Como ya se ha explicado en el Área Temática de Morfología y Modelo de ocupación del territorio que contiene esta Guía, la tendencia desde la mitad del siglo XX ha sido el crecimiento de las ciudades en extensión, consumiendo grandes cantidades de suelo, lo que ha supuesto en gran medida que la población se haya visto obligada a tener que desplazarse para acceder a los servicios básicos, lugares de trabajo y oportunidades, lo que ha supuesto un incremento notable de la movilidad, con efectos negativos en su calidad de vida y en el medio ambiente, al incrementarse la contaminación y los riesgos ambientales, porque dicho modelo de ordenación ha fomentado el uso de vehículo privado y un mayor consumo de energía. 

Es por ello que debe promoverse un cambio de paradigma, siendo lo ideal que las ciudades se reorienten, optimizando al máximo el espacio existente y ya transformado, es decir, priorizando que las intervenciones sobre el territorio se centren en la reordenación del espacio urbano antropizado, de manera que se crezca con una mayor compacidad y concentración de usos (proximidad), evitando así una mayor ocupación u antropización del entorno natural. 

Figura  39 Fuente: Nueva Agenda urbana, Programa de expansión urbana de la Universidad de Nueva York, ONU Habitat y el Instituto Lincoln de Política de suelo, 2006, Atlas de expansión urbana

Las ciudades consumen dos tercios de la energía del mundo y una parte significativa de las
emisiones globales de CO2.
Los núcleos urbanos generan en torno al 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero a
nivel global y alcanza casi el 80% si incluimos las emisiones indirectas generadas por los
ciudadanos.
Si bien las zonas urbanas están creciendo a un ritmo sin precedentes, es importante mantener la
huella urbana al mínimo para que las ciudades consuman menos recursos.

(Fuente: Energy UN-Habitat y NAU ONU-Habitat)

En efecto, una ciudad compacta está mejor conectada, facilitando a la ciudadanía que pueda llegar más fácilmente a más lugares porque se reduce la distancia, así como reduce o incluso, en determinadas áreas de la ciudad, desplaza al uso de automóvil y se acortan los tiempos y costos de viaje, además de reducir el coste de los servicios públicos al acortarse los recorridos. 

Simultáneamente, la ciudad compacta favorece la mezcla de usos comerciales y residenciales, lo que genera más dinamismo entre las diferentes actividades durante un mayor número de horas al día, dando lugar a una mayor interacción social, porque existen más áreas para la interacción social entre diversos grupos lo que en suma enriquece la calidad de vida, dando lugar a espacios más seguros y accesibles.

Figura  40 Expansión urbana vs. ciudad compacta. Fuente ONU-Habitat

A razón de lo expuesto, en esta Línea de análisis se explica el enfoque que debemos plantear en el modelo de ciudad para fomentar patrones de compacidad, complejidad urbana, eficiencia en el uso de suelo y en el consumo de recursos y de patrones de proximidad a los servicios básicos, partiendo de las premisas y en desarrollo de las determinaciones que se establecen para la ordenación estructural desde los planes generales de ordenación

En  esta Línea de análisis se aborda, por tanto, el modelo de ciudad integrado y compacto, en lo que tiene que ver con la forma, la configuración de su trama y densidad, así como la mixticidad de usos, estando estrechamente relacionada con el Área Temática de MT metabolismo territorial y urbano, MA movilidad y accesibilidad, y MOT Morfología y Modelo de Ocupación del Territorio, con relación a las pautas de ocupación de suelo, la distribución de usos en el territorio, la densidad urbana, los modelos de movilidad y transporte.

Por último, la Meta que persigue se centra en el equilibrio y la funcionalidad del modelo urbano compacto y de proximidad, tal y como seguidamente se desarrolla:

META

Equilibrio y funcionalidad del modelo urbano compacto y de proximidad .

El planeamiento urbanístico en Canarias debe sufrir una reorientación que tenga por resultado en nuestras ciudades y poblaciones un diseño equilibrado a partir de una densidad edificatoria y mixtura de usos que permitan estructuras urbanas equilibradas y compactas que garanticen menores necesidades de transporte y consumo energético, fomentando el policentrismo de la ciudad. 

Además, es imprescindible fomentar la regeneración de los tejidos existentes haciéndolos más eficientes, para evitar nuevos consumos de suelo, haciéndolos más resilientes frente a los efectos del cambio climático. El espacio público debe ser flexible, multifuncional y accesible, dando cabida a diferentes actividades muy variadas, fomentando así la diversidad, la cohesión social, la calidad y versatilidad de los espacios públicos, desde la igualdad de condiciones para todas las personas, ya que el espacio público es donde se encuentran la red de equipamientos de proximidad, los espacios verdes y de estancia, y los ejes principales de la vida social, de actividad y de relación.  

Por otra parte, la proximidad de usos y funciones urbanas en la ciudad compacta permite que el transporte público tenga la masa crítica suficiente para mantenerse y ofrecer un servicio regular, cómodo y próximo, potenciando simultáneamente mayores movimientos en bicicleta o VMP y a pie, con los beneficios que ello reporta a la salud de las personas.  Esto es; apostar por un modelo urbano menos dependiente del transporte motorizado, que minimice el consumo energético y se reduzcan las emisiones GEI. 

En definitiva, unas ciudades y poblaciones pensadas para todo el espectro de la ciudadanía, mejorando la distribución, cobertura y la accesibilidad a los equipamientos y servicios públicos, así como el bienestar y salud de las personas. 

Pero para ello, es imprescindible repensar el modelo de ciudad a partir de un reparto de usos  para fomentar patrones de proximidad residencia-trabajo. 

El reparto y distribución  de usos residenciales y terciarios asegura la conexión de los tejidos urbanos mediante corredores  públicos de actividad.

La reserva de espacio para locales comerciales, oficinas u otros usos relacionados con la actividad es esencial para poder acoger una determinada densidad de actividad y, por tanto, de aumentar la probabilidad de intercambio y contacto entre las personas. 

Y es que la experiencia nos dice que los sectores monofuncionales, tanto residenciales como de actividad (grandes superficies comerciales), generan un alto número de desplazamientos en vehículo motorizado, por lo que es importante buscar vínculos entre los tejidos urbanos a través de la actividad de proximidad, corredores continuos de actividad que traerá aparejada la mejora de la movilidad y en definitiva la interconexión de la red peatonal. 

Figura  41 Fuente: Salvador Rueda “Modelo e Indicadores para ciudades sostenibles”

Para ello, es evidente que la disposición de usos no residenciales en planta baja favorece la ocupación de la calle y la estructura como conector de actividades laborales, de ocio y de residencia, fomentando los vínculos sociales y comerciales. 

La presencia de actividades de forma continua favorece la creación de trayectorias peatonales atractivas y seguras entre puntos de atracción de la ciudad, y favoreciendo además la concurrencia entre el día y también en la noche, los días laborables pero también los días festivos favoreciendo la ocupación del espacio público durante 24 horas del día. Para ello se debe integrar en los barrios residenciales la actividad económica en espacios que puedan acoger variabilidad de actividades con formatos y tipologías diversos (oficinas grandes, pero también pequeños negocios familiares, etc.)

En consecuencia, para lograr esta Meta, es preciso configurar un modelo de ordenación del espacio urbano compacto y de proximidad que apueste por la renovación y rehabilitación urbana, el equilibro, la funcionalidad y la eficiencia en el uso del suelo, para regenerar los tejidos de la urbanización existentes, garantizar menores necesidades de transporte privado, mejorar la calidad de vida, la accesibilidad universal y los accesos a los equipamientos y servicios públicos en igualdad de condiciones.

¿CÓMO CONCEBIR Y DISEÑAR UN «MODELO URBANO COMPACTO Y DE PROXIMIDAD»?

Las mismas premisas que se buscan en la escala estructural del planeamiento general sobre la minimización en la transformación de suelo y el control del crecimiento, la distribución equilibrada de los servicios y la renovación urbana, son conceptos que se pueden trasladar igualmente a la escala de ciudad, ya que el tamaño de las ciudades puede conllevar la aplicación de estos conceptos en la escala de barrios o de distritos, por lo que el instrumento de ordenación pormenorizada que desarrolle el planeamiento urbanístico, también debe tender hacia la búsqueda de la optimización en el uso del espacio existente,  transitar hacia un modelo de multicentralidad o policéntrico que conlleve menores necesidades de desplazamiento motorizado y la regeneración de los tejidos urbanos.

Figura  42 Fuente: Sostenibilidad espacial. Nueva Agenda urbana Ilustrada.

Para lograr la configuración del modelo urbano compacto, se debe tener en cuenta los siguientes conceptos básicos:

  • MORFOLOGIA URBANA: Densidad y compacidad edificatoria.
  • MIXTICIDAD URBANA: Complejidad urbana en cuanto a la variabilidad tipológica y equilibrio de usos residenciales y terciarios.
  • EQUILIBRIO EN LA DOTACIÓN DE SERVICIOS: Proximidad a los equipamientos y servicios básicos.
  • ESPACIO PÚBLICO DE CALIDAD: Verde, de calidad, confortable y seguro.
  • LA RENOVACIÓN Y REGENERACIÓN DE LA CIUDAD: Eficiencia de la ciudad existente.

Morfología urbana: compacidad del modelo

La compacidad de modelo se debe concebir como la forma o apariencia de la ciudad, conformada por la densidad edificatoria, la distribución de usos espaciales, el porcentaje de espacio verde o de viario, existiendo indicadores que nos permiten una aproximación de esa configuración de la forma urbana para poder valorar el recurso suelo, la masa crítica de población y la intensidad edificatoria que ejerce la edificación sobre el espacio urbano. 

En cualquier caso, para conseguir una ciudad compacta, es necesario que se establezcan unas densidades (en nº de viviendas / hectárea o habitantes/ hectárea) e intensidades (metro cuadrado edificable / metro cuadrado de superficie de suelo), que permitan la previsión de una población elevada en un determinada superficie de suelo, que garantice la rentabilidad de la implantación de los negocios privados destinados al suministro de bienes y servicios para la población. 

En los tejidos urbanos existentes, es necesario densificar aún más el espacio, buscando su optimización.

Por ello, los umbrales deseables de densidad, según los estudios consultados (Guía Metodológica para los sistemas de auditoría, certificación o acreditación de la calidad y sostenibilidad en el medio urbano, Sistema Municipal de indicadores de sostenibilidad y Sistema de indicadores y condicionantes para ciudades grandes y medianas), en términos de sostenibilidad las densidades deben estar en una horquilla de entre 250 y 400 habitantes por hectárea, lo que supone una densidad de viviendas entre los 100 y 160 viviendas por hectárea respectivamente, considerando 2,5 habitantes por vivienda. 

En estos rangos de densidad nos moveríamos en unos coeficientes de edificabilidad de entre los 0,6 y 1,20 m2c/m2s, considerando una ratio de 30m2c por habitante (con un reparto teórico de 25m2c residencial/hab y 5m2c/hab para otros usos). 

En ese sentido, la Ley 4/2017, de 13 de julio, del Suelo y de los Espacios Naturales Protegidos de Canarias, en su artículo 138 establece la posibilidad de alcanzar valores de 500 habitantes por vivienda y los 1,5 m2c/m2s para los suelos de renovación.

Sin embargo, los estudios consultados establecen el umbral de sostenibilidad en 400 habitantes por hectárea. 

Manteniendo el umbral de 400hab/ha establecido en estos estudios, la posibilidad de alcanzar coeficientes de edificabilidad para ámbitos de renovación hasta el 1,5m2c/m2s implicaría el poder destinar un mayor porcentaje de superficie construida a otros usos distintos a los residenciales (con un reparto teórico de 25m2c residencial/hab y >5m2c/hab para otros usos), cuestión que fomentaría la mezcla y variedad de usos en la regeneración urbana. 

Por tanto, los coeficientes de edificabilidad ante una misma densidad poblacional podrán variar en función de los repartos de edificabilidad residencial y no residencial en el ámbito y, si bien no existe una densidad urbana óptima universal, se debe tender a densidades que cuenten con un grado de complejidad y aún más cuando de lo que se trata de dilucidar sus consecuencias desde la óptica de la sostenibilidad.

Lo que sí parece claro, en cualquier caso, es que en los tejidos existentes se debe tender hacia los siguientes indicadores:

>250hab/ha, >100hab/ha, y coef. de edificabilidad >0,75m2c/m2s. 

Entendiéndose que densidades por debajo de estas se considerarían escasas en parámetros de sostenibilidad en cuanto al cambio climático. 

Además, la intensidad edificatoria y la intensidad de actividades deben ser corregidas por la existencia de espacio público de calidad para el peatón, espacios verdes, plazas y aceras con anchos mínimos. Alcanzando valores deseables en torno a una dotación de espacio público de estancia por habitante entre 10 y 20m2/habitante. Considerando los espacios públicos de estancia tantos los espacios ligados al tránsito peatonal y espacios libres y espacios verdes.

La posibilidad de calcular este dato para sectores o ámbitos específicos de la ciudad o de las poblaciones permite una mejor comprensión de su configuración, de las diferentes tipologías de los edificios y la comparación entre las diferentes áreas de la ciudad más antiguas y las zonas de nueva planificación y detectando la localización de las zonas con mayor y menor densidad.

En el Área Temática Morfología y Modelo de Ocupación del Territorio, en el Eje 3 Ocupación Racional y eficiente del suelo, en concreto en la Línea 3 Hacia un nuevo Ecosistema urbano, se detallan unos umbrales mínimos y deseables en relación a la densidad población y densidad de viviendas para los nuevos desarrollos bajo los umbrales de sostenibilidad dirigidos a la compacidad y complejidad urbana. Éstos valores mínimos se fijan a partir de los 120 habitantes por hectárea de densidad de población que equivale a 48 viviendas por hectárea de densidad de vivienda (si consideramos una ratio de 2,5hab/viv), Lo que equivale a un coeficiente de edificabilidad de 0,36 m2c/m2s, calculado para 30m2c por habitante.

Posteriormente se tratan los indicadores que servirán para medir la compacidad urbana y los indicadores de sostenibilidad marco que se definen en diferentes estudios consultados.

DATO INFORMATIVO:

En cuanto a la densidad de viviendas:
En el conjunto del territorio español, la mayoría de las ciudades se mueven en franjas de densidad intermedia en torno a las 20 a 60viviendas por hectárea.
Actualmente, los municipios de canarias cuentan con unas densidad de viviendas por hectárea por debajo de las 20 viviendas/hectárea, tanto en los tejidos consolidados, como en los futuros desarrollos, media que asciende en torno a las 30viviendas/hectárea en las islas capitalinas.

En cuanto a la compacidad urbana:
En el conjunto del territorio español, la mayoría de las ciudades se mueven en franjas de densidad intermedia en torno a los 64 metros de construidos por cada 100 metros cuadrados de suelo, es decir coeficientes de edificabilidad de 0,64m2techo/m2s.
En canarias esta compacidad representa aproximadamente una media 0,5m2techo/m2s, media que asciende en torno a las 0,70m2techo/m2s en las islas capitalinas, igualándose a la media nacional.
(Conclusiones extraídas a partir de los Datos descriptivos de la Agenda urbana Española, referidos a la compacidad urbana.

Mixticidad urbana

La Mixticidad o complejidad urbana atiende a la organización, al grado de mixticidad de los usos y a su distribución espacial. 

Las estrategias urbanas que permiten incrementar el índice de complejidad y por tanto de diversidad, son aquellas que buscan el equilibrio entre usos y funciones urbanas a partir de la definición de los condicionantes urbanísticos, con la finalidad de acercar las personas a los servicios y a los puestos de trabajo, entendiendo que con ello se reduce, desde el punto de vista de la energía, el consumo, apostándose por una ciudad y un sistema urbano más eficiente bajo el binomio: 

Personas + Actividades y Servicios + Trabajo.

Consecuentemente, es necesario dar un impulso de la pequeña escala de proximidad del espacio urbano (usos y servicios cercanos propios del estado del bienestar), para favorecer la mezcla de usos en los edificios y una flexibilización de usos para responder a una demanda cambiante, evitando la tercerización mediante el equilibrio del uso residencial y terciario y asegurando a través del planeamiento urbanístico una diversidad de tipologías que permita una integración social y unos usos compatibles a escala de barrio para generar espacios urbanos complejos, pero compactos y diversos.

Por tanto, los principios básicos de este diseño urbano pasan por promover los desarrollos urbanos que fomenten el desplazamiento a pie o transporte no motorizado, planteando los desarrollos cerca del transporte público, promoviendo la mixticidad de usos y optimizando el uso de suelo a través de la densidad urbana y la compactación, creando redes densas de calles que conecten los espacios públicos de calidad.

Para poder llegar a este modelo de ciudad o población, se debe establecer un indicador de complejidad urbana que evalúe el reparto entre la superficie construida no residencial (comercio, oficinas e industria), con relación  al número total de viviendas o al número total de habitantes.

Pues bien, de los estudios consultados (Guía Metodológica para los sistemas de auditoría, certificación o acreditación de la calidad y sostenibilidad en el medio urbano, y el Sistema de indicadores y condicionantes para ciudades grandes y medianas), los valores deseables donde se producirían un buen equilibrio de usos deberían garantizar que al menos en un 50% de la superficie de suelo del ámbito presente un reparto de superficie construida de uso no residencial (terciario) mayor al 20% en tejidos centrales (los de alta densidad de población y coeficiente de edificabilidad elevados), mayor a un 15% en tejidos medios (referidos a barrios de densidad media y edificabilidades intermedias) y de un 10% (referidos a barrios y tejidos de menor densidad e intensidad edificatoria). 

Por su parte, el Sistema Municipal de indicadores de sostenibilidad, refiere que este reparto por habitante debe estar entorno a 5-7m2c de superficie de usos no residenciales por habitante, lo que supone considerando 2,5hab/viv, destinar 12,5-17,5m2c de usos terciarios por vivienda para garantizar la mixticidad de usos.

En la Línea 3 Hacia un nuevo Ecosistema urbano del Área Temática Morfología y Modelo de Ocupación del Territorio, se hacen unas estimaciones a partir de hipótesis de reparto de edificabilidad residencial y edificabilidad de otros usos por habitante, en las que se concluye que se debe asegurar repartos al menos el 16% de otros usos distintos al residencial destinando de cada 30m2c por habitante al menos 25m2c para el uso residencial y 5 m2c de otros usos.  

En valores globales supondría que al menos el ámbito cuente con un reparto de entre el 16-30% de la superficie construida, para usos terciarios y diferentes al residencial. 

Se puede concluir, por tanto, que tejidos por debajo del 15% de superficie construida no residencial, son tejidos con poca capacidad de obtener una adecuada mezcla de funciones y usos urbanos compatibles para generar patrones de proximidad y complejidad para la población.

La posibilidad de calcular este indicador para ámbitos específicos de la ciudad permite una mejor comprensión de la configuración de la ciudad y la comparación entre áreas de la ciudad y la detección de zonas funcionales.

La Guía metodológica para la certificación de sostenibilidad en el medio urbano es una herramienta
muy interesante donde se analizan los diferentes criterios que forman parte del diseño de la ciudad,
referidos al tipo de tejido urbano.

Figura  43 Plano Equilibrio actividad residencia. Reparto m2cterciario/vivienda.  

Fuente:Plan de Indicadores de sostenibilidad urbana de Vitoria-Gasteiz.

Además, resulta relevante conseguir espacio público de calidad y con un grado de interacción alto en el espacio viario, a partir de la conjunción de una densidad de actividades situadas en planta baja, un porcentaje elevado de espacio viario destinado al peatón en relación al espacio viario total, provocando una masa crítica de población mediante una densidad de población que asegure una adecuada vida social.

En ese sentido, lo óptimo sería alcanzar usos terciarios en al menos el 80% de las plantas bajas, con más de 10 actividades por cada 100m lineales de calle y un espacio para el peatón de más de 75% del espacio viario, si bien al menos lo deseable sería al menos que un 25% de los tramos de la calle contaran con usos comerciales en planta baja, y más de 2 actividades por cada 100 metros lineales de calle para no crear calles con interacciones muy bajas que no garanticen una mixtura funcional de usos. 

Una mayor densidad de población, una variabilidad tipologías edificatorias que permita una mezcla de usos, conjugado con un espacio público bien dimensionado garantizará en mayor medida los espacios urbanos más ricos y funcionales, con el objetivo de hacer ciudades y no urbanizaciones.

 

Tabla 5. Grado de interacción de la calle en cuanto a usos terciarios y espacio para el peatón

Fuente: Guía metodológica para la certificación de sostenibilidad  en el medio urbano.

 

Figura  44 Grado de interacción de la calle en cuanto a usos y espacio para el peatón.  Fuente:Plan de Indicadores de sostenibilidad urbana de Vitoria-Gasteiz.

En definitiva, debiendo promoverse a través del planeamiento urbanístico la generación de nuevas áreas de centralidad en los barrios, integrando la actividad comercial y dotacional con el fomento peatonal, ciclista, aparcamientos disuasorios, etc., incorporando a través de la ordenación pormenorizada ejes comerciales, evitando bajos sin uso, para que exista dinamismo en las calles y para que de alguna manera existan catalizadores urbanos que doten a los barrios, generando con ello movilidades peatonales llenas de actividad, como corredores dinámicos, movilidades verdes con corredores ecológicos y movilidades cívicas con la dotación de los barrios.

La red de proximidad en el modelo urbano

La red de proximidad está referida a la accesibilidad a los servicios urbanos esenciales para asegurar la calidad de vida de los ciudadanos en una escala de cercanía, mediante una distribución equilibrada de estos servicios básicos (escuelas, centros de salud, centros deportivos, etc.), los espacios públicos de relación y la red de transporte público, lo que permite a la población identificarse con su espacio urbano más próximo, aumentando la cohesión social y la interrelación entre la ciudad y sus habitantes.

La residencia y los servicios de proximidad debe contar con una red de comunicaciones donde se prioricen las conexiones peatonales y la accesibilidad de todo el espacio público en condiciones de igualdad. Estos criterios son elementos clave para no excluir a ningún grupo social y garantizar las necesidades básicas de vivienda, trabajo, y servicios básicos en condiciones de igualdad para todos. 

La perspectiva de género en el urbanismo cobra mayor importancia, si cabe, en la aplicación de este criterio, si se comprende desde la experiencia en el ámbito de cercanía desde la escala barrio.  Pero, como asegura Sara Ortiz Escalante, no excluye la lectura analítica de la estructura general, porque la perspectiva de género no puede ser un “apartado” de los diagnósticos urbanos, debiendo plantearse su integración desde la base, entendiendo como una perspectiva verdaderamente integral, intrínseca al hacer urbano y transversal a las distintas fases de redacción del planeamiento urbanístico y de los proyectos.

Figura  45 Fuente: Paisaje Transversal”

Por lo tanto, se trata de tomar conciencia de la necesidad de realizar un diseño del sistema de equipamientos y dotaciones locales de manera equilibrada teniendo en cuenta los criterios de proximidad e igualdad y las condiciones de quienes habitan, en una estratificación de escalas: red de equipamientos de ciudad/barrio, red de espacios públicos de ciudad/barrio, etc., previendo y escalando las dotaciones realmente necesarias en los distintos barrios para evitar costes económicos y medioambientales insostenibles, posibilitando incluso la  multifuncionalidad de un mismo equipamiento.

(Véase Línea de análisis MA.2.2: Ciudad de los 15 min. Apropiación del espacio público del peatón y bicicleta).

 

HERRAMIENTA:
El documento de la Agenda Urbana Española y en el documento Sistema Municipal de Indicadores de sostenibilidad analizan entre otros, algunos indicadores referidos a la dotación de servicios urbanos de proximidad, y las distancias a pie en unos umbrales ideales de sostenibilidad, para un alto porcentaje de la población.

Así mismo, se recomienda la consulta al Plan de Indicadores de sostenibilidad urbana de Vitoria-Gasteiz y al Estudio de movilidad y espacio público. VITORIA – GASTEIZ. Habitabilidad. Variables de proximidad.

Dicho esto, a efectos prácticos y ahondando en este concepto de la red de proximidad, no está de más recordar que en el documento de la Agenda Urbana Española y en el documento Sistema Municipal de Indicadores de sostenibilidad, se establecen unos indicadores en relación a unos umbrales ideales de sostenibilidad, donde se marcan las distancias óptimas a las que deberían estar los servicios básicos y equipamientos de uso cotidiano (alimentación y productos diarios, centros educativos, centros sanitarios, centros sociales, centros deportivos, centros culturales, centros de ocio y puntos de residuos) y las zonas verdes que deben estar en un radio de 15 minutos a pie y sin dificultad, para asegurar que en un alto porcentaje de la población se garantiza la proximidad a estos servicios básicos públicos y zonas verdes. 

Al considerarse que unas distancias óptimas para estos servicios de uso cotidiano no deben superar los 15 minutos, nos encontramos en la escala de planificación de ordenación pormenorizada. El ámbito de planificación para esta red de proximidad será el barrio o unidad morfológica poblacional.

Por lo tanto, para la definición de los distintos tipos de servicios básicos y los ámbitos de proximidad, vamos a seguir el siguiente baremo entendiendo que estas distancias a pie llevan aparejadas unos diseños óptimos de sostenibilidad urbana: 

Teniendo en cuenta que los adultos de entre 30 y 39 años recorren 5 kilómetros en 1 hora, es decir caminan a 5km/hrs, mientras que los mayores de 70 no andan a un paso de más de 4km/hrs, y los niños no caminan a una velocidad constante, podemos establecer como media aproximada que la media de velocidad puede estar en torno a  unos 4km por hora, conforme a este dato, podríamos establecer las siguientes distancias y tiempos:

Aprox.300metros a pie: 5 minutos andando.

Entre 300 y 600 metros a pie: 10 minutos andando.

Entre 750-1.000 metros a pie: 15 minutos.

Cabe destacar, no obstante, que no siempre recorreremos distancias en línea recta, a un paso constante y con una topografía llana, por lo que todo esto podría ralentizar la velocidad y por ende el recorrido que realizamos. 

Conforme a los indicadores establecidos en la Agenda Urbana Española, los servicios básicos considerados y áreas de influencia a éstos, son los siguientes:

 

Servicios básicos y equipamientos de uso cotidiano:

  • Alimentos y actividades comerciales de proximidad:

 

  • Abastecimiento de alimentos básicos, prensa, farmacia, pequeño comercio: a una distancia <300 metros de distancia.

 

  • Mercados municipales: a una distancia <600 metros de distancia.

  • Centros educativos:

 

  • Centros de educación infantil: a una distancia <300 metros de distancia.

 

  • Centros de educación primaria: a una distancia <300 metros de distancia.

 

  • Centros de educación secundaria: a una distancia <600 metros de distancia.

  • Centros sanitarios:

 

  • Centros de salud: a una distancia <600 metros de distancia.

 

  • Hospitales: a una distancia <1000 metros de distancia.

  • Centros sociales:

 

  • Centros de servicios sociales comunitarios y centros de día para personas mayores: a una distancia <600 metros de distancia.

  • Centros deportivos:

 

  • Equipamientos deportivos de uso público: a una distancia <600 metros de distancia.

  • Centros culturales:

 

  • Bibliotecas públicas, museos y otros centros culturales: a una distancia <600 metros de distancia.

  • Centros de entretenimiento:

 

  • Cines, teatros y otros centros de ocio: a una distancia <600 metros de distancia.

  • Puntos de recogida selectiva de residuos:

 

  • Puntos para la recogida selectiva de residuos (orgánicos, papel, vidrio y plástico): a 100 metros de distancia.

  • Transporte colectivo: 

 

  • a una distancia <300metros.

 

Zonas verdes públicas:

 

  • Zonas verdes mayores de 5.000m2 (parques, jardines, espacios de estancia con cobertura vegetal) <600metros.

 

  • Zonas verdes de entre 1.000 y 5.000 m2 (plazas o áreas de estancia, espacios de tránsito que ofrecen una función de contacto diario del ciudadano con el verde) <200metros.

 

  • También se deben garantizar otros tipos de parques y jardines de dimensiones medianas o grandes dimensiones que suelen requerir desplazamientos en transporte público o en bicicleta por encontrarse a las afueras de la ciudad o a distancias mayores que lo que se está considerando como equipamiento de proximidad.

A ello se añade que el indicador que calcula la proximidad a las diferentes tipologías de actividades, servicios urbanos de proximidad y espacios libres, debe tener en cuenta la población con coberturas simultáneas a varias tipologías de actividad de proximidad (a menos de 15 minutos a pie) respecto de la población total. Este indicador nos dará el porcentaje de población que vive cerca de servicios básicos públicos y de zonas verdes. 

Y lo deseable sería que más del 75% de la población cuente con un acceso a todos los servicios básicos aunque sea a menos de 15 minutos andando. De no llegar a estos niveles se estaría presentando un déficit de equipamientos básicos, de espacio verde o de espacio público.

Por su parte, si lo medimos en número de viviendas, los estudios desarrollados marcan que si bien el objetivo deseable establece que el ideal sería que el 100% de las viviendas tuviera un acceso a todos los tipos de equipamiento básico y zonas verdes, el objetivo deseable al menos debería ser que el 50% de las viviendas contara con proximidad a todos los servicios básicos y zonas verdes.

Según la Guía metodológica sobre la certificación de sostenibilidad en el medio urbano, se especifican los estándares de dotación óptima de equipamiento para un tejido medio con una población sostenible o equilibrada:

Tabla 6. Estándar servicios básicos por habitante. Fuente: Guía metodológica para la certificación de sostenibilidad  en el medio urbano.

Tabla 4 Estándar servicios básicos por habitante. Fuente: Guía metodológica para la certificación de sostenibilidad  en el medio urbano.

El objetivo deseable es que la nueva actuación contenga una dotación superior, disponible para cubrir necesidades futuras, cambiantes con los ritmos de la sociedad y sobre todo para paliar los posibles déficits de equipamientos existentes en los tejidos contiguos a la actuación o de los equipamientos de ciudad, por lo que la determinación previa de los déficits dotacionales del contexto de la actuación será clave para poder dar una respuesta adecuada, lo que pasa por introducir los equipamientos más necesarios para la población futura, comenzando por los de mayor nivel de proximidad y uso cotidiano, mezclando los equipamientos entre ellos, pues generará sinergias multiplicadoras en su uso y en el encuentro de ciudadanos diferentes en un mismo espacio urbano.

Figura  46 Proximidad a los servicios básicos. Distancia en minutos caminando. Fuente:Estudio de movilidad y espacio público. VITORIA – GASTEIZ. Habitabilidad. Variables de proximidad

En Canarias, la dispersión del tejido urbano, y la baja densidad edificatoria están denotando déficits en cuanto al nivel de proximidad peatonal a los servicios básicos. Salvo en los núcleos residenciales más importantes, y sólo en las zonas más densas, se puede garantizar que un alto porcentaje de la población y las viviendas se encuentren entre 5 y 15 minutos andando a los servicios básicos y zonas verdes de proximidad. En el resto de núcleos y asentamientos rurales, la falta de colmatación de los tejidos urbanos, y la dispersión urbana hace necesaria la dependencia casi total del vehículo o del transporte público para el acceso a estos servicios básicos.

Figura  47 Actividades comerciales de proximidad Nº de actividades con acceso simultánea a menos de 300m.  Fuente: Plan de Indicadores de sostenibilidad urbana de Vitoria-Gasteiz.

El espacio público de calidad

La planificación urbana actual viene condicionada por el modelo de movilidad y el modelo de ciudad que queramos construir. Para ello, es necesaria la creación de una ciudad amable, habitable y vivible; por lo que es necesario pensar en una ciudad de espacios abiertos, saludables, verdes, cercanos, seguros, accesibles, multifuncionales, que aseguren una vitalidad en el contexto urbano. 

El planeamiento urbanístico se configura como una herramienta muy útil para el establecimiento de todos estos parámetros de género y de calidad, resultando el espacio público un aspecto básico en el diseño de  la ciudad, entendido como un conjunto de equipamientos, parques, recorridos peatonales, etc., de calidad y que, en definitiva, contribuyen a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, constituyéndose en un FACTOR BÁSICO DE SOLIDARIDAD Y JUSTICIA SOCIAL. 

Figura  48 Centro peatonal de Torremolinos 

En términos de diseño urbano, una ciudad atractiva para vivir, trabajar y relacionarse es una ciudad compuesta por espacios públicos útiles, acogedores, diversos y bellos que proporcionan bienestar a los ciudadanos. Su éxito dependerá de la adecuación a las necesidades de los usuarios y se mide por la intensidad de uso que se hace de ellos durante todo el año.

Es importante a la hora de diseñar el espacio público, entender que se trata del verdadero espacio de convivencia ciudadana, por su cantidad, pero sobre todo por su calidad. Es necesario configurar una red de espacios públicos continuos, diversos y de calidad, integrando en ellos políticas de movilidad sostenible. 

Y es preciso también crear una variedad de tipo de espacios públicos, dotaciones y equipamientos para de esta forma darle cobertura a las distintas necesidades de la población: áreas de estancia, de ocio, de prácticas deportivas, aspectos naturales, esparcimiento y todo ello pensado para todo tipo de población, edades, sexo y condición social en igualdad de condiciones.

Estos espacios deben planificarse adaptándose a los cambios climáticos permitiendo que sean cambiantes para que se adapte a las necesidades cambiantes de la población que lo habita, para que sean confortables y accesibles. 

Figura  49 La interacción casual con la naturaleza se ha de experimentar en dosis diarias. Fuente: adaptecca.es

También es necesaria una ocupación de día y noche, para lo que evitaremos espacios donde funcionen únicamente usos terciarios ya que quedan espacios desiertos cuando cesa la actividad. Esto ocurre en las zonas de oficinas y comerciales. 

Para ello debemos conseguir la diversidad suficiente para garantizar flujos variables a los largo del día.

Figura  50 Espacios seguros.  Plan Estratégico de intervención en la Travesía urbana de Pliego. Murcia. E. Minguez, 2009

Figura  51 Sistemas de bandas funcionales. Glorieta Juan Carlos I, Murcia

La composición social de los entornos humanos se caracteriza por la diversidad, los diferentes grupos sociales, ya sean por edad, sexo o condición, requieren de unas condiciones concretas que garanticen su acceso y disfrute de los espacios públicos.

Un diseño universal de estos espacios para todos y todas, sin necesidad de adaptación o de un diseño especializado, es una oportunidad que ofrece la urbanización para favorecer la inclusión social. 

En esa línea, un objetivo de desarrollo sostenible de la Agenda 2030 es lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles, en consecuencia el diseño universal de los espacios públicos garantiza entornos inclusivos.

La finalidad del Espacio Público de Calidad va más allá de disponer de rampas de acceso y de baños adaptados; se trata de crear espacios para una ciudadanía diversa y dinámica en constante evolución, que responda a las constantes fluctuaciones económicas, sociales y climáticas que experimentan los entornos urbanos y en mayor medida las ciudades, que exigen espacios resilientes adaptados e inclusivos. 

Resulta necesario, consecuentemente, partir de tres principios fundamentales a tener presente en la redacción del planeamiento urbanístico para lograr un Espacio Público de Calidad:

  • No discriminación: Garantizar el derecho a la ciudad en todos los entornos, con independencia del género, edad o el grado de discapacidad.
  • Participación: Desde el gobierno local incluir programas donde la ciudadanía pueda participar activamente en el diseño y toma de decisiones de los espacios urbanos. 
  • Accesibilidad: Priorizar la accesibilidad constituye un primer paso para abordar y resolver el problema de las barreras en el entorno físico y social de las ciudades y poblaciones. 

Desde la perspectiva a largo plazo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda española 2030, las  medidas de adaptación y mitigación al cambio climático han de estar acompañadas por medidas encaminadas a construir hábitats inclusivos que favorezcan el bienestar social de toda la ciudadanía. 

Por lo tanto, a la hora de planificar y diseñar los espacios públicos a través del planeamiento urbanístico, habrá que tener en cuenta los siguientes aspectos para garantizar el confort del espacio público asegurando la atracción del espacio público:

  • Distribución e implantación de servicios básicos: generación de espacios de calidad tanto en el centro urbano como en las periferias, contribuyendo a la generación de nueva centralidad.
  • Integración en red: ubicación central en el área a la que sirve que asegure su accesibilidad, integración en la vialidad no motorizada que permita acceder a todos los puntos del municipio (área urbana y entorno rural) e imbricación con los equipamientos públicos al aire libre (deportivos, etc.) y construidos (museos, biblioteca, centros de interpretación de la naturaleza, etc.).
  • Diversidad: suma de espacios diversos y diferentes, compaginando plazas pavimentadas de carácter multifuncional que permitan la celebración de actos públicos y manifestaciones culturales, con áreas con vegetación, ya que ésta introduce múltiples beneficios estéticos y ambientales: reducción de la temperatura y del calentamiento del aire y del pavimento; reducción de la luz; generación de sombra; reducción del polvo en suspensión, etc., utilizando especies adaptadas al clima, con mínimo mantenimiento y consumo de agua, evitando especies alergénicas.
  • Adecuación climática: como aspecto fundamental en la funcionalidad y confort de los espacios libres y como contribución a la mejora de las condiciones de las viviendas: soleamiento, protección respecto a los vientos dominantes, ventilación de los tejidos urbanos, permeabilización de suelos, disposición de arbolado, etc.
  • Estética: conjugando imagen y funcionalidad, teniendo en cuenta la participación ciudadana como cliente y usuario final, debiendo contemplar en el diseño unos criterios de sostenibilidad en cuanto al consumo de materiales y recursos, mantenimiento, etc.
  • Acondicionamiento: con zonas de estancia agradables y con cuidado del mobiliario urbano: asientos ergonómicos, sillas individuales y sueltas, zonas de juego de niños, etc., dotándose de iluminación artificial que facilite su uso nocturno, aunque ajustada a criterios de optimización de consumo energético, priorizando espacios de libre acceso, no cerrados con vallas perimetrales.

La interacción de la edificación con su entorno urbano inmediato resulta un elemento de gran importancia por ser el límite entre el espacio público y el privado y en muchos casos la indefinición de este espacio por lo difuso de de los límites, genera un dialogo ineficiente lo que supone un salto entre el entorno familiar y el entorno social.

Es por tanto necesario que en la configuración de la edificación tal, se considere una tipología edificatoria adecuada, entendida desde el punto de vista de su morfología y forma de dialogar con el espacio público y también desde el punto de vista de los usos que puede albergar ya que esa  mixtura de usos garantiza la vitalidad de estos espacios y no se conviertan en espacios difusos e ineficientes, espacios sin uso e inseguros.

Como ya se explicó en el área temática MA. “Movilidad y Accesibilidad la actuación de peatonalización trae consigo muchos beneficios socioeconómicos y medioambientales: La ciudad vuelve a su estado primigenio convirtiéndose en un espacio para que las personas puedan realizar actividades propias como andar, estar, relajare, conversar, transformándose en lugares más idóneos para que los niños puedan jugar y aprender, y para las personas mayores, en definitiva una ciudad para todos.

Figura  52 Espacio urbano peatonal con mixtura de usos. Fuente: Patrimonio, espacio público y sustentabilidad urbana

Además, es importante destinar un alto porcentaje de superficie viaria destinada al peatón para configurar una red peatonal sin fricciones con el vehículo de paso, permitiendo además que el espacio peatonal sea complementado con áreas de juego, de estancia y todo ellos con una buena distribución de actividades que garantice la multifuncionalidad y la vitalidad. 

Como se ha explicado en el Área Temática MA. Movilidad y Accesibilidad, existen una serie de elementos peatonales que se utilizan para estimar el grado o índice de apropiación del peatón de los espacios públicos, entendida en el concepto de “Huella Peatonal”.

A mayor abundamiento, estos espacios públicos cumplen diversas funciones que son fundamentales para el equilibrio de la vida urbana.

  • Función ambiental: cuando predomina el verde, actúan como pulmones para la ciudad siendo los ejes y las ramblas las arterias que los comunican,  regulan el microclima urbano, permiten la existencia de flora y fauna, e incluso permiten disminuir el ruido.
  • Función urbana: permiten generar un equilibrio con respecto al espacio edificado, así como articular, dar forma, organización y congruencia a una ciudad o población.
  • Función social: ofrecen áreas para la recreación, contemplación, desarrollo de diversas actividades y contacto con la naturaleza, además de propiciar la interacción social y el desarrollo de vida en comunidad.

A su vez, podemos distinguir diferentes tipologías de espacios libres, en función de su tamaño, su escala, su funcionalidad y polivalencia así como su funcionalidad ambiental:

  • Parques y jardines de grandes dimensiones; Superficies >4 ha y con una gran área permeable y/o verde (+50%). Constituyen espacios que proporcionan una sensación de contacto con la naturaleza y de aislamiento del medio construido. Suelen requerir desplazamiento en transporte público y suelen estar a las fueras de la ciudad. No suele estar en la red de proximidad.
  • Parques y jardines medianos; Superficies mayores a 1 Ha con una gran área permeable y/o verde. Estos espacios serían los parques urbanos que garantizan diferentes posibilidades de recreo y deporte, espacios lúdicos y culturales. Deberían ser accesibles en bicicleta y no debería estar a distancias superiores a 2 Km. Puede formar parte de la red de proximidad.
  • Parques y jardines de pequeña dimensión; Superficies mayores a 5.000m2 con una gran área permeable y/o verde. Estos espacios ejercen las funciones más básicas de estancia y recreo al aire libre de la población residente. Deberían ser accesibles a pie y a una distancia menor de 750 metros. Espacios que forman parte de la red de proximidad.
  • Parques de bolsillo; Superficies de entre 1.000 y 5.000m2. Estos espacios corresponden a zonas ajardinadas, como plazas o áreas de estancia, espacios de tránsito que ofrecen una función de contacto diario del ciudadano con el espacio libre. Espacios libres de uso cotidiano.
  • La red peatonal: Calles peatonales con secciones y configuraciones que funcionan como espacios públicos de calidad, vitalidad y de relación.

Figura  53 Cualificación de los espacios de relación. Fuente Elaboración propia.

Figura  54 Cualificación del espacio público. Fuente Elaboración propia.

Renovación, regeneración y optimización del espacio urbano

Nuestra cultura urbanística está asentada en una dinámica continua de crecimiento y expansión urbana, que han empezado a sufrir el paso del tiempo en su patrimonio edificado y urbanizado, especialmente en barrios periféricos, con topografía desfavorable, infradotados y con calidades de diseño, urbanización y construcción muy inferiores a los estándares actuales.

La importancia de la sostenibilidad refuerza la necesidad de conservación y mejora de la ciudad existente, desde muy diversas perspectivas: como criterio de ahorro de suelo, materiales y energía, favoreciendo su renovación y reutilización frente a la ocupación indiscriminada de nuevos suelos vírgenes y a la construcción sin freno.

Y es que el cambio climático está marcando una transición necesaria en nuevos modelos de movilidad y la redefinición de usos y prioridades en los espacios físicos, lo que exige dotarse de edificios de consumo casi nulo y espacio públicos adaptados a las nuevas condiciones climáticas que se avecinan, mediante la incorporación de nuevas tecnologías, la transformación de los modos de vida y de trabajo, nuevos requerimientos y percepciones en temas de seguridad y en cuestiones de salud derivadas de malas condiciones urbanas. 

Todo ello implica una transformación intensa y masiva del patrimonio construido con operaciones de rehabilitación, regeneración y renovación urbanas que requieren dar un salto inevitable que convierta dicho cometido en un objetivo en sí mismo.

Por esa razón, en el reto de la ciudad sostenible es necesario y fundamental priorizar los procesos de reciclaje del tejido urbano existente, garantizando la regeneración urbana sobre la ciudad existente, sobre los tejidos obsoletos, los tejidos infrautilizados o incompletos y los barrios que presentan mayor vulnerabilidad urbana.

En este sentido, desde la presente Guía se recomienda que el planeamiento urbanístico considere en su fase de análisis una serie de aspectos dirigidos a la renovación, regeneración y optimización de nuestras ciudades y poblaciones:

  • Optimizar los tejidos infrautilizados, a través de la transformación, recuperación y renovación de la ciudad existente, recualificación de las áreas de baja densidad situadas sobre todo en la periferia y en los núcleos dispersos, con el objeto de evitar las zonas monofuncionales, permitir la densificación, adoptando  densidades más eficientes y asignado tipologías flexibles que permitan redensificar los suelos existentes y dispersos hacia una mayor diversidad e integración de usos.

Así mismo el suelo es un recurso limitado, por tanto es vital buscar el máximo aprovechamiento de los ámbitos transformados, ocupando los espacios aún sin colmatar y densificando las tramas urbanas.

Figura  55 Plan Parcial sin colmatar. Fuente Guia del planeamiento urbanísticamente eficiente IDEA.

  • Reequipamiento de barrios, mediante la implantación de nuevos equipamientos y dotaciones que superen los déficits habituales buscando la creación de nuevas zonas de centralidad a nivel de barrio que doten de vitalidad a los barrios, así como medidas en su movilidad interior que permitan reducir la necesidad de desplazamientos motorizados. Son muchos los barrios y núcleos que no cuentan con los servicios básicos y las zonas verdes de proximidad en igualdad de oportunidades, teniendo en muchos casos que obligar el desplazamiento motorizado para su acceso. Así mismo, la redensificacion puede suponer nuevas necesidades en cuanto a la capacidad de las infraestructuras básicas o dotaciones y equipamientos derivada de las necesidades de nueva población o usos previstos.

Figura  56 Operación de regeneración urbana Barrio de la Mina, Sant Adrià de Bèsos. Fuente: www.barrimina.cat

  • Adecuación del patrimonio edificado, fomentando la rehabilitación edificatoria para la mejora hacia los usuarios en cuanto al confort y la accesibilidad de las edificaciones. Medidas como incrementos de edificabilidad, destinados a mejorar las condiciones constructivas, o mejoras de accesibilidad como creación de ascensores u otros elementos para la mejora del confort de las edificaciones no supondrían impactos ambientales de demoliciones y reconstrucciones completas.

En concreto en el eje de integración EU.3 Arquitectura adaptada y resiliente, se abordará la escala de edificación en cuanto a medidas de eficiencia, resiliencia y arquitectura bioclimática.  .

  • Fomento de actuaciones de renovación urbana y rehabilitación en cascos históricos. Es necesario aprovechar el impulso sobre la revalorización y conservación del Patrimonio, con la rehabilitación del tejido urbano y edificatorio desde el punto de vista del cambio climático. Medidas de adaptación sobre los bienes patrimoniales que se encuentran actualmente o potencialmente en situación de vulnerabilidad sus ámbitos urbanos, espacios libres, estructuras etc., así como a través de medidas de mitigación a través de la reducción de la contaminación, que promuevan la eficiencia, sostenibilidad y en definitiva la calidad de los conjuntos históricos. La adaptación y resiliencia del patrimonio cultural se tratará en el eje de integración de EU.3 Arquitectura adaptada y resiliente. 

Figura  57 Situación de áreas de reordenación estratégicas y acciones de rearticulación en accesos al

centro histórico Fuente: La regeneración urbana como práctica compleja en un espacio

histórico muy intervenido: una experiencia dificultosa en el contexto actual del Centro Histórico de Valladolid

  • Reconsideración del modelo turístico en los núcleos canarios. Como ya se explica en la Línea 3 EU.2.3 Adaptación del modelo de ciudad frente a los efectos del Cambio Climático de este Eje de integración, los efectos del Cambio Climático en cuanto a la subida de las temperaturas, cambios en el régimen de precipitaciones, aumento del número de olas de calor y subida del nivel del mar, salvo que se adopten medidas de mitigación y adaptación, harán más vulnerables  y menos atractivos a los destinos turísticos presentes en nuestras islas. 

Es evidente que, para nuestras Islas y como principal motor económico, se hace necesario garantizar la atracción turística del destino, determinada por la belleza del destino, las condiciones climáticas y la seguridad.

Con el efecto del cambio climático estos criterios se podrían ver alterados y el destino perdería competitividad, por lo que es necesario emprender acciones de adaptación, en relación a los recursos naturales, las costas y playas canarias, los espacios naturales protegidos, los sistemas montañosos, etc. 

En este escenario, se hace necesario establecer medidas dirigidas a las urbanizaciones y a las edificaciones turísticas, en relación al uso eficiente de la energía, controlar las emisiones de CO2 en los proyectos de establecimientos turísticos, impulsar el ahorro y eficiencia del agua, inversiones en infraestructuras y equipamientos sostenibles. 

Así mismo, acciones en relación a la movilidad y al fomento del transporte público y alquiler de coches más eficientes, fomento de modelos ecoturísticos, desestacionalización de la oferta para evitar la concentración y sobreexplotación de los recursos en ciertas épocas del año, realizar estudios sobre el retroceso de las playas y su incidencia en la costa, desarrollar estudios de impactos sobre los espacios turísticos, crear indicadores que alerten sobre los efectos del CC, adecuar progresivamente las edificaciones e infraestructuras turísticas a las nuevas condiciones climáticas, etc.

  • Recuperación de suelos en desuso o abandonados

Es preciso identificar en el planeamiento urbanístico estos suelos en desuso o abandonados, que bien porque han quedado obsoletos o bien porque se trata de urbanizaciones y/o edificaciones abandonadas, pueden recuperarse al estar dotados de servicios y estar integrados en la trama urbana. Mediante su acondicionamiento podrán volverse a poner en funcionamiento como nuevos espacios de desarrollo urbano para crecimiento residencial y de actividades económicas, limitando la ocupación de nuevo suelo.

Por otro lado, son numerosas las urbanizaciones inacabadas o que se encuentran en estados muy incipientes de urbanización que convendría evaluar desde los diferentes instrumentos de ordenación su estado e incluso capacidad de revertir sus ejecuciones. En otros casos resulta necesario valorar el nivel de sus infraestructuras y servicios para recuperarse y ponerse en funcionamiento como nuevos espacios de desarrollo urbano para crecimiento residencial y de actividades económicas por su nivel de integración en la trama, y limitando así nuevas ocupaciones de suelo.

Figura  58 Transformación del recinto industrial en proceso de abandono de Can Batlló en uso mixto con dotaciones culturales y educativas, espacios libres y zonas verdes, uso terciario.

Figura  59 Transformación de un Plan Parcial paralizado, a huertos urbanos en Benimaclet, Valencia

Dada la enorme transcendencia que el cambio climático implica en la ciudad consolidada y en la edificación, a través de esta Guía se ha considerado necesario desarrollar los contenidos referidos a la eficiencia y sostenibilidad del modelo urbano desde el prisma de la mitigación por medio de la Línea de Actuación EU.2.2 Modelo urbano  eficiente y sostenible.

ASPECTOS CLAVE DE ANALISIS Y DIAGNOSTICO de la Línea 1 

Modelo de ciudad compacta, equilibrada, y de proximidad

Figura  60 Esquema conceptual de la Línea EU.2.1 Modelo de ciudad compacta, equilibrada y de proximidad. Elaboración propia

Equilibrio y funcionalidad del modelo urbano compacto y de proximidad. Información, Análisis y Diagnóstico en el planeamiento urbanístico.

Items de análisis
Conocer la situación actual

Los elementos o conceptos sobre los que se fundamentará el análisis para posteriormente establecer las propuestas de ordenación, para alcanzar la Meta son:

  •  Morfología urbana: Densidad y compacidad
  • Mixticidad de la ciudad: Tipología y equilibrio de los usos
  •  Espacios obsoletos, infradotados y en desuso
  •  Proximidad y accesibilidad a los servicios y equipamientos de uso cotidiano
  •  Movilidad peatonal y cobertura del transporte público

Para obtener esta visión crítica sobre el estado actual del modelo, resulta necesario que la información urbanística del instrumento de planeamiento deba analizar una serie de aspectos para realizar un correcto diagnóstico y enfocar las medidas y propuestas de cara a la ordenación.

La fase de INFORMACIÓN Y DIAGNÓSTICO del planeamiento urbanístico deberá proporcionar la suficiente información a partir de unos elementos de análisis para detectar las zonas prioritarias de actuación que presenta el ámbito de estudio y actuación, en cuanto al funcionamiento y eficiencia de dicho modelo. 

Para esto, las personas responsables de la redacción de los instrumentos de planeamiento urbanístico deberán considerar desde la escala de Ordenación pormenorizada (OP), los siguientes extremos:

  • Analizar los parámetros urbanísticos que muestran la configuración de la forma e intensidad edificatoria del modelo urbano; densidad de habitantes y densidad de viviendas por hectárea por áreas o zonas, edificabilidad y coeficientes de edificabilidad  para valorar ámbitos poco optimizados desde el punto de vista de la eficiencia en el uso de suelo transformado, de acuerdo a los umbrales mínimos e ideales de los indicadores contemplados. 
  • Análisis del grado de ocupación del tejido urbano actual (Parcelas/manzanas vacantes, en desuso, infrautilizadas, fragmentación del tejido urbano)
  • Análisis del grado de obsolescencia o infradotación del tejido urbano actual, tanto de las urbanizaciones, como del tejido edificatorio (tejidos obsoletos, abandonados, infradotados en cuanto a infraestructuras básicas o en cuanto a servicios urbanos)
  • Analizar el grado de colmatación del suelo en cuanto a las condiciones del artículo 46 de la Ley 4/2017 del suelo y de los espacios naturales de canarias, para determinar el grado de colmatación de las urbanizaciones, para poder determinar la capacidad que tienen para acoger nuevas ocupaciones o incluso revertir la transformación de los mismos a la situación de partida.
  • Analizar el grado de optimización del tejido en cuanto a detectar las densidades por zonas e identificar zonas con baja densidad (<40viv. /ha.) para poder determinar la capacidad que tienen aumentar sus densidades, transformar y complejizar los usos existentes. 
  • Análisis de la complejidad funcional: analizar si existe en el modelo actual un equilibrio entre los usos terciarios y residenciales que garantice la vitalidad de la ciudad.  Comprobar la superficie construida de usos no residenciales presentes en el ámbito y ponerla en relación con la superficie construida de usos residenciales. Analizar por ámbitos el reparto  de superficie construida no residencial, respecto de la superficie construida total. Calcular el ratio aproximado por vivienda y por habitante de usos terciarios y compararlo con los umbrales contemplados en los indicadores.
  • Análisis de la tipológica de la edificación, si existe una variabilidad que permita una riqueza de usos. Analizar el grado de compatibilidad de los usos actuales y usos previstos (principales y compatibles). 
  • Análisis de los usos en plantas bajas y primeras. (Para detectar áreas con baja mixticidad de usos, áreas residenciales con ausencia de uso terciario y área mono funcionales). 
  • Analizar cuáles son las dotaciones y equipamientos generadoras de actividad y de movilidad en la ciudad. Tipos (servicios básicos, comercios, infraestructura de transporte) y escalas (SG o SL). Ubicación, diferenciación, área de influencia (cobertura) y grado de accesibilidad a los mismos.
  • Analizar la demanda de desplazamiento actual: motivo del desplazamiento (equipamientos, trabajo, dotaciones básicas) y modos de desplazamiento (transporte público, vehículo privado, peatonal, bicicleta).
  • Analizar la oferta de alternativas al transporte privado: red peatonal, red ciclista, transporte público frecuencia y cobertura, aparcamientos e intercambiadores.
  • Analizar la red de servicios de proximidad. Ciudad de los 15 minutos. Dotaciones, equipamientos y espacios libres de uso cotidiano y en un radio de proximidad. Identificación y localización del Tipo de servicio (sanitario, educativo…) Cobertura, ámbito de influencia y accesibilidad peatonal y en transporte público.

Representación del Área de influencia en cobertura espacial y temporal (tiempo de desplazamiento a pie). Identificación, localización y tipología de los espacios libres existentes (plazas y espacios verdes; dimensiones, utilidad…), de los servicios básicos de proximidad, y del comercio de proximidad. Se tendrá que analizar considerando la situación topográfica del lugar y el grado de accesibilidad a estos equipamientos.

  • Analizar la jerarquización y características de la sección del viario público (% de espacio destinado al peatón, al vehículo y a otros modos de transporte)
  • Analizar las características de los viarios en cuanto a sección de las aceras, pendientes y % destinado al peatón respecto del total de superficie viaria.
  • Analizar el grado de interacción de la calle: zonas de actividad (comercios y equipamientos) vinculado a espacios para el peatón.
  • Analizar del grado de polivalencia y multifuncionalidad en la red de espacios libres y la red peatonal, del tal modo que responda a las necesidades diversas de la población y, sobre todo, contemplen el confort ambiental y físico necesario para que cumplan sus funciones con eficiencia.

Analizar los espacios públicos de apropiación peatonal (huella peatonal) existencia de una red peatonal y bici comunicada y sin interrupciones. Características del espacio peatonal (estar, transitar, reunión y recreo…)

Analizar la funcionalidad de los espacios libres (cobertura y Escala SG/SL), utilidad desde el punto de vista de los beneficios ecosistémicos  y desde la funcionalidad (combinación de usos).

Ecobeneficios y Confort ambiental de los espacios públicos (sumideros y conectividad biodiversidad): Parques con verde urbano, plazas arboladas, parques de bolsillo, interconexión entre ellos y con grandes parques urbanos y con los ecosistemas del entorno urbano (red de corredores), permeabilidad de suelo, masas de agua, masas de vegetación

  • Analizar la existencia de una Red verde urbana, a través del análisis de los elementos urbanos públicos y privados con dotación verde y su intercomunicación y el grado de  apropiación peatonal. 
  • Analizar las características del transporte público. Cobertura a los servicios básicos locales y generales.

Diagnóstico
Necesidades de actuación

  • Áreas de renovación y de actuación en el medio urbano infrautilizadas,
    obsoletas y en desuso.
  •  Áreas con una escasa consolidación y colmatación con capacidad para acoger
    nuevas ocupaciones o incluso revertir la transformación de los mismos a la
    situación de partida.
  •  Áreas con baja densidad y/o monofuncionales con capacidad para aumentar
    sus densidades, transformar y complejizar los usos existentes.
  •  Áreas sin cobertura de servicios de proximidad – Barrios infradotados en
    cuanto a actividades comerciales de proximidad, servicios básicos, espacios
    libres y espacios verdes, transporte público y movilidad.
  •  Detectar el funcionamiento de los barrios en cuanto al acceso de los servicios
    básico y actividades terciarias. Modelo monocéntrico.
  •  Áreas con escasa mixticidad de usos y escasa variabilidad de tipologías
    edificatorias.
  •  Áreas con escaso % de espacio viario destinado al peatón, aceras con anchos
    insuficientes o pendientes elevadas.
  •  Áreas con un grado de interacción de la calle muy bajo (cruzar información
    movilidad peatonal con actividades terciarias).
  • Áreas desconectadas Falta de continuidad y accesibilidad en la red de

Estos aspectos que se diagnostiquen pueden ser identificadas como debilidades, pero también como potencialidades y oportunidades para un cambio de rumbo si el planeamiento urbanístico las identifica, e implementa medidas dirigidas para ese cambio desde la ordenación.

Se establecen unos indicadores, agrupados en dos bloques, indicadores de evaluación/diagnóstico e indicadores de seguimiento. Los primeros ayudan a establecer el grado de sostenibilidad y lucha del cambo climático de la situación actual del territorio para establecer prioridades de actuación, y los segundos se aplicarán tras establecer las alternativas de ordenación y la ordenación final para analizar si el proceso de ordenación y las intervenciones establecidas hacen del territorio un territorio resiliente y mitigador frente al cambio climático.

Indicadores
Evaluación-ordenación-seguimiento

Los indicadores de evaluación, completan el diagnóstico precisamente porque nos ayudarán a evaluar la situación actual y se acerca o no cumple a los umbrales mínimos de sostenibilidad, requiriendo en su caso una atención prioritaria.

Tabla 6 Indicadores de la línea de análisis Modelo de ciudad compacta, equilibrada y de proximidad. 

INDICADORES CRITERIOS DE ORDENACIÓN EVALUACIÓN
DIAGNÓSTICO
MODELO SEGUIMIENTO TIPO DE INDICADOR
UMBRAL MÍNIMO UMBRAL DE  SOSTENIBILIDAD
EU-IND.37 Densidad de viviendas >100viv/ha (>250hab/ha) 100-160viv./ha.(>250hab/ha-máx 400hab/ha)
Primario
EU-IND.09 Equilibrio entre actividad y residencia
>20% de sup. Construida destinada a usos no residenciales en más del 50% de la sup. De suelo urbano (Tejido central)

>15% de sup. Construida destinada a usos no residenciales en más del 50% de la sup. De suelo urbano (Tejido medio) 

>10% de sup. Construida destinada a usos no residenciales en más del 50% de la sup. De suelo urbano (Tejido residencial)

>20% de sup. Construida destinada a usos no residenciales en más del 80% de la sup. De suelo urbano (Tejido central)

>15% de sup. Construida destinada a usos no residenciales en más del 80% de la sup. De suelo urbano (Tejido medio) 

>10% de sup. Construida destinada a usos no residenciales en más del 80% de la sup. De suelo urbano (Tejido residencial)

Primario
EU-IND.08 Tipología de vivienda Variabilidad tipológica que garantice la mixtura de usos Predominio de la tipología colectiva frente a otras tipologías
Primario
EU-IND.10 Grado de interacción de la calle >25% de los tramos de calle con plantas bajas comerciales y >10 actividades por cada 100metros lineales de calle >50% de los tramos de calle con plantas bajas comerciales y >10 actividades por cada 100metros lineales de calle
Secundario
EU-IND.11 Proximidad a los servicios básicos y actividades comerciales Al menos el 75% de la población tiene acceso a los servicios básicos y actividades comerciales a pie. 100% de la población tiene acceso a los servicios básicos y actividades comerciales
Primario
EU-IND.12 Proximidad a los distintos tipos de espacio libre Acceso simultáneo a 3 tipologías para el 100% del ámbito de estudio Acceso simultáneo a las 4 tipologías para el 100% del ámbito de estudio
Secundario
MTU-IND-37 Proximidad a puntos de recogida de residuos 80 % de la población con cobertura simultánea a las 5 fracciones (a menos de 150m) Deseable: 100 % de la población con cobertura simultánea a las 5 fracciones (a menos de 150m)
Primario
MTU-IND-36 Proximidad a puntos limpios >80% de la población con cobertura a un “mini” punto limpio (a menos de 600m) 100 % de la población con cobertura a un “mini” punto limpio (a menos de 600m)
Secundario
MTU-IND-35 Dotación contenedores < 200 habitantes por contenedor. < 100 habitantes por contenedor
Secundario
MA-IND-02 Proximidad a la red de transporte público  >80% con cobertura a paradas de transporte público 100% con cobertura a paradas de transporte público
Primario
MA-IND-09 Espacio destinado a infraestructuras viarias  <40%  <25% 
Primario
MA-IND-13 Espacio viario destinado al peatón > 60% de vario público destinado al peatón en más del 50% de los tramos de calle. > 75%% de vario público destinado al peatón en más del 50% de los tramos de calle
Primario
MA-IND-14 Accesibilidad universal de los viario peatonales >40% 0% tramos de calle con Accesibilidad suficiente, insuficiente y muy insuficiente
Primario
EU-IND-13 Superficie verde por habitante >10m2/habitante >15m2/habitante
Primario
EU-IND-14 Espacio de estancia por habitante >10m2/hab >20m2/hab
Secundario
EU-IND-15 Índice de habitabilidad global >75 puntos en una cobertura del 50% del ámbito de estudio >75 puntos en una cobertura del 75% del ámbito de estudio
Secundario
FUENTE: Elaboración propia a partir de distintas fuentes.

Equilibrio y funcionalidad del modelo urbano compacto y de proximidad. Recomendaciones al modelo de  ordenación.

Medidas y recomendaciones
Para la ordenación y ejecución

Así pues, se recomienda unas medidas y unas propuestas de cara a la ordenación en los instrumentos de ordenación, en aras a alcanzar la Meta sobre Equilibrio y funcionalidad del modelo urbano compacto y de proximidad.

Figura  61 Iconos ilustrativos del diseño urbano. Planificación, planes de barrios, servicios urbanos y descentralización. Fuente: La nueva Agenda urbana

A continuación se señalan una batería de medidas de mitigación (M) y de adaptación (A),  señalando así mismo la escala de aplicación: OP (escala de ordenación pormenorizada: PGO_OP, PP, PE PMM, y PAMU) IC (aplicación para instrumento complementario: OME, OMU, Estudio detalle, catálogos) y PE (proyecto de ejecución de planeamiento como proyectos de urbanización y de edificación)

(OP, IC) Optimización del tejido urbano.

  • (M/A) Priorizar la renovación y regeneración de los ámbitos de la ciudad consolidada como pilar de un modelo urbano equilibrado y eficiente, a través de la regeneración del tejido urbano existente mediante operaciones de recualificación, revitalización, rehabilitación y reciclaje de la ciudad consolidada. 
  • (M/A) Fomentar la rehabilitación (frente a la obra nueva).
  • (M/A) Establecimiento de criterios de densidad, compacidad y complejidad urbana para los nuevos desarrollos y para operaciones de reforma urbana.
  • (M/A) Optimización de los tejidos urbanos infrautilizados, en desuso y áreas de baja densidad. Re-densificación y optimización de los ámbitos urbanos transformados. “Desarrollo de relleno” (construcción de nuevas viviendas en áreas poco desarrolladas y la renovación de viviendas existentes en áreas ya desarrolladas, en lugar de hacerlo en áreas nuevas).
  • (M/A) Aprovechamientos de los espacios susceptibles de transformación, infrautilizados o degradados para la renaturalización e integración del verde.
  • (M/A) Priorizar patrones de compacidad urbana a través de incrementos de densidad que permitan estructuras urbanas sostenibles y equilibradas, corrigiendo la dispersión y la baja densidad de las zonas residenciales. 
  • Definición de umbrales de densidades de viviendas adecuadas que supongan un aprovechamiento del suelo ya urbanizado y un consumo del mismo más racional, limitando la transformación del suelo, y a su vez permita optimizar los equipamientos y el transporte público para una determinada masa crítica de población.
  • (M/A) Buscar el equilibrio entre los espacios construidos y los espacios libres y de relación para un área determinada. Establecer una proporción adecuada entre los espacios relacionados con la actividad y la organización del sistema urbano (el espacio construido) y aquellos espacios descompresores de la tensión urbana orientados a satisfacer las necesidades de recreo, estancia al aire libre y de relación (espacio de estancia). Un nivel excesivo de compacidad no es necesariamente bueno, debe ser corregido por la existencia de espacio público de calidad para el peatón, espacios verdes, plazas y aceras de un ancho mínimo, etc. Y esto se consigue previendo una dotación de espacio de estancia por habitante >10m2/habitante.

(OP, IC)  Proximidad a los servicios.

  • (M/A) Complejizar el tejido fomentando la mezcla de usos en los barrios.
  • (M) Fomentar tipologías edificatorias que permitan una flexibilidad de usos, con un reparto y distribución de usos residenciales y terciarios que permita aportar vitalidad a la calle favoreciendo corredores urbanos de actividad. Fomentar la diversidad de tipos residenciales que permiten la diversidad de usos urbanos.
  • (M) Creación de una estrategia de desarrollo para los barrios. Conexiones y accesibilidad urbanas, espacios de interacción social y cultural, actividades productivas, reproductivas, sociales y ambientales, seguridad y confort para los habitantes.
  • (M/A) Fomentar la distribución espacial de usos urbanos, a través de estructuras urbanas complejas, diversas y multifuncionales, creando barrios con una mezcla de usos y de actividades que requieran menores necesidades de transporte. Fomentar el policentrismo y la mixticidad de usos en los barrios (residencia, servicios públicos y privados, etc.).
  • (M/A) Transitar de un modelo urbano de los barrios de tipo monocéntrico a uno policéntrico, acercando los usos residenciales, los usos productivos, los servicios básicos y el transporte. De esta forma también se descongestiona el “único centro” comercial y de empleo (modelo monocéntrico) que de por si reduce la calidad de vida y la eficiencia, hacia un modelo policéntrico de descentralización.
  • (M/A) Re-definición de los servicios urbanos de proximidad para lograr un equilibrio en la dotación de los barrios, garantizando la accesibilidad a estos servicios básicos atendiendo a la diversidad de la población, y favoreciendo la cobertura peatonal a los servicios cotidianos y las actividades económicas de proximidad (comercio y actividades productivas). 
  • (M/A)Reducir las necesidades de movilidad, fomentando estrategias de proximidad entre usos y actividades y los modos de movilidad no motorizada y el transporte público como elementos clave en el diseño urbano. Templado o restricción del vehículo privado en determinadas zonas como cascos, zonas residenciales, etc.
  • (M/A) Tener en cuenta la actividad comercial en los nuevos desarrollos para crear conectores urbanos con el tejido urbano adyacente destinando las plantas bajas de las edificaciones para usos comerciales y configurando ejes preferentemente peatonales comerciales.
  • (M/A) Integrar la dinamización del comercio con las medidas de calmado de tráfico, fomento peatonal y ciclista, mejora del espacio público, etc.
  • (M/A) En los nuevos desarrollos valorar en función del perímetro de la actuación urbanística potencialmente conectado, el grado de conectividad que presenta el ámbito o sector al tejido urbano adyacente, a pie o en bici a menos de 15 minutos (600-1.000m). Para contemplar medidas correctoras para garantizar la permeabilidad de los flujos peatonales. 
  • (M/A) Los elementos con efecto barrera dificultan la permeabilidad peatonal y producen un efecto de aislamiento para las personas con movilidad reducida. Generalmente, en estas actuaciones, la accesibilidad exterior sólo es posible con el automóvil privado. Por ejemplo, en viales de alta capacidad se deberá estudiar la introducción de medidas de pacificación. También, se recomienda la presencia de un paso peatonal accesible, como mínimo, cada 100 metros lineales.

(OP, IC) Habitabilidad del espacio público.

  • (A) Estructurar una red eficaz de itinerarios peatonales como elemento prioritario en la articulación del espacio público urbano: facilitar los itinerarios a pie incorporando medio de apoyo como rampas, escaleras mecánicas, ascensores urbanos), ampliar aceras, incrementar arbolado, fomentar la actividad en las plantas bajas.
  • (A) Diseñar espacios multifuncionales con mobiliario urbano polivalente.
  • (M/A) Reducir los privilegios del automóvil, jerarquizando la trama viaria reduciendo carriles rodados por calles de coexistencia, medidas de reducción de la velocidad como pasos de cebra elevados, cambios de pavimentos, etc.
  • (M/A) Garantizar una red de itinerario en bicicleta a los elementos clave de la trama urbana como equipamientos deportivos, culturales, administrativos, parques y zonas verdes, transporte público, elementos de apoyo a la accesibilidad.
  • (M/A) Reconfiguración del tránsito vehicular, y promover la reducción del espacio destinado a aparcamiento. Liberar espacio público para favorecer la red ciclista y las sendas urbanas y minimizar el impacto de la contaminación y el ruido en las calles, alcanzando mejoras en la habitabilidad en el espacio público en términos de calidad y de accesibilidad. 
  • (A) Diagnosticar la ciudad existente desde la perspectiva de género, de edad, de colectivos vulnerables para contemplar estas necesidades en el diseño urbano del espacio público, movilidad, transporte público, etc.
  • (M) Destinar en mayor medida en la ordenación un mayor porcentaje de espacio viario destinado al peatón que al vehículo. Un 50% de los tramos de calle (metros lineales) con una buena proporción entre el espacio viario destinado al peatón y el espacio viario destinado al tráfico motorizado permite configurar una red peatonal sin fricciones con el vehículo de paso y, además, permite introducir nuevos usos en el espacio público: áreas de juego, zonas de estancia, etc.
  • (M) El espacio peatonal ocupará al menos el 75% de la superficie viaria incluida en la RED DE PROXIMIDAD; así como al menos el 60% del total del espacio viario de cada Barrio o Unidad de referencia.

(OP, IC) El verde en la ciudad.

  • (M/A) Definir una superficie mínima de zonas verdes por habitante.
  • (M/A) Definir criterios de forma  y tamaño mínimo para las zonas verdes.
  • (M/A) Orientar en los nuevos desarrollos la limitación de la cantidad de suelo a transformar y/o sellar, permitiendo aumentar la superficie de terreno natural, verde y permeable frente al transformado, sellado e impermeable.
  • (M/A) Fomentar la eficiencia y la calidad del tejido urbano, incrementando las condiciones de habitabilidad y confort del espacio público mediante la inserción de la naturaleza en la ciudad y considerar el espacio público como el eje del desarrollo de la ciudad, abandonando la concepción de que la ciudad debe desarrollarse en torno a sus redes viarias, y adaptando los espacios urbanos existentes y de nueva creación a los criterios bioclimáticos y de habitabilidad.
  • (M/A) Fomentar la diversidad, calidad y versatilidad de las zonas verdes y los espacios públicos de la ciudad, eliminando barreras arquitectónicas, diseñando espacios multifuncionales y polivalentes, aplicando criterios bioclimaticos a los espacios abiertos, incorporando mobiliario urbano polivalente, y conectando ecológicamente las distintas zonas verdes.
  • (M/A) Insertar el verde urbano en la propia edificación a través de patios, fachadas y cubiertas verdes.
  • (A) Creación de una red verde urbana que comunique la infraestructura verde periurbana con el verde urbano del espacio público como del privado (patios, fachadas, cubiertas, etc.), tanto desde el punto de vista ecológico, como desde el punto de vista de su conectividad. Aumentar la permeabilidad de suelo, la dotación vegetal mínima basada en la distancia a pie a zonas verdes de proximidad.
  • (M/A) Ordenar el verde urbano de tal manera que propicie la atracción de avifauna, que haga la traza urbana más permeable a los elementos naturales y que ofrezca espacios verdes de relación y de recreo a la población residente. Los espacios verdes y la reserva de suelo para huertos urbanos constituyen espacios para generar comunidad entre los habitantes del barrio o unidad territorial.

Criterios
para la ordenación

Así pues, se recomiendan unos criterios de ordenación, dirigidos al planeamiento urbanístico, en aras a alcanzar la Meta 1 sobre la Eficiencia y funcionalidad del modelo urbano compacto y de proximidad.Estos criterios se establecen a partir de unos umbrales ideales de sostenibilidad definidos en los indicadores.

  • Morfología urbana: 
    • > 80-100 viviendas por hectárea como mínimo en los tejidos existentes como mínimo en el 50% o 75% de la superficie de suelo urbano residencial. Coeficientes de edificabilidad > 0,60-0,75 m2c/m2s.
    • Fomentar la alta densidad (>100viv/ha) en entornos urbanos centrales y en ámbitos de reforma, >0,75m2c (máximo 1,5 en ámbitos de renovación).
    • Prever una dotación de espacio de estancia por habitante >10m2/habitante, para la existencia de espacio público de calidad para el peatón, espacios verdes, plazas y aceras de un ancho mínimo, etc. 
  • Mixticidad de usos:
    • Fomento de la tipología edificatoria colectiva 
    • Mínimo el 20% sup. construida total con usos no Residenciales (terciarios) en más del 50% de la superficie de suelo urbano residencial en tejidos centrales.
    • Mínimo el 15% sup. construida total con usos no Residenciales (terciarios) en más del 50% de la superficie de suelo urbano residencial en tejidos medios y 10% en tejidos residenciales.
    • Mínimo el 10% sup. construida total con usos no Residenciales (terciarios) en más del 50% de la superficie de suelo urbano residencial en tejidos 0 residenciales.
    • Objetivo mínimo de 5-7m2c/hab.
    • Al menos >25-50% de los tramos de calle con interacción espacial y funcional: plantas bajas comerciales y >5 actividades por cada 100metros y calles peatonales o anchas aceras.
  • Movilidad peatonal
    • > 60% de vario público destinado al peatón en más del 50% de los tramos de calle
    • > 80% de los tramos de calle con accesibilidad suficiente.
    • Cobertura a carril de bicicletas >80% de la población
  • Proximidad a los servicios y equipamientos cotidianos:
    • Garantizar la dotación de servicios básicos en las diferentes escalas urbanas a menos de 15 minutos a pie y sin dificultades. (comercio proximidad, centros educativos, sanitarios, sociales, deportivos, espacios libres, parada guagua, contenedores residuos, etc.)
    • Espacios públicos con un 20% del espacio peatonal con cobertura de sombra.
    • >10m2/hab. de espacios verdes.
    • 100% de la población con acceso a más de un tipo de espacio verde (espacio verde se considera cuando su superficie es superior a 500m y más de 50% de su superficie es permeable: parques, jardines, espacios peatonales, plazas, etc. (No computan las isletas de tráfico).