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- GDHE.1 EJE 1: Dimensión humana del cambio climático
- GDHE.1.4 Indicadores de Vulnerabilidad
META 1
Señalar indicadores que permitan detectar y visibilizar la vulnerabilidad de las personas cuyas condiciones de vida se fragilizan frente el CC, partiendo de criterios de equidad, justicia, perspectiva de género e inclusión entre todas las personas de la comunidad.
Los indicadores de vulnerabilidad ante el cambio climático son un conjunto de datos, de diversa índole, que conectan los impactos del cambio climático con las situaciones que fragilizan a las personas. Los indicadores a los que nos referimos proceden tanto de fuentes secundarias como primarias. Entre las secundarias se encuentran principalmente el ISTAC, el INE, los servicios estadísticos municipales, de ámbito insular o autonómico… En este punto hay que señalar que a estas fuentes se les debe exigir una segregación de datos más exquisita que dote a los diagnósticos que se redacten de la rigurosidad que se les requiere (tal demanda viene impuesta ya por la legislación, al menos a lo que al sexo se refiere).
En la selección y estudio de los indicadores de vulnerabilidad se debe tener presente que la descripción de la sociedad supone el análisis de dos estados, el estático (actual o instantáneo) y el dinámico (su evolución). El análisis estático aporta información para la fase de diagnóstico y el análisis dinámico nos permite evaluar la eficacidad de las medidas. Todos estos son los parámetros a los que se han de acomodar los indicadores seleccionados.
A continuación se facilita una propuesta de recogida y selección de indicadores (principalmente de carácter cuantitativo y secundario, ya que la información cualitativa y elaborada ad hoc, siendo imprescindible, deberá ajustarse a cada una de las dimensiones y particularidades de cada espacio y población). En la plantilla señala la dimensión que registra, el tipo de dato así como la fuente que la proporciona y, en la base se esboza un modelo de recogida de dichos datos para su posterior explotación.

Figura 26. Propuesta de recogida de indicadores. Elaboración propia
Es necesario tener presente que además de las fuentes ya elaboradas de manera oficial, para tener una visión global, inclusiva y transversal se hace imprescindible contar con fuentes primarias y que hagan partícipe a la ciudadanía. De manera que se alcancen los matices que la información cualitativa aporta, además de contribuir a empoderar a la población que se siente interpelada sobre su situación, demandas y vías de mejora y consolida una comunidad participativa, corresponsable en el cuidado mutuo y del entorno. En este sentido para esta Guía se ha iniciado un proceso participativo (ver Devolución mesas participativas) contando, para esta primera acción participativa, con estudiantes del ámbito del urbanismo/arquitectura así como con profesionales de GESPLAN.
La selección de los indicadores a analizar ha de ajustarse a criterios de flexibilidad, adaptabilidad, inclusión, equidad, perspectiva de género que hagan viable la descripción de la realidad social de las comunidades objeto de intervención y, en consecuencia de las políticas sociales de mitigación. Los indicadores referidos han de aportar datos sociales, demográficos y económicos, como punto de partida, y simultáneamente han de tener presente ampliar la mirada a cualquier otro indicador, prioritariamente a aquellos que supongan la participación ciudadana, en el afán de hacer diagnósticos contextualizados de la situación social en la zona de acción y por ende, análisis comparativos para mensurar la eficacidad de las políticas públicas dirigidas a reducir la exclusión social.

Figura 27. Principales Indicadores Agrupados de Fuentes Secundarias. Elaboración propia

Figura 28. Principales Indicadores: Condiciones de Vida de los Hogares. Elaboración propia

Figura 29. Principales Indicadores: Características demográficas. Elaboración Propia

Figura 30. Principales Indicadores: Ámbito Laboral. Elaboración Propia

Figura 31. Principales Indicadores: Ámbito económico. Elaboración propia

Figura 32. Principales Indicadores: Contexto espacial/local (Admón. Pública). Elaboración propia

Figura 33. Propuesta de base de datos para Indicadores de Vulnerabilidad. Elaboración propia
Los indicadores correspondientes a la dimensión humana del CC se recogen en el anexo Indicadores.
META 2
Perfilar las líneas de conexión entre los impactos del CC y las personas más vulnerabilizadas Calibrar la incidencia de estos indicadores en la afectación que suponen para las personas.
Un aspecto que atraviesa diversas dimensiones es el de la relación de las personas con el espacio construido y/o natural que habitan. Este vínculo abarca distintos parámetros que van desde la falta de vivienda, pasando por carencias en el hogar, desperfectos, calidad de los materiales, ineficacia energética, ubicación en zonas de alto peligro de inundaciones, segregación espacial, difícil accesibilidad… Este óptica muestra la incidencia que tiene el cambio climático en las estructuras habitacionales de las personas y aclara la imperiosa necesidad de analizar y tener en cuenta en qué condiciones vive la población para mitigar el impacto que sobre ella tiene el cambio climático.
Sirva a modo de reflexión, como línea hacia la que mirar, la siguiente imagen en la que se aprecia y se intuye la situación de fragilidad de las viviendas de una playa canaria. Estas viviendas y, por ende las personas que las habitan, se encuentran expuestas al incremento de las temperaturas, uno de los impactos del cambio climático. Este efecto puede derivar en inundaciones costeras, incremento de los extremos térmicos, aumento de la erosión de la tierra y de la degradación del suelo, disconfort térmico (Véase Áreas temáticas TPB. Territorio, paisaje y biodiversidad, MT. Metabolismo Territorial y urbano, MA. Movilidad y accesibilidad, EU. Ecosistema Urbano) mayor exposición a la radiación solar.

Se aspira, como se apuntó, a crear un marco de contenidos que permita, para cada uno de los territorios, gestar una una imagen gráfica a modo de mapa. En cada uno de los mapas se debe poder trasladar la información sobre los peligros derivados del cambio climático con mayor grado de afectación local, por un lado, y por otro, los datos referidos a los indicadores de la matriz de vulnerabilidad de las personas ante el cambio climático relativos a las personas que transitan por ese espacio.

Figura 34 Número de personas fallecidas por riesgos naturales. Canarias (1995-2005). Fuente:
Ministerio del Interior/M. Arranz. Elaboración propia

Figura 35. Número de personas fallecidas por riesgos naturales. Canarias (1995-2005) Fuente
Ministerio del Interior/M. Arranz
Hacer que ambas informaciones se entrecucen al mismo nivel va a permitir implementar estratégias efectivas para mitigar los impactos del cambio climático sobre las personas, principalmente sobre las más fragilizadas así como su introducción transveral en los planes de ordenación e instrumento.
Lo visto en estas figuras es el número de muertes producidas en Canarias entre 1995 y 2005 atribuidas a desastres naturales, la distribución de estas muertes por riesgo e isla y según renta media por hogar en Canarias en 2018 y la tasa de paro en Canarias.

Figura 36. Distribución Renta Media por hogar. Canarias. 2018. Fuente: INE

Figura 37. Tasa de paro. Islas Canarias 2021 Segundo trimestre. Fuente ISTAC
Con estos pocos elementos, sin tener en cuenta el resto de dimensiones necesarias para hacer un diagnóstico exacto, se puede señalar que la isla cuya población necesitaría una atención más urgente, si combinaramos los impactos cambio climático y las condiciones de vida de las personas, sería Tenerife y en menor proporción La Palma y Lanzarote. Aunque Tenerife, Gran Canaria, Lanzarote y La Palma concentran el mayor número de personas fallecidas por riesgos naturales si se atiende a la renta media, Tenerife y La Palma registran los dígitos más bajos, mientras que en lo que respecta a la tasa de paro se observa que es Lanzarote y Tenerife las que sufren una tasa de paro más alta. Esta vendría a ser la conjugación de indicadores que contribuyan a trasladar a un mapa diferentes capas de vulnerabilidades, climática y de las personas.
Otro ejemplo claro que permite privilegiar la urgencia de establecer conexiones entre indicadores de diversa índole que permitan visibilizar a las personas más frágiles/fragilizadas ante la incidencia del cambio climático, es el de enfocar la mirada en cada uno de los impactos del cambio climático y, por último, deducir las dimensiones afectadas por este nexo se muestra en la Ilustración 2.

Ilustración 2. Relación impacto del CC/grupo de incidencia/dimensiones de impacto. Elaboración propia
Un impacto evidente del cambio climático es el incremento de las temperaturas, y uno de los grupos en los que de forma general y más potente repercute es el de las personas mayores. A modo de borrador valgan las derivadas apuntadas y que marcan la pauta expuesta en esta Guía.
Medidas y recomendaciones
para la ordenación y ejecución
Dada la dimensión que implica la afectación que las personas y sus condiciones de vida reciben de la crisis climática solo se puede, dada las dimensiones de esta Guía, esbozar alguna de las líneas de actuación que, desde el ámbito de la planificación y la ordenación del territorio, pueden mitigar dicha incidencia. De la misma forma, y entendiendo el carácter multidireccional y multietápico que la crisis climática tiene solo se apunta alguno de los sectores, dimensiones, grupos de incidencia hacia los que se deben enfocar estas medidas y propuestas. La conexión entre el espacio y las personas es tan diversa, multiplicadora y dialéctica que la actuación en cualquiera de estos ámbitos tendrá una incidencia notable no solo en los aspectos que aquí se señalan sino en las dimensiones y grupos de incidencia ya apuntados.
Estas medidas dada la afectación que implica para las personas y la situación de la crisis climática son todos de mitigación.
- Detectar los entornos más vulnerabilizados, desde la perspectiva del espacio habitado y/o transitado, frente a los impactos del cambio climático (tanto por encontrarse más expuestos, por ejemplo, determinadas zonas de costa, por su situación de deterioro, como por las condiciones de la población que transita por ellos) y poner en marcha acciones de mitigación.
- Paliar la inequidad urbanística, falta de dotaciones e infraestructuras, deterioro y/o vulnerabilidad ante los efectos derivados del cambio climático, a través de la atención y la implementación de acciones específicas que aminoren la sensación de desequilibrio y contribuyan a modular la conflictividad social.
- Equilibrar la dotación de infraestructuras educativas, deportivas, lúdicas, de interacción, sanitarias, administrativas cercanas, accesibles, eficientes energéticamente, adaptada a la crisis climática y libre de elementos de discriminación que reduzcan los nichos de pobreza, segregación y fragilidad de la población en cualquier dimensión (sexo, edad, movilidad, origen, pobreza…).
- Actuar a pequeña escala, barrios, diseminados… con medidas que permitan la cercanía a las administraciones y entre la comunidad.
- Intervenir en el espacio construido con el foco puesto en atenuar los efectos más previsibles/evidentes del cambio climático para cada espacio (sombreado natural o artificial, creación de microclimas con láminas de agua, aplicación de soluciones bioclimáticas, etc.).
- Implementar en entornos e infraestructuras de uso mayoritario de población más vulnerable (niñas, niños, adolescentes, personas mayores, con diversidad funcional, mujeres…) lugares de encuentro, de intercambio, de fomento de la actividad física que consoliden el sentimiento de comunidad, la corresponsabilidad y el auto cuidado.
- Adecuar y adaptar las infraestructuras sanitarias (y de otros áreas) a las nuevas demandas impuestas por la crisis climáticas y la transformación social.
- Reforzar entornos compactos, complejos, multifuncionales y de usos compartidos que permitan un tránsito amable que repercuta en el sentimiento de apego, de pertenencia, de reconocimiento y valoración de la intergeneracionalidad, de la corresponsabilidad y la equidad social.
- Fomentar tipologías edificatorias que permitan una flexibilidad e interconexión de usos, con un reparto y distribución de funcionalidades residenciales y terciarias que permita aportar vitalidad a la calle favoreciendo corredores urbanos de actividad.
- Adoptar medidas de eficiencia energética y corresponsabilidad tanto en infraestructuras/espacios públicos como en las viviendas que favorezcan la reducción de la pobreza energética, un uso más eficiente y más benévolo con el medio ambiente y con la salud integral de las personas y del planeta.
- Dotar al entorno por el que transitan las personas de medidas de confort sensorial y saludable en el más amplio sentido de la palabra que reduzcan el impacto que la combinación entre los efectos del cambio climático y la vulnerabilidad de las personas pueda ocasionar reduciendo el estrés derivado de la crisis climática e implemente el estado de salud holístico de la comunidad y de bienestar social.
- Fomentar a través de la ordenación del territorio la economía circular que conexione el espacio con las personas, favorezca el desarrollo económico de los núcleos y contribuya a reducir la pobreza de la población y la percepción de pertenencia al espacio físico y social.
- Promover espacios de encuentro relacionados con el cuidado mutuo y del entorno (compostaje, participación…) en los que se promueva la sensibilización de la percepción de la corresponsabilidad, la inclusión de toda la comunidad, el cuidado del medioambiente mediante prácticas cotidianas (reutilización de recursos, separación de residuos…).
- Trasladar modelos de construcción basados en la arquitectura bioclimática tradicional (orientación, ventilación…) canaria, arquitectura circular de aprovechamiento de las condiciones y/o recursos del archipiélago.
- Atender a la diversidad de las personas y a la situación en las que viven (sexo, edad, movilidad, lugar de procedencia, situación económica…) adecuando los espacios a un uso inclusivo, equilibrado, equitativo y libre a través de infraestructuras que permitan:
- desplazamientos seguros, amables y respetuosos con el entorno atendiendo a la diversidad y la inclusividad (sexo, edad, movilidad…) que supongan vías lo suficientemente anchas, con pavimento en condiciones óptimas, sombreados, etc.
- espacios de interacción/participación/uso libres de barreras sensoriales, físicas, de género, de origen…
- Introducir medidas adaptadas a la realidad de cada territorio (poblacional, físico, cultural, multiétnico…) reforzar los espacios construidos dotándolos de estrategias para la adaptación a los impactos del cambio climático reconocidos y/o previstos para cada espacio (refugios climáticos, por ejemplo).
- Reconvertir espacios infrautilizados en lugares de encuentro o con dotaciones sociales que permitan anclar a la población al territorio reduciendo las tasas de emigración por razones derivadas del cambio climático, incremente la sensación de bienestar personal y comunitario.
- Facilitar urbanísticamente (aproximar/mejorar conexiones) el acceso de la población a los recursos/servicios/infraestructuras de las administración (educativas, sanitarias, sociales, deportivas…) en cualquier de sus áreas que favorezcan el sentimiento de comunidad y facilite que todas las personas puedan acceder a los servicios/prestaciones/dotaciones de la administración reduciendo la justicia social y la inclusión.
- Favorecer la movilidad no motorizada o a pie (Véase Área temática MA. Movilidad y accesibilidad) que suponga que la población pueda mantener unos estandares de actividad física y de interacción social y que implique además además una reducción de GEI.
- Promocionar modelos de proximidad desde una perspectiva inclusiva, atendiendo a la edad, sexo, movilidad, diversidad funcional, pobreza…que consolide una conectividad interpersonal y local con los equipamientos y dotaciones del entorno y una percepción de interdependencia social.
- Mejorar y ampliar la movilidad del transporte público, fundamentalmente de las zonas y grupos de incidencia más vulnerabilizados, concentrando la atención en potenciar la eficiencia, el cuidado del medioambiente, la accesibilidad equitativa y la salud de las personas usuarias. Y que esto permita que las personas puedan desplazarse en condiciones de justicia social e inclusión haciendo que se sientan en equilibrio con el resto de la comunidad y se reduzca la percepción de desigualdad, de accesibilidad a los recursos.
- Reconciliar los espacios de tránsito con las personas, transformando y segregando las zonas destinadas al vehículo motorizado. Permitir que el transporte alternativo no contaminante y saludable (bicicleta, a pie…) ocupe el espacio más próximo a las personas contribuyendo con ello a reducir la contaminación, mejorar la habitabilidad y permitiendo tener una actividad física y más saludable a la comunidad.
- Dotar de infraestructura verde/azul a los espacios con carencia/deterioro/empobrecidos que reconcilien a las personas con el entorno que habitan, les motive a hacer un mayor uso de ellos, minimice la percepción de inequidad urbana y fomente el sentimiento de comunidad y derive en un incremento de la corresponsabilidad y la participación ciudadana.
- Establecer criterios mínimos de zonas verdes/azul (por persona, vivienda…) que incrementen el confort, los espacios de interrelación entre todas las personas en igualdad de condiciones, reduzcan el estrés provocado por la crisis climática.
- Acercar a la población infraestructuras del espectro verde/azul, tipo huertos urbanos como espacios de socialización, intercambio, reconocimiento de la naturaleza como una protagonista más de la comunidad, como elemento mitigador de los efectos del cambio climático y mejora de la salud de las personas.
- Ampliar y adaptar la oferta de espacios/infraestructuras sociales, culturales, educativas, de ocio y de cualquier otro ámbito que permitan acoger nuevas formas de relación, de intercambio, de ser en sociedad.
- Mitigar el incremento de las temperaturas en los espacios en que sea más impactante su incidencia a base de Soluciones basadas en la naturaleza (SbN –Ver Área temática TPB. Territorio, paisaje y biodiversidad) permitiendo el aumento del confort sensorial, reduzca el estrés asociado a los efectos sobrevenidos del cambio climático y los efectos colaterales que de este estrés se pueden devenir (incremento de situaciones de violencia…).
- Implementar acciones encaminadas a proteger los elementos/espacios que supongan un rasgo de identidad para la población y que permita seguir reconociéndose en el entorno y en la comunidad, consolidándola al lugar que habitan y reduciendo la migración climática.

