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Los estudios de casos que García Sánchez J. Francisco expone en su artículo de investigación “Planeamiento urbanístico y cambio climático: la infraestructura verde como estrategia de adaptación”, referidos a la actividad de gestión urbanística, considerando las nuevas situaciones de riesgo, se señalan a continuación, ya que permiten anticiparnos y contextualizar e invitan a su reflexión, en el ejercicio de la gestión urbanística:
- Respecto a los riesgos derivados de inundaciones o subida del nivel del mar, los cálculos de inundación se ajustan a variables de la climatología detectada para periodos de retorno no siempre adecuados para garantizar la casuística del cambio climático. Las zonas de desarrollo situadas en áreas inundables deben modificar sus usos pormenorizados para hacerlos compatibles con la nueva situación climática. En estos casos, es necesario plantearse la reubicación de usos y actividades no compatibles con la obligada transferencia de aprovechamientos urbanísticos adquiridos. Ejemplos de esta situación se observan ya en varias ciudades amenazadas por el cambio climático. Uno de los casos especialmente significativo es el del distrito de Mountauk, en el municipio de East Hampton, Nueva York. Los daños sufridos en la franja costera del término municipal durante el Huracán Sandy han provocado la reorganización espacial de los sectores amenazados con estrategias de reubicación y reasignación de usos del suelo, en especial, en el área central de la ciudad, amenazada por el incremento del nivel del mar. La estrategia seguida por el municipio se fundamenta en tres fases: La primera, se centra en la reubicación de usos existentes en planta baja expuestos a la subida del nivel del mar, especialmente en el sector occidental, entre la laguna (Fort Pond) y el océano. Se localizan también las parcelas que pueden asumir mayor densidad edificatoria para uso residencial con el objeto de trasladar unidades de aprovechamiento.
- La segunda fase de desarrollo incentivaría la reubicación de hoteles y resorts desde el océano hacia el interior, lo que mejoraría la resiliencia de estas empresas ante las tormentas. Como contrapartida, el atractivo turístico de “vistas al mar” y la cercanía a la primera línea de playa quedaría en un segunda plano. La zonificación de los complejos turísticos existentes ha sido lo suficientemente restrictiva como para que se haya producido poco o ningún desarrollo en el frente oceánico durante las últimas décadas.
- El Máster Plan propone que los complejos hoteleros adquieran y transfieran unidades de aprovechamiento desde la primera línea de playa a la segunda fila de manzanas. Esta transferencia de aprovechamientos estaría supeditada a la incorporación de estrategias de resiliencia en los diseños de nuevos hoteles como, por ejemplo, la organización diáfana como zona inundable de la planta baja para el estacionamiento. Las parcelas originales liberadas de la edificación quedarían disponibles para su renaturalización a través de la siembra de herbáceas y el cercado de arena para la estabilización de complejo dunar. Si el incremento del nivel del mar continuara amenazando la línea costera se iniciaría una tercera fase que obligaría a la reubicación de los complejos hoteleros del frente marítimo hacia el interior del núcleo consolidado y a incorporar otras estrategias de adaptación basadas en ecosistemas, como la generación de un sector dunar al sureste que, mediante las corrientes naturales, podría ir reponiendo la arena necesaria para evitar el avance del océano.
- Este trabajo pone de manifiesto la necesidad de realizar los cambios normativos con el objeto de impedir la pérdida de bienes materiales. La inevitable reordenación de usos del suelo en Montauk pasa por sistematizar los procesos de transferencia de unidades de aprovechamiento dentro de un marco normativo consciente del complejo problema del cambio climático, y ser un referente a tener en cuenta para su aplicación en otros sistemas regulatorios.
MEDIDAS Y RECOMENDACIONES
Para la ordenación y ejecución
- Considerar la clasificación de suelo rústico de protección económica, con criterios de cambio climático: impactos deslizamiento laderas, peligro de incendios, impactos rendimientos/fertilidad, etc.
- Identificación de las SbN y sus servicios de forma sistémica, estratégica y económica.
- Incorporar en el planeamiento urbanístico medidas de adaptación fundamentadas en la Ley 8/2018 de Cambio Climático.
- Testeo de medidas de adaptación específicas asociadas a diferentes tipologías territoriales y locales.
- Deteección y selección de medidas de adaptación, con especial atención a las “Natural Based Solutions” (Soluciones basadas en la Naturaleza).
- Desarrollo de un marco conceptual de adaptación, para identificar la gama de acciones disponibles que posibilite ajustar éstas a medida que vayan resultando más evidentes o precisos los impactos.
- Propuesta de soluciones de adaptación a través de la caracterización y la evaluación de la efectividad y eficiencia de las diferentes posibles medidas. Climate-proofing y stress-test de proyectos.
- Contextualizar las medidas en función de su secuencia temporal y complementariedad entre sí y con otras actuaciones regionales y urbanas.
- Calcular la efectividad y coste-beneficio de las medidas de adaptación.
- Considerar la función del Patrimonio público de suelo desde la perspectiva de los servicios ecosistémicos que presta el suelo.

