- Home
- GDHE Gobernanza, dimensión humana y económica
- GDHE.4 EJE 4: Justicia climática
- GDHE.4.1 Transición justa
La esencia de las iniciativas sobre Transición Justa, encuadradas en los diversos programas en el ámbito internacional, nacional e insular es no dejar a nadie atrás, en ninguna dimensión ni aspecto, personas, empleo, economía, medioambiente…
Hacer partícipes de los beneficios, los costes y las acciones a todos los sectores de la vida de las personas en cualquiera de sus dimensiones.
Uno de los aspectos claves en estas propuestas de actuación es atender a la realidad más concreta desde la que parten las comunidades, las personas y los sectores económicos para desde ahí crear estrategias encaminadas hacia una transición justa en su más amplio sentido de la palabra.
META
Analizar los elementos que determinan una Transición Justa y las estrategias económicas que la impulsan
Transición Justa desde su dimensión social
Cuando hablamos de transición justa nos referimos al coste que vendrá implícito en el modo y manera en que cada uno de los países y territorios, su población y su economía, deberán enfrentar los impactos del cambio climático. Las transformaciones derivadas de la crisis climática inevitablemente traerán aparejadas determinados insumos a modo de costos pero igualmente en forma de ganancias de una manera desigual por países y sectores tanto económicos como personales.
DATO INFORMATIVO:
La Comisión Europea y la mayoría de los gobiernos (…) estima que la transición climática aumentará el PIB de la UE en un 1,1% y el empleo en un 0,5% en 2030,
en relación con un escenario business as usual (es decir, un escenario en el que no se tome ningún tipo de medida y las emisiones sigan creciendo al ritmo actual).
El grado de fragilidad/vulnerabilidad desde el que se inicia esta transición climática es determinante para saber qué va a implicar para cada uno de los sectores con mayor nivel de afectación esta transformación. Esta incidencia se observa, como se ha señalado, en múltiples ámbitos, económicos, físicos, culturales y sociales.
La clave es elaborar estrategias que permitan que la transición climática sea una transición justa, inclusiva y solidaria, que minimice la sensación de desequilibrio entre los distintos entornos para que permita tener una visión a más largo plazo que amortigüe los costes inmediatos
Se debe partir tanto de conocer la realidad concreta de cada uno de los espacios, de su población, su situación económica y medioambiental lo más rigurosamente posible para adaptar a cada uno de ellos las medidas pertinentes que permitan que nadie se quede atrás.

Figura 43. Mecanismos para una Transición Justa. Unión Europea
La Unión Europea se embarca en esta tarea de impulsar acciones que permitan una transición justa de la mano del Green Deal. Las claves de este plan se centran en formar a trabajadoras y trabajadores cuyos empleos son susceptibles de desaparecer por razones climáticas o por tener un impacto medioambiental muy potente, mejorar la eficiencia energética de los edificios en que vivimos y trabajamos y, además, respaldar a la empresas que se inclinen por la implantación de tecnologías más eficientes y respetuosas con el planeta. Para la financiación de este programa se ha creado el Fondo de Transición Justa (Just Transition Fund o JTF) con la intención de reducir la incidencia de transición climática.
“En definitiva, una transición climática exitosa requerirá hilar muy fino para evitar debilitar la cohesión del proyecto europeo común y lograr que nadie se quede atrás. En el fondo, es una cuestión de justicia: justicia entre generaciones, entre países y entre grupos sociales” Vânia Duarte
Otro de los aspectos que tienen relevancia en la aproximación a una transición justa tiene que ver, como se ha venido señalando, con la captación de la realidad de la que se parte, y como señala el BSR enfoca la mirada en los riesgos e impactos que supone el afrontamiento de la transición justa así como las estrategias que se asumen.

Figura 44. Transición justa: riesgos, estrategia e impactos de los derechos sociales. “Avanzando hacia la resiliencia, mientras protegemos los derechos sociales”. BSR
Las líneas sobre las que implementar las actuaciones vienen de la mano de enfrentar cualquier transformación técnica con la mirada en la mitigación de los impactos, como muestra la siguiente ilustración: desde la esencia de la transición climática (descarbonización), un sistema socio ecológico sostenible y la combinación de equidad y equilibrio entre los procesos y los resultados.

El gobierno de España en 2019 se suma a implementar medidas hacia una transición inclusiva y equitativa en lo que a la crisis climática se refiere y aprueba la Estrategia de Transición Justa que forma parte de los tres elementos del Marco Estratégico de Energía y Clima, el anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética y el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC).

Esta iniciativa supone que España disponga de una planificación contundente, estable y enfocada en la descabornización de su tejido económico.
“La estrategia de transición justa tiene como objetivo que las personas y las regiones aprovechen al máximo las oportunidades de esta transición para que nadie se quede atrás”
La Ley de Cambio Climático y Transición energética, en su artículo 27 indica que:

Figura 46. Estrategia de Transición Justa. Fuente https://www.boe.es/eli/es/l/2021/05/20/7/dof/spa/pdf.
Elaboración propia
La transición justa y las personas
Se impone adherir a este proyecto además de a las instituciones y los gobiernos, nacionales e internacionales, a la población, tanto a la más directamente concernida como al resto de la ciudadanía. Y es aquí donde las medidas requieren estrategias más exquisitas e inclusivas para no dejar a nadie atrás.
En un mundo como el actual es infructuosa cualquier iniciativa que pretenda alcanzar a gran parte de la población mundial sino tiene en cuenta la interacción entre la crisis climática y la globalización. Así los flujos de conexiones funcionan como una especie de, utilizando la terminología de Zygmunt Bauman, crisis climática líquida.
“los procesos de globalización y de cambio climático se están superponiendo y retroalimentando, creando mucha más desigualdad” Karen O’Brien
Las afectaciones se mezclan y afectan de diversa manera dependiendo de la fortaleza de partida. Así una de las consecuencias de la crisis climática a escala planetaria es la migración climática. Esta se podrá observar, sin duda, en el territorio canario, tanto por parte de las personas que lleguen al archipiélago huyendo del impacto climático en sus lugares de origen como por los movimientos poblacionales internos que por la incidencia del cambio climático se produzca en Canarias (cambios/deterioro en las condiciones laborales, de vida de las personas).

Figura 47. Dimensiones humanas de la Transición Justa- Fuente: https://www.unpri.org/inevitable-policy-response/why-a-just-transition-is-crucial-for-effective-climate-action/4785.article
El centro de la acción debe ser la ciudadanía, las personas han de ocupar el lugar central de las acciones en cualquier iniciativa que pretenda hacer una transformación radical en la forma en que hasta ahora hemos venido viviendo. Tanto en lo que a mitigar la afectación que en sus condiciones de vida pueda recibir como en la asunción de responsabilidad de los cambios a través de la participación.
Otra de las dimensiones que van a ser repercutidos por la transición justa es el que se refiere a valores y hábitos de comportamiento. La forma en que hemos venido consumiendo, tanto a nivel particular como comunitario, debe transformarse. Medidas de carácter estatal que facilitan esta transformación pueden ser aquellas que impulsen la investigación sobre otras formas de vivir con niveles bajos de carbono y en sintonía con el cambio climático; trasladar a la ciudadanía cuál es su impacto medioambiental, cuál es la huella de carbono de los productos/servicios que utiliza; combinar el I+D+I con formas de comportamiento más respetuosas con el medioambiente, fomentando otras formas de consumo: comercio de cercanía, economía circular.
El acompañamiento a los sectores más fragilizados es una cuestión imprescindible. La mayor parte de las iniciativas en este sentido, como se verá, ponen el foco en las y los trabajadores. Atender a los costos laborales sobre las personas repercute positivamente además en la reducción de la conflictividad y en el fomento de la cohesión social. El reto demográfico es otro de los ámbitos que requieren atención. España es uno de los países más envejecidos del planeta, esto junto con el nivel de natalidad impone actuaciones efectivas y urgentes al respecto. La desigualdad de género como se ha venido señalando fragiliza aún más a las mujeres con una posición de partida profundamente más vulnerable, tanto por la desigualdad de género como por los sectores económicos en los que, en mayor medida, se emplea.
Aspectos que potencian las acciones que se implementen en cualquier estrategia hacia la justicia climática son la formación, la educación que permita a la población cuyo empleo se encuentre en crisis por los efectos de la transición justa reincorporarse al mercado laboral en otros sectores. En este mismo sentido la innovación tecnológica que impulse una adaptación más equitativa y transversal devendrá en parámetros más inclusivos en la transición climática.
“Una parte significativa del empleo que existirá en la UE en el periodo 2030 – 2050, será fruto de las políticas de transformación ecológica y descarbonización
promovidas en décadas previas. La propuesta de España es hacer de la economía verde el motor de la mejora de la competitividad y empleo de calidad”
Marco estratégico de energía y Clima. Ministerio para la transición ecológica y el reto demográfico
Acción climática para y los trabajadores
Es evidente que en el proceso de transformación y adaptación de la economía, de las empresas, a un mundo menos contaminante, una de las partes más vulnerables son las y los trabajadores que van a ver cómo su relación laboral se trastocará o en el peor de los casos desaparecerá. Es por esto que desde la ONU se han venido tomando acciones al respecto. Así el 23 de septiembre de 2019 con la celebración de la Cumbre sobre Acción Climática se dio carta de presentación a la iniciativa “Acción Climática para el empleo”. La esencia de este programa es proteger la creación de empleos verdes, de calidad, justos e inclusivos y enfocar la mirada en asegurar los medios de vida de las personas como motor de la transformación climática.
En esta tarea, liderada por España y Perú, se suman la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el Área de Acción de Impulsores Sociales y Políticos de la Cumbre. Teniendo presente que la clave para afrontar la crisis climática, desde una óptica transversal, es la transformación económica y social, y todo lo que esta combinación supone, el enfoque apunta pues a minimizar la incidencia de esta transformación en las personas, en las comunidades y en su forma de vida.
Haciendo referencia al impacto que tiene el cambio climático en el sector del trabajo, el Secretario General de Naciones Unidas, indicó: “Unos 1.200 millones de
empleos o el 40% del empleo mundial dependen directamente de un entorno saludable y estable. Las empresas no pueden tener éxito en un planeta que
fracasa. Los empleos no pueden mantenerse en un planeta moribundo”.
António Gutierres, Secretario General de Naciones Unidas
Así, la OIT establece cuatro aspectos fundamentales sobre los que centrar los esfuerzos en el camino hacia una transición justa.

Figura 48. Áreas prioritarias en el tránsito hacia una economía neutral a las emisiones de carbón y resiliente al clima. Fuente: International Labour Organization
Principios y recomendaciones para una transición justa
Los principios que según la ONG europea Climate Action Network deben regir una transición justa desde la perspectiva de las personas, tal y como aparece en la siguiente Figura 49, tienen una dimensión sistémica e integradora para no dejar a nadie atrás.

Figura 49. Principios que sustentan la transformación justa de la sociedad. Climate Action Network
Las actuaciones que se implementen, en este sentido, deben tener un punto de vista a largo plazo, marcando pequeños retos que refuercen los logros y reconcilien a la ciudadanía y los países con los esfuerzos asumidos y las metas alcanzadas. Incluir, además, a todas y todos los protagonistas, tanto desde el ámbito más particular como desde el más organizativo/sindical/empresarial que en alguna medida se vean concernidos por las derivadas de la crisis climática. En este contexto la resiliencia devenida de la diversificación económica, la reasignación justa y equilibrada de recursos financieros, del ajuste a los ODs son las pautas que han de marcar una transición climática, y por ende, justa y solidaria.
Recomendaciones para una transición justa


Transición justa desde su dimensión económica
La propuesta de la Comisión de un Mecanismo para la Transición Justa (MTJ) en el próximo marco financiero plurianual para el período 2021-2027, contempla un Fondo de Transición Justa, un régimen específico de dicha estrategia englobado en InvestEU y un nuevo instrumento de préstamos al sector público creado en asociación con el BEI.
| Mecanismo para una transición justa (MTJ) | ||
| 1er Pilar | 2ª Pilar | 3er Pilar |
| El Fondo de Transición Justa (FTJ) | El régimen específico de InvestEU | Nuevo instrumento de préstamo al sector público movilizado por el Banco Europeo de Inversiones (BEI) |
Figura 82 Mecanismo para la Transición Justa. https://ec.europa.eu/info/strategy/priorities-2019-2024/european-green-deal/actions-being-taken-eu/just-transition-mechanism/just-transition-funding-sources_es
El MTJ será fundamental para que el paso a una economía climáticamente neutra se haga de forma equitativa y no deje a nadie atrás. Proporciona apoyo específico para ayudar a movilizar al menos entre 65.000 y 75.000 millones de euros durante el período 2021-2027 en las regiones más afectadas, a fin de mitigar el impacto social y económico de la transición.
Al ayudar a las regiones más afectadas de España al abordar las consecuencias sociales y económicas de la transición, se garantiza que la transición hacia la neutralidad climática de la UE sea justa.
La Unión Europea en su comunicación COM(2020) 150 final y anexo D, enumera las prioridades clave a las que debe destinarse el Fondo de Transición Justa, ámbitos prioritarios de inversión que derivan de un de los territorios españoles que se enfrentan a graves desafíos socioeconómicos en el marco del proceso de transición hacia una economía europea climáticamente neutra de aquí a 2050 y que complementan los esfuerzos de la Estrategia Nacional de Transición Justa .Las actuaciones clave del Fondo de Transición Justa podrían centrarse, entre otros, en los siguientes ámbitos:
- la inversión en la creación de nuevas empresas, en particular a través de viveros de empresas y servicios de consultoría;
- la inversión en el despliegue de tecnologías e infraestructuras para una energía limpia y asequible, en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, la eficiencia energética y las energías renovables;
- la inversión en la economía circular;
- la inversión en actividades de investigación e innovación y el fomento de la transferencia de tecnologías avanzadas;
- las inversiones productivas en pymes, incluidas las empresas emergentes; y
- la inversión en la regeneración y descontaminación de solares y proyectos de rehabilitación y de reordenación de terrenos.

Figura 83. Infografía – ¿Cómo está financiando la UE la transición a la neutralidad climática? https://www.consilium.europa.eu/es/infographics/financing-climate-transition/
También se han determinado otras necesidades de inversión prioritarias para paliar los costes sociales de la transición en las zonas mencionadas. Las actuaciones clave del Fondo de Transición Justa podrían centrarse, entre otros, en los siguientes ámbitos:
- la mejora de las capacidades y el reciclaje profesional de las y los trabajadores;
- la prestación de asistencia a las personas demandantes de empleo en su búsqueda de trabajo; y
- la inclusión activa de las y los solicitantes de empleo.
La estrategia Nacional de Transición Justa, en coherencia con la propuesta de la Unión Europea, ha realizado una primera propuesta de las zonas que van a ser más afectadas por el proceso de descarbonización, la mayoría de las cuales ya se enfrentaban al fenómeno de despoblación y crisis económica, situación que agrava las consecuencias que para estas regiones traerá la transición climática.
Inicialmente se priorizan para el período 2021-2027 las regiones cuya economía se encuentra ligada a la extracción del carbón y sectores conexos: León, Palencia, Cádiz, La Coruña, Córdoba, Almería y Teruel, centrando el esfuerzo inversor en las regiones, las industrias y las personas
Inicialmente se priorizan para el período 2021-2027 las regiones cuya economía se encuentra ligada a la extracción del carbón y sectores conexos: León, Palencia, Cádiz, La Coruña, Córdoba, Almería y Teruel, centrando el esfuerzo inversor en las regiones, las industrias y las personas trabajadoras, que serán las que se enfrente a los retos más importantes.
Canarias, no ha sido incorporada en el primer periodo de programación, no obstante, Canarias junto a Baleares han solicitado su inclusión en el próximo periodo de programación, por su naturaleza frágil de territorio insular afectado por el cambio climático y la transición.
Figura 83 Infografía – ¿Cómo está financiando la UE la transición a la neutralidad climática?.
https://www.consilium.europa.eu/es/infographics/financing-climate-transition/

Figura 84 Transición Justa 2021 – 2027
https://ec.europa.eu/info/sites/default/files/annex_d_crs_2020_en.pdf

