Queda evidenciado que la aceleración del cambio climático es debida a las actividades antrópicas, generando en la actualidad una cascada de impactos negativos que empeorarán, aún mitigando las emisiones de GEI desde la óptica global y teniendo, en mayor o menor medida, repercusiones en la escala local.

Como se ha ido adelantando en los ejes anteriores, la forma en que una sociedad se implanta en el territorio, la ocupación, el sellado del suelo y la integración con el entorno, pueden entrañar peligros por los efectos que el cambio climático puede desencadenar.

Un modelo territorial inadecuado provocará la elevación del riesgo de inundación, de desprendimientos, el aumento de los fenómenos de escorrentía y la menor recarga de acuíferos por la disminución de la permeabilidad de los suelos, así como el incremento de los incendios forestales, con el consecuente riesgo de la pérdida de biodiversidad, afección a la población y a las actividades sociales y económicas que en él se desarrollan.

Desde el punto de vista de la adaptación a los efectos del cambio climático y de la capacidad de aumentar la resiliencia del territorio, es fundamental la investigación del fenómeno y de las características del medio a nivel local, para que, tal y como establece la Nueva Estrategia de la UE sobre adaptación al cambio climático, la respuesta pueda ser sistémica, inteligente y rápida frente a los riesgos. El mayor conocimiento y la consideración holística de los diversos aspectos que, teniendo como soporte el territorio suceden en él, influyen en su capacidad de adaptación y en la de la sociedad que lo habita.

En base a lo anterior, a la hora de ocupar el territorio, es preciso tener una estrategia de intervención cuyos objetivos sean conservar, preservar, recuperar y mejorar los sistemas naturales vulnerables al cambio climático; minimizar la fragmentación del sistema natural, implantar una red de infraestructuras verdes y azules, vincularlas con el contexto natural de manera que se genere una conectividad y restauración ecológica; evitar la ocupación de los espacios que sean vulnerables al cambio climático (cauces de barrancos, franja litoral costera, humedales, bosques, etc.) por usos o actividades inadecuados. En la misma línea recuperar o adaptar los espacios que han sido ocupados y, que por acción del cambio climático, han sido o puedan llegar a ser objeto de catástrofes naturales (inundaciones como consecuencia de las lluvias o de la subida del mar, por tormentas así como oleajes, incendios, etc.).

Los instrumentos de planificación urbanística a la hora de establecer el modelo de ordenación, tendrá en consideración estos riesgos para establecer la forma, posición, regulación de usos y criterios para la ocupación de los suelos y la distribución de los usos en el territorio municipal, estableciendo criterios a los instrumentos de desarrollo para su mejor adaptación y resiliencia frente al cambio climático.

En suma, los instrumentos de planeamiento deben contener información y un diagnóstico, sobre todos aquellos condicionantes que están afectando al entorno, tanto como amenazas, como por su potencial beneficio de cara a la ordenación y las determinaciones de la forma de ocupar el suelo, de implantar los usos en el territorio para así optimizar las condiciones del lugar y el potencial de los servicios ecosistémicos en la forma y diseño de las ciudades y el [eco]sistema rural en la senda hacia la adaptación del modelo de ordenación y la resiliencia del territorio y el bienestar de sus habitantes.

Figura 88 Resumen metas línea de análisis Ocupación del territorio resiliente, adaptado e integrado. Fuente: Elaboración propia.

META

Establecer un modelo de ordenación configurado desde la visión sistémica del territorio para optimizar las condiciones del lugar y el potencial de los servicios ecosistémicos en la senda hacia la adaptación del territorio a los efectos del Cambio Climático, la resiliencia del territorio y el bienestar de sus habitantes.

Para ello, tal y como de desarrolló en la línea precedente, se deben analizar de manera sistémica los elementos naturales, territoriales, socioeconómicos y culturales que se pudieran ver afectados a consecuencia de los efectos del cambio climático. En este sentido se han de considerar los elementos y servicios esenciales amenazados, edificaciones e infraestructuras que pueden verse afectadas, así como los aspectos patrimoniales presentes en el ámbito, para establecer el marco sobre el que plantear las medidas de adaptación más adecuadas.

El nuevo modelo de ocupación para un territorio resiliente, se diseñará desde la base de la conservación y la potenciación de los servicios ecosistémicos TPB.1.3 Línea 3: Los beneficios de los servicios ecosistémicos en la sociedad incluyendo la consideración de la infraestructura verde como elemento estructurante del territorio, protegiendo a través de su categorización como tales aquellos suelos significativos por los servicios ecosistémicos que aportan al modelo y que contribuyen a la mejora de la capacidad de adaptación del territorio (ver MOT.1 Eje 1: [Eco]Sistema natural).

Esta ordenación tendrá que tener como elemento configurador las condiciones físicas del entorno, procurando el reacoplamiento de los entornos antropizados al territorio y a sus procesos metabólicos, de manera que se puedan aprovechar las soluciones de adaptación y los recursos que la naturaleza brinda.

En aquellos casos en los que sea necesaria la utilización de medidas de adaptación, se priorizará la utilización de las soluciones basadas en la naturaleza (SbN), procurando el establecimiento de sinergias ecosistémicas en los ecotonos, por ser zonas en su mayoría vulnerables y que aglutinan gran cantidad de impactos que incrementan la vulnerabilidad del territorio (ver Eje 4: Sinergias ecosistémicas).

El modelo de ordenación se basará en la ocupación racional y eficiente del suelo, evitando la transformación de nuevos suelos y procurando la regeneración hacia el mayor aprovechamiento del terreno ya transformado y hacia la renaturalización del tejido urbano, para dotar al [eco]sistema urbano de los servicios ecosistémicos que requiere para su mejor adaptación (ver MOT 1.3 [Eco]sistema urbano y MOT.3 Eje 3: Ocupación racional y eficiente del suelo).

A la hora de ocupar los nuevos suelos, se evitará la ocupación de los espacios que sean vulnerables al cambio climático (cauces de barrancos, franja litoral costera, humedales, bosques, etc.) por usos o actividades inadecuados; así se trabajará para recuperar o adaptar los espacios que han sido ocupados, analizando de forma pormenorizada su casuística desde un punto de vista sistémico, con objeto de valorar y ponderar las posibles alternativas de adaptación y sus previsibles impactos tanto físicos, sociales, económicos… (ver EU.2.2 Línea 2: Adaptación del modelo de ciudad frente a los efectos del cambio climático y GDHE.: Gobernanza, dimensión humana y económica).

Figura 89 Esquema de estrategias adaptativas en el litoral. Fuente: Elaboración propia

Los escenarios del cambio climático proyectados para el litoral canario prevén transformaciones que comprometerán la sostenibilidad de las actividades desarrolladas, la calidad de vida de las personas y la supervivencia de la biodiversidad. Para poder hacer frente a este gran desafío, se tomarán como punto de partida el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático, la Estrategia de Adaptación al Cambio Climático de la Costa Española y la Estrategia Marina para la Demarcación de Canarias.

El litoral de Canarias se considera un área de alta vulnerabilidad frente a los efectos del cambio climático, por lo que habrá que desarrollar una gestión sostenible y equilibrada del mismo, haciendo un uso racional del suelo y dinamizando actividades que generen sinergias positivas en el ámbito terrestre y marino. Para ello, es necesario conservar y restaurar los servicios ecosistémicos y el rico patrimonio cultural de la costa, partiendo de la igualdad de oportunidades. La dimensión adaptativa se ha de afrontar de forma transversal, especialmente en Canarias debido a que gran parte de la riqueza ecológica, de la población y de las actividades se concentran en el litoral.

Desde esta perspectiva, será necesario analizar los suelos ya clasificados y que se encuentran sin urbanizar o en desarrollo con objeto de analizar sus riesgos y vulnerabilidades, y considerar en base a ellos, su reordenación incorporando las medidas de adaptación para hacer frente a los riesgos, o su desclasificación en función a éstos o al valor de los servicios ecosistémicos que aporta al modelo.

En relación al metabolismo territorial y urbano, será necesario analizar los riesgos a los que están sometidas sus infraestructuras, así como las potencialidades de adaptación de las mismas hacia modelos que permitan la integración de sus procesos en los del metabolismo territorial, utilizando siempre que sea posible las soluciones basadas en la naturaleza (ver MTU 4 Resiliencia y adaptación de las infraestructuras de servicios esenciales).

Evaluar los riesgos a los que estarán sometidas las infraestructuras de movilidad y transporte y tomar las medidas de adaptación adecuadas para hacer frente a los mismos, priorizando la utilización de las soluciones basadas en la naturaleza (ver MA4 Infraestructura: resiliencia, adaptación y naturaleza).

Todo ello, deberá plantearse desde el marco de la co-creación, la participación de la comunidad, lo que facilitará la implicación de la sociedad y el empresariado en los procesos de adaptación y en la transición ecológica. En relación con las actividades económicas será necesario identificar las vulnerabilidades de aquellos usos económicos que por los previsibles impactos que puedan sufrir sea necesaria su adaptación o relocalización, procurando que el planeamiento no se convierta en obstáculo, sino que funcione como vehículo para la más rápida y efectiva adaptación de la actividad al nuevo contexto climático (ver EU.2.2 Línea 2: Adaptación del modelo de ciudad frente a los efectos del cambio climático y GDHE.: Gobernanza, dimensión humana y económica).

Adoptar medidas de adaptación compatibles con la mitigación. Entender la financiación de la adaptación como una inversión y explorar las diversas fuentes disponibles, valorando las consecuencias que podría tener la “no acción”. (GDHE.2.1 Línea 1: Valoración económica SBN y Servicios Ecosistémicos).

Como se ha señalado con anterioridad, el incremento de los eventos meteorológicos extremos, aumentará la vulnerabilidad sobre las edificaciones, infraestructuras, los servicios públicos esenciales (como, por ejemplo, el abastecimiento de agua y de electricidad) o sobre los servicios de emergencias, siendo necesario que el modelo territorial contemple espacios polivalentes seguros habilitados para albergar a las personas evacuadas y a migrantes climáticas/os. En el caso de proseguir con el modelo territorial tradicional imperante en Canarias, probablemente aumente la mortalidad y la morbilidad debido a los impactos directos e indirectos del cambio climático, incidiendo especialmente en la población más vulnerable (ver EU.4 : Salud y bienestar y GDHE.: Gobernanza, dimensión humana y económica).

La evaluación de las alternativas de adaptación con un enfoque sistémico permitirá plantear a partir del mismo, las posibles alternativas de adaptación y hacer una valoración y evaluación de las mismas desde un planteamiento multi-criterio, que facilite la toma de decisiones y el establecimiento de las prioridades de actuación a través de una evaluación coste/beneficio con el propósito de incrementar la resiliencia del territorio (ver GHDE 2.2 Programación de la acción climática y coste-beneficio/coste-efectividad).

Es preciso subrayar que la capacidad de adaptación tiene límites, por lo que se debe afrontar desde múltiples perspectivas. Por un lado, es necesario poner en práctica ajustes progresivos en los ámbitos afectados (adaptación progresiva) para afrontar aquellos impactos del cambio climático de menor magnitud o que se producen de forma gradual a lo largo del tiempo. Sin embargo, frente a efectos más repentinos o de mayor calado, la adaptación progresiva se puede ver superada, y con el fin de alcanzar la sostenibilidad a largo plazo, las respuestas de adaptación pueden implicar transformaciones más profundas en el sistema social, económico y en los sistemas naturales (adaptación transformacional). También se deben constituir mecanismos para enfrentar las pérdidas y daños inevitables, teniendo en cuenta tanto los factores económicos como los de naturaleza social y ecológica.

Gran parte de las medidas establecidas en los ejes anteriores encaminadas a reducir y limitar las emisiones de GEI, contribuyen igualment a disminuir la vulnerabilidad del territorio ante los efectos derivados del cambio climático. Un ejemplo de ello es la potenciación de la infraestructura verde, que no solo funciona como sumidero de carbono, sino que también fortalece los servicios ecosistémicos y la capacidad amortiguadora frente a los impactos climáticos.

Para obtener esta visión crítica sobre el estado actual del modelo resulta necesario que la información urbanística del instrumento de planeamiento analice una serie de aspectos mínimos para realizar un correcto diagnóstico y enfocar las medidas y propuestas de cara a la ordenación.

Items de análisis
conocer la situación actual

  • Vulnerabilidad de los ecosistemas, incluyendo aquellos que no se encuentran amparados por alguna figura de protección medioambiental
  • Vulnerabilidades de los servicios ecosistémicos: adaptación bioclimática, adaptación frente a inundaciones, sumideros de carbono, adaptación basada en ecosistemas
  • Vulnerabilidades de la infraestructura verde-azul a nivel municipal y territorial
  • Vulnerabilidades del Sistema urbano
  •  Vulnerabilidades de los agrosistemas y de las actividades primarias
  •  Áreas vulnerables por exposición inundación por avenidas
  •  Áreas vulnerables por exposición incendios forestales
  •  Áreas vulnerables por incrementos de temperatura. Islas de calor.
  •  Áreas vulnerables por exposición a la subida del nivel del mar y al oleaje
  •  Áreas vulnerables por exposición a desprendimientos/ deslizamientos
  •  Áreas vulnerables por exposición a otros riesgos naturales (fuertes vientos, vulcanológico, etc.)
  • Usos del suelo
  •  Planeamiento vigente
  •  Caracterización de la población
  •  Caracterización económica
  •  Red de infraestructuras de movilidad y transporte
  • Metabolismo territorial y urbano. Red de infraestructuras
  • Vulnerabilidad de las personas frente al Cambio Climático
  •  Vulnerabilidad del metabolismo territorial y urbano y de las infraestructuras
  • Vulnerabilidad de los servicios a la población
  •  Vulnerabilidad de la red de transporte, la movilidad y accesibilidad
  •  Potencialidades con respecto a la mitigación y adaptación al CC
  •  Potencialidades de mejora de la calidad de vida de la población
  •  Potencialidades para la continuidad económica
  •  Vulnerabilidades del Patrimonio cultural

Diagnóstico
necesidades de actuación

  • Ecosistemas vulnerables, clasificación por riesgos y grado de
    vulnerabilidad (Cruzar con áreas vulnerables por riesgos)
  •  Servicios ecosistémicos vulnerables: clasificación por tipo, riesgos y grado
    de vulnerabilidad (Cruzar con áreas vulnerables por riesgos)
  •  Áreas vulnerables de la infraestructura verde-azul: clasificación por tipo,
    riesgos y grado de vulnerabilidad (Cruzar con áreas vulnerables por
    riesgos)
  •  Áreas vulnerables del Sistema urbano (Cruzar con áreas vulnerables por
    riesgos)
  •  Áreas vulnerables de los agrosistemas y de las actividades primarias:
    clasificación por tipo, riesgos y grado de vulnerabilidad. (Cruzar con áreas
    vulnerables por riesgos)
  •  Áreas vulnerables por riesgos: clasificación por tipo, riesgos y grado de
    vulnerabilidad
  •  Usos del suelo vulnerables: clasificación por tipo, riesgos y grado de
    vulnerabilidad (Cruzar con áreas vulnerables por riesgos)
  •  Mapa de vulnerabilidad de las personas ante el cambio climático. (Cruzar
    con áreas vulnerables por riesgos)
  •  Mapa de vulnerabilidad de las actividades económicas. (Cruzar con áreas
    vulnerables por riesgos)
  •  Grado de vulnerabilidad de las infraestructuras de transporte y movilidad.
    (Cruzar con áreas vulnerables por riesgos)
  • Grado de vulnerabilidad de los elementos e infraestructuras de
    Metabolismo territorial y urbano. (Cruzar con áreas vulnerables por riesgos)
  •  Grado de vulnerabilidad de los servicios a la población. (Cruzar con áreas
    vulnerables por riesgos)
  •  Áreas o elementos con potencialidades para la mitigación y adaptación al
    CC
  •  Áreas o elementos con potencialidades para la mejora de la calidad de vida
    de la población
  •  Áreas o elementos con potencialidades para la continuidad económica
  •  Áreas o elementos de patrimonio cultural vulnerables

Indicadores
evaluación-ordenación-seguimiento

Los indicadores de evaluación, completan el diagnóstico, ayudándonos a evaluar la situación actual del territorio donde se intervenga y determinarán su grado de cumplimiento de los umbrales mínimos de sostenibilidad, requiriendo en su caso una atención y seguimiento prioritario.

Estos indicadores se presentarán en forma de ficha en el anexo correspondiente a la presente Guía.

Tabla 13 Indicadores del eje de integración territorio resiliente y adaptado. Fuente: Elaboración propia.

INDICADORES CRITERIOS DE ORDENACIÓN EVALUACIÓN
DIAGNÓSTICO
MODELO SEGUIMIENTO TIPO DE INDICADOR
UMBRAL MÍNIMO UMBRAL DE SOSTENIBILIDAD
TPB-IND.24 Infraestructura verde ejecutada La vulnerabilidad debe reducirse con el tiempo.
Primario
MOT-IND-7 Superficie urbanizada del municipio <10% Sin crecimiento.
Secundario
MOT –IND.15 Riesgo de incendio forestal

<30% días con riesgo de incendio alto/muy alto o extremo.

<10% perímetro colindante con usos forestales.

<10% días con riesgo de incendio alto/muy alto o extremo.

0% perímetro colindante con usos forestales.

Primario
MOT –IND.16 Riesgo de inundación =1 <1
Primario
MOT-IND-17 Otros riesgos naturales <2,39 =0
Primario
MOT-IND-18 Grado de participación de la infraestructura verde en el control de riesgos climáticos Existencia exclusiva de equipamientos públicos y/o uso residencial adaptado. 100% ocupada por la infraestructura verde.
Secundario
MOT –IND-19 Grado de exposición de la población residente en el ámbito 100%adaptada 0%
Secundario
MOT-IND-20 Participación de la infraestructura verde en la reducción de temperatura

<2,77ºC

<5ºF

Secundario
MOT-IND-21 Capacidad de infiltración de suelo 5mm-25mm >25mm
Secundario
MOT-IND-22 Protección frente a la subida del nivel del mar 65%-75% >75%
Secundario
MOT-IND-23 Disponibilidad de la infraestructura verde como refugio 5-12 m2/hab >12m2/hab
Secundario
MTU-IND-01 Consumo energético municipal >Incremento anual mínimo del 10%
Primario
MTU-IND-02 Autosuficiencia energética local a partir de energías renovables >15% de autosuficiencia energética a partir de ER >35% de autosuficiencia energética a partir de ER.
Secundario
MTU-IND-03 Potencial de captación de energías renovables Solar: 1.300 kWh/m2/año
Eólica: >4 m/s
Geotérmica: ΔT=10ºC/km
Solar: 1.600 kWh/m2/año
Eólica: >5 m/s
Geotérmica: ΔT=35ºC/km
Secundario
MTU-IND-04 Producción local de energía renovable >80% cobertura de la demanda térmica (**)

80-100%

(Incrementando anualmente mínimo un 10 % del valor base).

Primario
MTU-IND-06 Superficie de suelo destinado a generación de energía renovable > 10%
Primario
MTU-IND-16 Conexión de aguas marginales a EDAR –  95-100%
en entornos urbanos
Primario
MTU-IND-21 Consumo hídrico Residencial: <100 lpd
Otros usos urbanos: <100%
*Residencial: <70 lpd
Primario
MTU-IND-23 Producción de residuos municipales –  10.000 Tm/año
Primario
MTU-IND-24 Producción per cápita de residuos –  200 Kg/Hab año
Primario
MTU-IND-27 Integración con el modelo de gestión de residuos contiguo 
Primario
MTU-IND-32 Existencia de lugares o  actividad con potencial para el cierre del ciclo de la materia orgánica
Primario
MTU-IND-36 Proximidad a un punto limpio 80% de la población 100% de la población.
Primario
MA-IND-02 Proximidad a la red de transporte público  >80% con cobertura a paradas de transporte público 100% con cobertura a paradas de transporte público.
Primario
MA-IND-03 Proximidad a redes de transporte alternativo al automóvil >80% de la población con cobertura población con cobertura simultánea a 3 de las 4 redes consideradas. >100% de la población con cobertura población con cobertura simultánea a 3 de las 4 redes consideradas.
Primario
MA-IND-04 Proximidad a la red ciclista >80% con cobertura. 100% con cobertura.
Primario
MA-IND-06 Dotación de aparcamiento >70-80% >90-95%
Primario
MA-IND-09 Plataformas logísticas de distribución Consideración o no, de una reserva de espacio para la distribución de mercancías. El dimensionado estará sujeto a la superficie de la actuación urbanística y edificabilidad terciaria/comercial.
Primario
MA-IND-20 Obsolescencia de las infraestructuras viarias  – 0%
Primario
MA-IND-21 Infraestructura viaria con vegetación –  100%
Primario
MA-IND-22 Índice de permeabilidad de las infraestructuras  100%
Primario
EU-IND.06 Superficie verde por habitante >10m2/habitante >15m2/habitante
Secundario
EU-IND.07 Proximidad a los espacios verdes 100% población con cobertura a un mínimo de 3 categorías de espacio verde. 100% población con cobertura a un mínimo de 4 categorías de espacio verde.
Secundario
EU-IND.11 Proximidad a los servicios básicos y a las actividades comerciales Al menos el 75% de la población tiene acceso a los servicios básicos y actividades comerciales a pie. 100% de la población tiene acceso a los servicios básicos y actividades comerciales.
Secundario
EU-IND.12 Proximidad a los distintos tipos de espacio libre Acceso simultáneo a 3 tipologías para el 100% del ámbito de estudio. Acceso simultáneo a las 4 tipologías para el 100% del ámbito de estudio.
Secundario
EU-IND.21 Índice de permeabilidad del suelo > 0,30 > 0,35
Primario
EU-IND.24 Contaminación atmosférica *
Secundario
GDEH28 Variación de la población —-
Primario
GDEH30 Renta media por persona Al alza
Primario
GDEH39 % de población en el umbral de pobreza Meta 2030: reducción indicador del 50%
Primario
GDEH40 % de población en riesgo de pobreza severa Meta 2030: reducción indicador del 50%
Primario
GDEH42 Tipos de vivienda —-
Primario
GDEH43 % hogares según deficiencia de la vivienda 0%
Primario

FUENTE: Elaboración propia a partir de distintas fuentes

(*) 100% del territorio por debajo de los siguientes límites:

Valor límite Periodo Valor
SO2 Diario 24 horas 125 g/m3, no superable en  más de 3 ocasiones por año.
NO2 Anual 1 año civil 40 g/m3.
PM10 Anual 1 año civil 40 g/m3.
PM25 Anual 1 año civil 25 g/m3.
CO Límite Máximas diarias de las medias octohorarias 10 mg/m3.

Medidas y recomendaciones
para la ordenación y ejecución

  • (A) Analizar con un mayor detenimiento el riesgo de desastres vinculados al cambio climático con un enfoque de modelo sistémico para, a partir de dicho análisis plantear las posibles alternativas de adaptación y hacer una valoración y evaluación de las mismas desde un planteamiento multi-criterio, que facilite la toma de decisiones y el establecimiento de las prioridades de actuación a través de una evaluación coste/beneficio con el propósito de incrementar la resiliencia del territorio.
  • (A) Identificar los espacios, sectores y ámbitos más expuestos a riesgos, fortaleciendo los mecanismos de participación ciudadana en la toma de decisiones y velando por los sectores de la población más vulnerables.
  • (A) Identificar aquellos elementos naturales del territorio que, a su paso por las zonas urbanizadas o con usos primarios, puedan constituirse en factores generadores de catástrofes como consecuencia de los efectos del cambio climático (precipitaciones extremas, inundaciones, incendios, desprendimientos, etc.) como pueden ser los cauces de barrancos, el frente litoral, las zonas de pendientes excesivas, etc. Una vez identificados se propondrán medidas para paliar los posibles efectos que estos puedan llegar a producir, llegando incluso a plantearse en caso de imposibilidad de asumir medidas de adaptación, la supresión de los usos y construcciones vulnerables.
  • (M/A) Respecto a la nueva ocupación del suelo para su transformación urbana, es preciso que los suelos seleccionados se localicen en aquellas zonas con las mejores condiciones naturales para el desarrollo de la actividad a implantar (soleamiento, viento, temperatura), teniendo en cuenta además el territorio en el que se implanta y evitando la fragmentación ecológica de los sistemas naturales que lo rodean.
  • (A) Adaptar los modelos de ordenación vigentes a los impactos generados por el cambio climático para dirigir las actuaciones hacia una gestión sostenible, eficiente, equitativa y segura, tanto para los seres humanos como para la naturaleza, reduciendo los impactos actuales en el medio ambiente y reforzando los factores sociales y económicos para configurar un territorio seguro, inclusivo, justo y resiliente.
  • (M/A) Desarrollar una estrategia de intervención cuyos objetivos sean conservar, preservar, recuperar y mejorar los sistemas naturales vulnerables al cambio climático; minimizar la fragmentación del sistema natural, implantar una red de infraestructuras verdes y azules y vincularlas con el contexto natural de manera que se genere una conectividad y restauración ecológica.
  • (A) Evitar la ocupación de los espacios que sean vulnerables al cambio climático (cauces de barrancos, franja litoral costera, humedales, bosques, etc.) por usos o actividades inadecuados; e igualmente recuperar o adaptar los espacios que han sido ocupados y que por acción del cambio climático han sido objeto de catástrofes naturales (inundaciones como consecuencia de las lluvias o de la subida del mar por tormentas, así como oleajes, incendios, etc.).
  • (A) El modelo de ordenación partirá de una visión del espacio sostenible, transparente, equitativo y confortable, anticipándose a los potenciales impactos del cambio climático con la intención de moderar la vulnerabilidad y explotar las oportunidades que se deriven de los cambios.
  • (A) Considerar los ecosistemas naturales como una potente herramienta para concebir espacios resilientes frente a los complejos desafíos del cambio climático. Al fomentar la infraestructura verde en los espacios urbanos, tendremos que considerar el potencial que poseen como corredores de incendios forestales, desde las masas boscosas con riesgo de incendio forestal hacia los núcleos urbanos y viceversa, por lo que será necesario prever la disposición de cortafuegos. Para minimizar este tipo de riesgos la constitución de los núcleos urbanos como smart cities puede ser una potente herramienta.
  • (A) Debido al previsible aumento de nivel medio del mar y al incremento de la periodicidad de los fenómenos meteorológicos adversos, considerar los entornos urbanos, el litoral, el medio rural y las áreas con grandes masas boscosas como espacios especialmente frágiles, por lo que será necesaria una adaptación específica partiendo de soluciones basadas en los ecosistemas (SbN).
  • (A) Desarrollar una red de vigilancia que, a través de la utilización de programas de I+D+i, sistematice los parámetros obtenidos, permita establecer modelos de predicciones, alertar de forma temprana y coordinar a las y los protagonistas con implicación para disminuir e incluso neutralizar los impactos de forma eficiente.
  • (A) Se ordenará el territorio con una visión del espacio sostenible y confortable anticipándose a los potenciales efectos del cambio climático con el propósito de moderar la vulnerabilidad y explotar las oportunidades que se deriven de los cambios así como incrementar la resiliencia del territorio municipal.
  • (A) Fortalecer la gobernanza ante estos riesgos con un modelo territorial que reduzca los previsibles impactos del cambio climático, y que a su vez, aumente la preparación para los casos de desastre, a fin de dar una respuesta eficaz en materia de neutralización, recuperación, rehabilitación y/o de reconstrucción.
  • (A) Fortalecer los mecanismos de participación ciudadana en la toma de decisiones, prestando especial atención a los colectivos más vulnerables.
  • (A) Reforzar las situaciones en las que viven las personas, haciéndolas menos vulnerables ante los impactos del cambio climático.
  • (A) Ejecutar de forma sostenible y equitativa las medidas necesarias para afianzar la resiliencia del territorio municipal.
  • (A) Frenar la artificialización del suelo con el propósito de conservar y restaurar la infraestructura verde en regresión al actual sellado del suelo.
  • (A) Evitar la implantación de zonas urbanas en áreas con posible afección por riesgos naturales, prestando especial atención al potencial de inundaciones, grandes incendios forestales y movimientos gravitacionales.
  • (A) Potenciar el papel de los ecotonos como zona de amortiguación frente a los efectos del cambio climático.
  • (A) Reforzar el principio de prevención, evitando actuaciones puntuales inconexas y entendiendo el territorio municipal y supramunicipal como un conjunto organizado en unidades a escala de paisaje, en el que no todas las zonas tienen la misma capacidad de resiliencia.
  • (A) Reducir la erosión de la costa a través de la implantación de sistemas de seguimiento, evaluación continua y la ejecución de actuaciones blandas que generen un aumento de resiliencia y de adaptación de las zonas más expuestas a los efectos del cambio climático en nuestro litoral.
  • (A) Desarrollar soluciones basadas en la naturaleza (SbN) como primera opción en los procesos de adaptación ante los impactos del cambio climático y los riesgos climáticos. Y especialmente para la estabilización y la protección de la línea de costa frente a los riesgos climáticos y minimizar los efectos de las inundaciones temporales o permanentes de la franja costera así como sus consecuencias.
  • (A) Gestionar el litoral con una visión del espacio sostenible y confortable, anticipándose a los potenciales efectos del cambio climático con el propósito de moderar la vulnerabilidad, prestando especial atención a los colectivos más sensibles.
  • (A) Evaluar el estado de las edificaciones, de las infraestructuras y del patrimonio cultural con la intención de tomar las medidas necesarias frente a las afecciones por el ascenso medio del nivel del mar y por los fenómenos meteorológicos adversos derivados del cambio climático.
  • (A) Establecer modificaciones en los usos del suelo en las zonas del litoral, con el fin de minimizar la vulnerabilidad y el riesgo frente al cambio climático, adecuando los nuevos usos a los potenciales riesgos considerando los efectos de clima inestable.
  • (A) Mantener el buen estado de los ecosistemas costeros a través de la protección, conservación y restauración de humedales.
  • (A) Realizar una depuración eficiente de las aguas vertidas al mar. Reducir el volumen de vertidos directos o indirectos sin tratamiento adecuado (vertidos industriales, aguas residuales, descargas pluviales, escorrentías,…) al medio marino, así como mejorar la eficiencia de las estaciones de depuración y redes de alcantarillado para minimizar el aporte de basuras, contaminantes y nutrientes al medio marino.