Frente a un escenario climático cambiante, los bordes de las manchas paisajísticas o ecotonos, que actúan en muchos casos también como corredores ecológicos y biológicos, adquieren un papel transcendental en la configuración de un paisaje mitigante, resiliente y adaptado a los malos augurios del devenir climático, por la capacidad de amortiguación que pueden adquirir.

La importancia de la comprensión de los procesos y sinergias ecológicas entre las diferentes manchas de la matriz paisajística, refiriéndonos a estas manchas como las conformadas por las distintas tramas urbanas, recintos industriales, parcelas agrarias o agrosistemas y los espacios naturales, recae en el conocimiento de cómo muchas culturas han sabido gestionar las interacciones ecológicas que se producen entre ellas, gestionando funcionalmente el paisaje con el devenir generacional.

La interconexión paisajística entre las diferentes manchas del paisaje es fundamental para alcanzar los objetivos y metas encaminadas a su conservación, debiéndose considerar las distintas escalas espaciales, usos e intensidades del suelo.

Es conveniente introducir una ordenación estructural del territorio con la aplicación de medidas que fomenten la conectividad ecológica y la amortiguación de los impactos por la acción humana, tanto las generadas en el medio urbano, como en el rural; así como la mitigación de contingencias que pongan en riesgo a la población por la previsible mayor incidencia de eventos meteorológicos extremos acontecidos principalmente en el medio natural, donde riadas, deslizamientos de tierras, incendios forestales o inundaciones ciclónicas… desvirtúen y quebranten lo urbano y lo rural.

Figura 82. Barranco del Cedro y Liria (La Gomera). Fuente: www.biosfera.lagomera.es.

META 1.

Potenciar los ecotonos de los distintos sistemas como zonas mitigantes y adaptativas frente a los impactos generados por el cambio climático y la actividad antrópica

La ecología del paisaje

Estudiar el paisaje hace comprensible las estructuras y los procesos espaciales que relacionan la naturaleza y la sociedad, considerando las estructuras y elementos abióticos, bióticos y antropogénicos que conforman el paisaje, y operan a una escala adecuada, entre lo local y lo global. Esta visión permitirá detectar los impactos visibles, sus vulnerabilidades frente al cambio climático, ayudándonos a trazar parte de los fundamentos estratégicos que serán las bases para la recuperación de paisajes deteriorados y/o vulnerables.

A continuación se enumeran los principales elementos estructurales que pueden identificarse en un paisaje:

  • Matriz: Representa el elemento englobante, los límites exteriores del paisaje y en cuyo seno se encuentra el resto de los elementos.
  • Mancha: Representan las estructuras básicas del paisaje no lineales como son agrosistemas, campos de cultivos, praderas, bosquetes, edificaciones, núcleos urbanos consolidados.
  • Corredores: Son los elementos lineales del paisaje (setos, bosques de galerías, caminos, carreteras, conducciones de agua).
  • Mosaico: El conjunto de manchas de una matriz. Connota la diversidad paisajística y su biodiversidad asociada.
  • Red: El conjunto de corredores.
  • Patrón paisajístico: Es la disposición espacial del mosaico y la red. Este patrón sirve para diferenciar o comparar dos paisajes desde el punto de vista estructural.
  • En el caso de las manchas y en algunos corredores se pueden diferenciar: un borde o ecotono que interacciona fuertemente con la matriz o las manchas vecinas (colonización, competencia, aporte de nutrientes) y un medio interior, donde las interacciones son muy débiles o nulas, pero donde se dan condiciones para la supervivencia de muchas especies animales y vegetales.

El reconocimiento de estos elementos, al igual que los análisis estructurales que se conducen a partir de los patrones paisajísticos, se hace con una perspectiva de conexión multidisciplinar con los fenómenos ecológicos y por tanto, la predominancia de la funcionalidad de los patrones, más que el predominio de lo visual o estético.

¿Cómo detectar los principales atributos de los patrones paisajísticos?

Tres son los principales atributos en lo que a diversidad paisajística, a la distribución espacial de esta diversidad y a la conexión entre manchas de un paisaje, se refiere:

    • Fragmentación: Representada por el tamaño de las manchas, o sea por su número y no por la superficie total que puede tener un tipo de mancha en una matriz. Por lo general la mancha constituye un hábitat, aunque existen especies que pueden utilizar varios tipos de mancha como hábitat, por lo tanto, a medida que aumenta la fragmentación la superficie de cada mancha disminuye y por tanto el hábitat.
  • Heterogeneidad: Indica la diversidad de estructuras del paisaje. Se puede dar en dos dimensiones:
  • La diversidad de elementos paisajísticos (manchas).
  • La complejidad de sus relaciones espaciales (fragmentación).
  • Conectividad: Refleja la capacidad de un patrón paisajístico de permitir el movimiento de las especies entre las manchas de un mismo tipo o no. Depende tanto del patrón paisajístico, como de las características particulares de cada especie. Los movimientos pueden corresponder a las actividades vitales de una especie (nutrición, reproducción, hibernación) o a la de colonización, es decir a la capacidad de los individuos de dejar una mancha para colonizar otras. Pueden ser de dos tipos:
  • Conectividad espacial, cuando dos manchas del mismo tipo son adyacentes y están unidas en el espacio.
  • Conectividad funcional es relativa al hecho de que un individuo o los propágulos de una especie puedan pasar de una mancha a otra, con relativa facilidad.

Afloran como paisajes resilientes y con mayor funcionalidad aquellos cuya conformación sea tipo mosaico, muy heterogéneo e interconectado. Los corredores se organizan frecuentemente en redes y estas redes tienen algunos elementos singulares como son las conexiones entre corredores y los tipos de conexiones. En las redes de setos, las intersecciones presentan, por lo general, una vegetación más compleja, que puede generar una riqueza biológica particular. La conectividad del paisaje se sujeta por el estado de las redes de corredores ecológicos que puedan estar presentes en el mismo y por la permeabilidad estructural de un paisaje (mayor o menor aptitud para permitir la circulación de una especie, un flujo geoquímico…).

Estas redes de interconexión paisajística se denominan áreas funcionales para la conservación e integran paisajes dominados por usos heterogéneos del territorio y por áreas de amortiguamiento. Por tanto un paisaje o área funcional de conservación es un espacio geográfico donde las especies, ecosistemas, procesos ecológicos y agrosistemas tradicionales se mantienen en el tiempo. Los paisajes rurales poseen un marcado carácter cultural, pues su estructura responde a una armonía entre la sociedad que lo habita y el medio donde se asienta. Son paisajes gestionados con técnicas tradicionales considerados como patrimoniales, amenazados por la evolución de la técnica y el libre mercado. Desde un punto de vista ecológico el paisaje realiza funciones climáticas, hidrológicas y biológicas, que repercuten de forma decisiva en las productivas y económicas. En un escenario climático incierto, se hace crucial el desarrollo de infraestructuras verdes resilientes con especies vegetales autóctonas, haciendo especial hincapié en aquellas que posean cierto carácter amortiguador de impactos antropogénicos, especialmente en los bordes de las manchas paisajísticas.

Figura 83. El Cabildo de Tenerife lidera el primer proyecto de corredor ecológico con el que se pretende facilitar la conectividad entre sus espacios naturales protegidos. Fuente: www.ecologismos.com.

Figura 84. Elementos de partida que pueden considerarse a la hora de estudiar los atributos paisajísticos de un territorio. Fuente: Elaboración propia.

ELEMENTOS O CONCEPTOS CLAVE DE LA META 1:

Red ecológica, Infraestructura Verde-Azul, Servicios ecosistémicos, Paisaje ensamblado entre sistemas, Patrimonio cultural paisajístico.

  • Identificación de los elementos estructurales del paisaje.
  •  Condicionantes físicos: climatología, geología, geomorfología, edafología, hidrología, vegetación, fauna, etc.
  •  Identificación de los componentes de la infraestructura Verde y Azul (tanto la vinculada con el sistema natural, rural y urbano).
  •  Grado de ocupación del suelo, contemplando la superficie agraria, la natural y la vinculada con el desarrollo urbano (superficie sellada de suelo).
  • Evolución histórica del paisaje.
  •  Dinámica socioeconómica (actividades económicas, patrimonio cultural, etnografía…).

Para hacer una aproximación al análisis de la situación actual de un paisaje, se requiere de una visión multidisciplinar que contemple las variables que expliquen sus interrelaciones. Se debe considerar al paisaje como un elemento dinámico que no solo evoluciona a partir de las condiciones naturales, sino también es fruto de las actividades sociales y económicas y de los procesos históricos que se desarrollan sobre el territorio.

Diagnóstico
Necesidades de actuación

  • Variabilidad del paisaje frente a las alteraciones naturales propiciadas por el cambio climático y la presión antrópica.
  •  Vulnerabilidad del paisaje derivado del abandono de las actividades tradicionales.
  • Capacidad de uso y gestión de actividades actuales consideradas no sostenibles.
  •  Identificación de las causas de la pérdida de población y de las actividades tradicionales.

Al igual que en la identificación de los elementos de la situación actual, en el diagnóstico es clave desarrollar una visión transversal de las disciplinas. Se identificará el estado de conservación de la red de corredores ecológicos del territorio, determinando el grado de conectividad en las redes de drenaje (barrancos) y el nivel de interacción con respectos a los ecotonos actuales.

Indicadores

Tabla 26. Resumen de los indicadores cualitativos y cuantitativos del eje de integración TPB4.2 El cometido de los Ecotonos: paisajes heterogéneos y ensamblados. Fuente: Elaboración propia.

INDICADORES CRITERIOS DE ORDENACIÓN EVALUACIÓN
DIAGNÓSTICO
MODELO SEGUIMIENTO TIPO DE INDICADOR
UMBRAL MÍNIMO UMBRAL DE SOSTENIBILIDAD
TPB-IND.25 Índice de fragmentación La vulnerabilidad debe reducirse con el tiempo. Vulnerabilidad neutralizada
Primario
TPB-IND.26 Estado de los ecotonos en el territorio La vulnerabilidad debe reducirse con el tiempo. Vulnerabilidad neutralizada
Primario

*Los indicadores se encuentran desarrollados de manera pormenorizada en el “Anexo I: Indicadores”.

Derivada de la multifuncionalidad y complejidad del espacio, además de estos indicadores, se propone considerar los aportados en el resto de líneas de análisis de la presente Guía, pues el paisaje es el resultado de la interrelación entre el sistema natural, rural y urbano y la interrelación.

Medidas y recomendaciones

  • (M/A). Reforestar las partes altas de las colinas y las pendientes pronunciadas con especies autóctonas. Las especies vegetales y en especial las de porte arbóreo juegan un papel fundamental en el ciclo hidrológico, ya que su masa y estructura, favorece y facilita la infiltración de las aguas de lluvia en el subsuelo, además de controlar las pérdidas de suelo.
  • (M/A). Reforestar todos los cursos fluviales y redes naturales de drenaje con especies autóctonas de rápido crecimiento y cuyos sistemas radicales sean protectores de los márgenes, permitiendo una cubrición total del suelo con material vegetal, empleando diferentes estratificaciones vegetales.
  • (A). Crear zonas tampón cerca de los cauces de los cursos de fluviales y redes naturales de drenaje y mantener las zonas hidromorfas para potenciar la desnitrificación.
  • (A). Proteger las zonas de escorrentías con árboles, matorrales y vegetación espontánea, fomentando la conformación y rehabilitación de bancales, diques y nateros.
  • (A). Establecer barreras vivas en zonas de pendientes dedicadas a la agricultura y la ganadería, que estabilicen el suelo y eviten la pérdida de suelo fértil.
  • (A). Establecer una red de setos (corredores, fuente, barreras, filtros) en las zonas agrícolas creando un paisaje reticulado.
  • (A). Arborizar linderos y bordes de caminos y dejar que crezca la vegetación natural, favoreciendo las especies que producen flores. Es muy importante el establecimiento de leguminosas, compuestas, umbelíferas, labiadas y especies vegetales atrayentes de fauna útil.
  • (A). Considerar la creación de hábitats más complejos y de mayor superficie en la intercepción de corredores, para favorecer el establecimiento de animales.
  • (A). Determinar el grado de conectividad en los procesos de dispersión y de movimientos entre distintas poblaciones de un mismo nicho ecológico.
  • (A). Erradicar y evitar la inclusión de especies con potencial invasor, y erradicar del medio las ya existentes.
  • (A). Impulsar los reservorios de fauna útil en setos perimetrales y/o islas de vegetación con flora autóctona.
  • (A). Fomentar una fauna útil del suelo-sustrato, evitando los suelos sellados en alcorques y zonas verdes, facilitando la respiración del suelo.
  • (M/A). Aumentar el grado de estratificación vegetal de la infraestructura verde y de las zonas ajardinadas.
  • (M/A). Acrecentar la superficie vegetal, con el empleo de pantallas de vegetación de diferentes especies y en diversos estratos, con efecto mitigador contra fuertes vientos, contaminación, olores insalubres y ruido.
  • (M/A). Aumentar la superficie de huertos urbanos y periurbanos, nichos de diversidad ecológica y social.
  • (M/A). Emplear un porcentaje mayor de especies vegetales propias de los ecosistemas canarios, en función de la ubicación, intentando que estas especies coincidan o se acerquen lo más posible al piso bioclimático en el que se ubique el ajardinado.
  • (M/A). Evitar el empleo de especies canarias que no pertenezcan a la región bioclimática donde se ubican (el jardín, zona verde o seto perimetral/isla de vegetación), y que puedan producir hibridaciones con especies del entorno. Evitar introducir especies propias de una comarca en otra, siendo aún más restrictivo entre islas, movimiento de semillas y de especies.
  • (A). Fomentar en los enclaves adecuados aquellas especies canarias en estado de vulnerabilidad, asegurando la variabilidad genética de las poblaciones y su conservación ex situ.

(M=Mitigacion/A= Adaptación)

Criterios

  • (A). Tomar las medidas más oportunas y eficaces tanto para la mejora de la funcionalidad, como de gestión, siempre desde la sostenibilidad y la resiliencia ante perturbaciones climáticas y antropogénicas.
  • (A). Conservar y restaurar los corredores ecológicos que unen las diferentes manchas paisajísticas, reforzando su potencial de amortiguación en los bordes y ecotonos.
  • (A). Poner en valor toda la malla paisajística y el nexo entre sus manchas, y por tanto sus conexiones ecológicas.
  • (M/A). Potenciar los bordes y ecotonos de los distintos sistemas como zonas mitigantes y adaptativas ante impactos generados por el cambio climático y la actividad humana.

(M=Mitigacion/A= Adaptación)