidas por el agua, a través de  vectores, las variaciones de los condicionantes físicos, y  especialmente, sobre los riesgos naturales (incendios, inundaciones, desprendimientos/deslizamientos, etc.).

Indicadores
Evaluación-ordenación-seguimiento

INDICADORES CRITERIOS DE ORDENACIÓN EVALUACIÓN
DIAGNÓSTICO
MODELO SEGUIMIENTO TIPO DE INDIDACOR
UMBRAL MÍNIMO UMBRAL DE  SOSTENIBILIDAD
EU-IND.28 Contaminación acústica. 100% del territorio por debajo de 65 dB durante el día y 55 dB durante la noche.
Primario
EU-IND.29 Contaminación atmosférica.
  • SO2: 125 g/m3, no superable en más de 3 ocasiones por año.
  • NO2: no superable en más de 40 g/m3.
  • PM10: no superable en más de 40 g/m3.
  • PM25: 25 g/m3.
  • CO: 10 mg/m3.
Aire sin partículas contaminantes.
Primario
EU-IND.30 Contaminación del suelo Concentración inferior a la legislada para cada contaminante Suelo sin contaminantes
Primario
EU-IND.31 Contaminación electromag-nética Cero.
Primario
EU-IND.02 (A) Percepción espacial del verde urbano >10% de volumen verde en más del 50% de los tramos de calle del ámbito de actuación. 10% de volumen verde en más del 75% de los tramos de calle del ámbito de actuación.
Primario

EU-IND.21

(B)

Índice de permeabilidad del suelo. > 0,30 > 0,35
Primario
EU-IND.22 (B) Coberturas verdes urbanas >10% de cubierta y/o fachada verde. >15% de cubierta y/o fachada verde.
Primario

EU-IND.24

(B)

Confort térmico

> 50% de horas de confort para a un mínimo del 50% de la superficie total de calles.

.

> 80% de horas de confort para a un mínimo del 50% de la superficie total de calles
Primario

MOT-IND.15

(C)

Índice del riesgo de incendio forestal.  

<30% días con riesgo de incendio alto/muy alto o extremo

<10% perímetro colindante con usos forestales

<10% días con riesgo de incendio alto/muy alto o extremo
Primario

MOT-IND.16

(C)

Índice de riesgo de inundación ??? = Í????? ?? ?????? ?? ????????ó? < 1 ??? = Í????? ?? ?????? ?? ????????ó? = 0
Primario

MOT-IND.17

(C)

Índice de riesgo de deslizamiento / desprendi-miento ??? < 2,39 ??? = 0
Primario

(A). Indicador descrito en la línea “EU.1.1 Naturaleza como eje vertebrador de la ciudad. Simbiosis naturaleza-ciudad”.

(B). Indicador descrito en la línea “EU.2.3 Adaptación del modelo de ciudad frente a los efectos del cambio climático”.

(C). Indicador descrito en la línea “MOT 4 Territorio resiliente y adaptado”.

Medidas y recomendaciones
Para la ordenación y ejecución

Así pues, se establecen unas medidas y propuestas en aras de viabilizar, desde el planeamiento urbanístico, el cumplimiento de la meta de desarrollar. 

  • (A). Identificar de forma precoz los riesgos del cambio climático sobre la salud humana y establecer redes de monitorización para desarrollar medidas más efectivas.
  • (A). Prevenir los riesgos para la salud derivados de las enfermedades vectoriales emergentes favorecidas por el cambio del clima.
  • (A). Prevenir los riesgos del cambio climático para la salud en el ámbito laboral.
  • (M/A). Identificar la incidencia del cambio climático en la calidad del aire e identificar sinergias entre medidas de adaptación y mitigación del cambio climático en este campo.
  • (A). Integrar soluciones basadas en la naturaleza y en la infraestructura verde para planificar, diseñar y gestionar las ciudades para maximizar los beneficios y conectarla en red hacia los espacios periurbanos de gran valor ambiental.
  • (A). Potenciar los corredores ecológicos desde tierra al mar y su conexión con los espacios libres de los núcleos de población.
  • (A). Expandir la cobertura de vegetación urbana donde se preste un gran protagonismo a la vegetación autóctona del entorno.
  • (A). Utilizar herramientas apropiadas para el desarrollo de políticas sólidas de infraestructura verde.
  • (A). Disminuir el efecto de las islas de calor.
  • (A). Fomentar las actuaciones preventivas ante los riesgos derivados del exceso de temperaturas sobre la salud.
  • (A). Aumentar zonas de sombra.
  • (A). Fomentar la red azul considerando los controles fitosanitarios pertinentes.
  • (A). Intervenir en las edificaciones consideradas enfermas.
  • (A). Potenciar los espacios de relación como elementos de dinamización  e interacción social partiendo de la perspectiva de género.
  • (A). Fomentar la difusión, sensibilización y educación en el cambio climático para transmitir las consecuencias que va a tener en la salud y las fórmulas de prevención, prestando especial atención a la población vulnerable (qué hacer, cómo protegerse y cómo actuar).
  • (M/A). Disponer de algún plan o estrategia de calidad del aire que realice un diagnóstico de su situación y establezca prioridades y actuaciones para impulsar su mejora. Establecer medidores de la calidad del aire en diferentes puntos del municipio para evaluar la contaminación por concentración de GEI.
  • (A). Se creará una Red TIC de vigilancia municipal de las condiciones atmosféricas en los núcleos de población incluyendo la contaminación, partículas, temperatura, humedad y radiación solar. Se establecerán umbrales de peligrosidad para la población sensible y se diseñará un sistema de avisos a la población cuando se sobrepasen, para lo cual se trabajará en un Protocolo Municipal de Contaminación del aire. Además, se diseñarán los planes de contingencia y reglamentaciones restrictivas a activar en situaciones de alerta.
  • (M/A). Dar determinaciones en los instrumentos urbanísticos para que en los proyectos urbanos y de edificación, se ensanchen las aceras en las zonas comerciales para fomentar el desplazamiento a pie; crear zonas peatonalizadas y de calmado de tráfico; contribuyendo a reducir el efecto isla de calor asociado a la motorización y la emisión de gases de efecto invernadero y contaminantes.
  • (M/A). Crear y consolidar redes de itinerarios peatonales y ciclistas funcionales, seguras y atractivas de trayectos de prioridad peatonal y ciclista interconectados y en continuidad, contribuyendo a reducir el efecto isla de calor asociado a la motorización y la emisión de gases de efecto invernadero y contaminantes.
  • (A). Tener en cuenta criterios de seguridad en la perspectiva de género y edad, y en la salud humana por las nuevas condiciones por la Covid-19.

 (M=Mitigacion /A= Adaptación)

Criterios
para la ordenación

  • (A). Garantizar desde la planificación urbanística hábitos de vida saludable. 
  • (A). Adaptar las infraestructuras y el territorio con el propósito de fortalecer la resiliencia del conjunto de la sociedad.
  • (A). Identificar los riesgos del cambio climático sobre la salud humana e impulsar las actuaciones preventivas de forma eficaz. 
  • (A). Incrementar  el grado de protección de la ciudadanía ante los factores de riesgo derivados del cambio climático. 
  • (A). Desarrollar las medidas de adaptación en las infraestructuras y en el territorio con propósito de fortalecer la resiliencia del conjunto de la sociedad 
  • (A). Reforzar los espacios de interacción social. 

(M=Mitigacion /A= Adaptación)