El agua es un recurso que cumple distintas funciones tanto sociales como ecosistémicas que deben ser gestionadas desde un enfoque de desarrollo sostenible. Esta gestión dependerá de las tecnologías, instituciones y conocimientos disponibles en cada uno de los sistemas. Por ejemplo, en el sistema natural el agua es un bien vital para la flora y la fauna, en el sistema rural, su importancia viene determinada por la actividad agrícola y ganadera y en el sistema urbano para la salud y bienestar de la ciudadanía y aumento del confort ambiental. De modo transversal es un elemento reductor de la temperatura.

Como dijo el Director General de la Organización Mundial de la Salud Dr LEE Jong-Wook: «El agua y el saneamiento son uno de los principales motores de la salud pública. Suelo referirme a ellos como «Salud 101», lo que significa que en cuanto se pueda garantizar el acceso al agua salubre y a instalaciones sanitarias adecuadas para todos, independientemente de la diferencia de sus condiciones de vida, se habrá ganado una importante batalla contra todo tipo de enfermedades.»

Aunque a nivel local es difícil identificar los efectos de este fenómeno, los conceptos indicados en el Esquema de impactos del cambio climático sobre el AT Metabolismo Territorial y Urbano constituyen un buen punto de partida para saber los aspectos a abordar para adaptar las infraestructuras hídricas a los efectos e impactos del cambio climático y poder contribuir desde el planeamiento urbanístico a la reducción del consumo hídrico y las emisiones de GEI derivadas del proceso de gestión y tratamiento del agua.

Ciclo hidrológico natural

Cada día se evaporan más de 1.000 Km3 de agua de la tierra y el mar. Ese vapor se condensa en gotas muy pequeñas que caen sobre la tierra en forma de lluvia, granizo o nieve. Este movimiento circular entre el cielo y el suelo es lo que se denomina, a grandes rasgos, como ciclo hidrológico. Este hecho es posible debido a unos procesos que hacen pasar el agua, con cambios de estado en algunos casos, de unos compartimentos a otros de la hidrosfera.

Figura 16 Ciclo hidrológico. Fuente: bbva.com/es/sostenibilidad

Forman parte del ciclo hidrológico los recursos hídricos que se necesitan para satisfacer la demanda del ser humano. A su vez, son las personas las principales responsables de los desórdenes naturales de este proceso, como por ejemplo, con la contaminación de los océanos o el derroche de agua. En contraposición, destacar el papel positivo de las infraestructuras construidas en el proceso de adaptación del territorio y expansión urbana.

META

Reducción de las emisiones de GEI y contaminación de las masas de agua derivadas del procedimiento empleado en el ciclo integral del agua, A su vez, potenciar la autosuficiencia hídrica conectada.

El origen de los recursos hídricos en las Demarcaciones Hidrográficas (DH) de las islas Canarias es muy diverso y depende de la calidad y la cantidad de los recursos naturales, subterráneos o superficiales, que se encuentran disponibles en cada una de ellas. En las islas Canarias el mayor recurso disponible son las aguas superficiales extraídas a través de la desalación.

La contaminación de las aguas, la sobreexplotación de este recurso, y los efectos derivados del cambio climático se han convertido en unas de las principales amenazas para los ecosistemas acuáticos que hace necesario el aprovechamiento sostenible del océano.

“El concepto de contaminación del agua indica un estado cualitativo de impureza o suciedad de las aguas hidrológicas de una cierta región, tal como cuenca hidrográfica. Ello es consecuencia de una situación o un proceso que reduce la utilidad de las aguas de nuestro planeta, especialmente por sus efectos en la salud humana y el medio ambiente. El proceso de contaminación conlleva una pérdida de pureza como consecuencia de la intrusión o el contacto de una fuente externa. El término ‘turbio’ se aplica a niveles extremadamente bajos de contaminación del agua, es decir, en su etapa inicial de corrupción y descomposición. El ensuciamiento es una consecuencia de la contaminación y sugiere violación o profanación.” (Herbert C. Preul)

Contaminación del recurso hídrico

La mayor fuente de contaminación de estos recursos hídricos, sobre todo en las aguas subterráneas, viene derivado de los retornos de riego de los fertilizantes y productos fitosanitarios empleados en las zonas de cultivos de las islas, pero no son las únicas, otras fuentes de origen, existen otras fuentes, mucho más localizadas, derivadas de las fugas desde fosas sépticas o fugas en las redes que se encuentran en mal estado, así como la existencia de explotaciones ganaderas. 

Figura 17 Ciclo hidrológico y fuentes de contaminación de las masas de agua subterráneas. Fuente: Control de la Contaminación del Agua, Herbert C. Preul. Control de la Contaminación Ambiental. 

Potenciar la regeneración de aguas depuradas o residuales es uno de los aspectos vitales para minimizar las emisiones de GEI en el sector hídrico, sin embargo, el Archipiélago presenta una serie de obstáculos para aumentar la tasa de reutilización y regeneración entre los que destacan la escasa calidad de las aguas, el elevado coste que conlleva el proceso y la inexistencia de las infraestructuras de distribución adecuadas (González Cabrera, E. y Martín Calero, A., 2011).

DATO INFORMATIVO: El coste económico energético asociado al proceso de desalación y
depuración/regeneración de agua residual puede suponer hasta el 40% del coste total de producción
de las instalaciones.
(Plan de Ecogestión en la producción y distribución de agua en Canarias. (2014-2020). ITC)

Sin embargo, para todos aquellos usos para los que no es necesario un valor determinado de calidad de las aguas permitirá reducir la presión sobre las masas de agua, en cuanto a extracción y contaminación al medio. A su vez, permite disponer de un residuo revalorizado y con una calidad adecuada para numerosos usos urbanos (descarga de cisterna, riego, limpieza de espacios públicos, etc.)

Un mayor porcentaje de agua regenerada es indicativo de una mayor adaptación a futuros escenarios de disminución de las precipitaciones y una revalorización del agua residual como recurso ya que altos niveles de volumen de agua regenerada permiten disponer de un recurso hídrico asegurado para posibles desarrollos o planes urbanísticos dependientes de su viabilidad y sostenibilidad futura.

“Las ventajas del uso de agua regenerada son incuestionables. En ahorro de agua potable, de emisiones de CO2 y, en consecuencia, en la reducción de la huella hídrica. Debemos caminar hacia una auténtica economía circular basada en la autosuficiencia energética y el residuo cero”

(Economía circular: autosuficiencia energética y el residuo cero, Canaragua)

En cuanto a la calidad de las aguas, Canarias presenta la particularidad de tener unas aguas residuales domésticas con valores muy elevados de carga contaminante la cual repercute de manera directa en el coste invertido para aplicar los tratamientos avanzados necesarios para su reutilización. Por tanto, las políticas de actuar frente al cambio climático deben estar estrechamente ligadas a las políticas hidrológicas, medioambientales y agrarias, teniendo en cuenta el papel que juega el agua en el metabolismo urbano y territorial.

Ineficiencia del sistema hidráulico

En Canarias, las emisiones de GEI en el sector de los recursos hídricos provienen principalmente de la energía empleada en el ciclo integral del agua representando el 10 % del consumo total de energía en las islas, siendo este porcentaje mayor en aquellas en la que el agua proviene principalmente de la producción industrial (desaladoras). Otros orígenes serían los asociados a la elevación de agua de los pozos y bombeos energéticos necesarios en la impulsión, transporte y distribución del agua.

Figura 18 Vista aérea de las instalaciones de Emalsa en Piedra Santa. Gran Canaria. Fuente: Canarias7

En general, las estrategias de mitigación para el sector hídrico pueden tener dos clasificaciones. Las primeras, las basadas en la naturaleza, las cuales aportan unos cobeneficios para todos los aspectos del desarrollo sostenible empleando aspectos que imitan a los procesos naturales para aumentar la disponibilidad del agua (retención de la humedad del suelo y recarga de las masas de agua subterránea), mejorar su calidad (humedales naturales y artificiales), actúan como sumideros de carbono absorbiendo las emisiones de GEI, a la par que reducen los riesgos asociados al cambio climático y los desastres relacionados con el agua

La relación y el tratamiento de los ecosistemas hidrológicos y terrestres como un único ecosistema, representan uno de los recursos no explotados más importantes para mitigar. Es conveniente fomentar y potenciar estas estrategias, no solo por los beneficios anteriormente nombrados, sino porque también tienen beneficios económicos. Estas soluciones a menudo tienen un coste inferior y ofrecen numerosos beneficios sinérgicos y sistémicos para todas las áreas temáticas en comparación con las soluciones basadas en las tecnologías. Sin embargo, estas soluciones continúan sin exprimirse ya que el metabolismo hídrico se encuentra dominado por las infraestructuras artificiales como las estaciones de tratamiento de agua y los sistemas de redes que lo conforman.

Por el contrario, las segundas estrategias las cuales corresponden con el impulso de las tecnologías, hacen referencia a medidas de mitigación que van más allá de la lucha contra el cambio climático, ya que el coste energético de los procesos industriales de producción o tratamiento de agua suele ser el principal inversión operativa, tanto en el caso de una EDAR (Estación Depuradora de Aguas Residuales), como en una EDAM (Estación Desaladora de Agua de Mar) y la sostenibilidad no sólo se debe enfocar desde el punto de vista medioambiental, sino también económica en la producción de agua, para garantizar la disponibilidad hídrica futura.

En este contexto, se presentan diferentes estrategias de mitigación que deberán tenerse en cuenta en la planificación urbanística y la logística del agua:

  • Aumento de la eficiencia energética. Por ejemplo, la instalación de bombas de bajo consumo permitiría ahorrar entre un 10% y un 30% la demanda energética en el abastecimiento y depuración de agua. En este sentido, otro ejemplo podría ser la instalación de elementos almacenadores de agua pluvial para su posterior reutilización que conseguirán disminuir el volumen de agua que llega a las EDAR.
  • Aumento de la producción y recuperación de energías renovables como por ejemplo, la instalación de turbinas para generar energía hidroeléctrica e incluso la regeneración de las aguas residuales para otros usos, así como la instalación de bombas de calor en las redes de distribución de aguas residuales para producir energía.
  • Disminución de las pérdidas en las redes de transporte y distribución de agua hasta los puntos de consumo, con un mayor coste climático en los sistemas dependientes de los procesos de desalación de agua marina.

Las pérdidas importantes en las redes, suponen la necesidad de aumentar la producción de agua y por tanto, consumir más energía, hecho que implica una mayor generación de emisiones de GEI. De ahí la importancia de reducir dichas pérdidas, hasta niveles aceptables desde el punto de vista técnico.

DATO INFORMATIVO: La energía total necesaria para todo el ciclo integral del agua puede llegar a
comprometer entre el 15-20% de la demanda de energía eléctrica en alguna de las islas del
archipiélago.
(Plan de Ecogestión en la producción y distribución de agua en Canarias. (2014-2020). ITC)

Por todo ello, es prioritario mejorar la eficiencia energética en la producción industrial del agua mediante la viabilización, por parte del planeamiento urbanístico del fomento de proyectos de aumento de eficacia hidráulica, eficiencia y recuperación energética en todo el ciclo integral del agua, de reducción de pérdidas de agua, de mejora en la gestión y medición del consumo, y tecnológicos en sectores como el agrícola. Asimismo, se podría propiciar en la producción industrial de agua, plantas, sistemas y tecnologías con menor gasto y mayor sinergia energética.

De igual manera, se podría viabilizar el impulso de las energías renovables en las infraestructuras de gestión, tratamiento y distribución del recurso hídrico para que la producción industrial de agua se alimente de energías renovables de forma directa o indirecta. Desarrollando proyectos y sistemas basados en la recuperación de energías residuales generadas en la desalación, o depuración de aguas residuales, como fuente energética de autoconsumo en las plantas de producción.

A su vez, se podría valorar la utilización de las estrategias de las soluciones basadas en la naturaleza para que sirvan de apoyo no solo para la reducción de las emisiones de GEI, sino también como herramienta para la adaptación y la resiliencia frente a los efectos e impactos del cambio climático. Las estrategias de adaptación se encuentran más desarrolladas en el eje de integración Resiliencia y Adaptación de las Infraestructuras de Servicios Esenciales de la presente área temática.

(Ver área temática (TPB). Territorio Paisaje y Biodiversidad y MOT. Morfología y Modelo de Ocupación del Territorio)

También es destacable el papel determinante que jugará el agua, en el proceso de descarbonización a largo plazo, a través del almacenamiento de energía hidráulica procedente de fuentes renovables, o por su necesidad en otras fuentes renovables en desarrollo.

Aprovechamiento marino del curso marino

En las islas Canarias, el subsector que constituye el turismo marítimo y costero se ha convertido a lo largo de los años en la principal actividad económica marítima proporcionando empleo a la población residente y se está desarrollando con la aparición de nuevos polos económicos. Mientras que en alguno de los núcleos costeros de las islas el turismo es fuente de ingresos suplementaria, en otros núcleos puede dominar totalmente la economía municipal. Aunque muchos de los turistas no se aventuran lejos de la costa, las actividades en agua abierta están en auge. Se prevé así, por ejemplo, un aumento de las actividades deportivas acuáticas al igual que la previsión del aumento de la navegación de recreo y de transporte de turistas.

Aunque no se encuentra bajo las competencias de la presente Guía Metodológica, se pone de manifiesto que la existencia de un medio ambiente sano es fundamental para cualquier forma de “turismo azul” y favorece el potencial de crecimiento de formas nuevas. Las aguas de baño de alta calidad y los hábitats costeros y marinos en estado virgen revisten un alto valor recreativo. Estos factores aumentan el atractivo de las zonas costeras y, con él, el potencial de crecimiento de actividades tales como el turismo náutico, los deportes náuticos o el turismo verde (del que forma parte, por ejemplo, el avistamiento de delfines) y es a partir de los cuales se hace posible el aumento de la economía azul.

El concepto de “Economía Azul” (Conferencia Río+20 del año 2012) se trata de un concepto holístico en el que se emulan los ecosistemas naturales de una manera más eficientes en la producción de los bienes y servicios que necesita la población ara satisfacer sus necesidades y mejorar la calidad de vida bajo la responsabilidad y el respeto con el medio ambiente.

La Economía Azul hace especial hincapié en la conservación y ordenación sostenible de los ecosistemas oceánicos para mantenerlo en los límites de la salubridad, ya que un ecosistema sano es un ecosistema más productivo y estos son esenciales para una economía basada en los océanos sostenibles.

Esta estrategia engloba múltiples sectores del ámbito marino-marítimo: actividades más o menos tradicionales -como la pesca, el transporte marítimo, los servicios portuarios, las reparaciones navales, el turismo náutico y de cruceros o la desalación y la acuicultura- y otras labores emergentes, como la biotecnología azul o las energías marinas.

Por otro lado, se presenta el concepto de “Crecimiento Azul”. Se trata de una estrategia a largo plazo que apoya el crecimiento de los sectores marino y marítimo en donde se reconoce la importancia de los mares y océanos como motores de la economía debido a su gran potencial para la innovación y el crecimiento inteligente, sostenible e integrador.

Esta estrategia se centra en tres componentes específicos:

  • Conocimiento marino para mejorar el acceso a la información de los mares.
  • Una correcta y eficiente ordenación del espacio marítimo para garantizar una gestión eficaz y sostenible de las diversas actividades que se desarrollan en él.
  • Vigilancia marítima integrada para que las autoridades puedan tener una mayor visión de lo que sucede en el mar.

Para proporcionar y apoyar la aplicación de este último concepto se encuentra la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, “Food and Agriculture Organization of the United Nations”). Desde el año 2013 esta organización ha puesto en marcha la Iniciativa sobre el Crecimiento Azul (ICA) mediante se establecen ayudas para llevar a la práctica una serie de programas centrados en la economía y crecimiento azul.

Esta iniciativa se centra en la pesca de captura, la acuicultura, los servicios ecosistémicos, el comercio y la protección social. Su objetivo primordial es lograr un equilibrio entre el crecimiento económico, el desarrollo social, la seguridad alimentaria y el uso sostenible de los recursos acuáticos vivos.

En las islas canarias se encuentra en fase de borrador la Estrategia Canaria de Economía Azul (ECEA 2030) cuyo objetivo estratégico es aumentar la competitividad y la sostenibilidad del medio marino, sus recursos y sus actividades en las islas canarias, en torno al concepto de economía azul para el período 2021-2030.

Items de análisis
Conocer la situación actual

  •  Funcionamiento del sistema hídrico
  •  Datos demográficos de la situación actual y proyecciones
  •  Demanda actual y prevista por la ordenación
  •  Estado de conservación de las infraestructuras
  •  Pérdidas en la distribución de agua, caudales punta recibidos en las
    infraestructuras, balance hídrico, etc
  •  Características de las infraestructuras
  •  Afecciones sectoriales
  •  Participación ciudadana respecto a los problemas hídricos
  •  Políticas de planificación territorial
  •  Fuente energética
  •  Recursos hídricos disponibles
  •  Usos del suelo y aquellos suelos elos y/o parcelas vacantes
  •  Planeamiento vigente
  • Localización de vertidos
  •  Emisiones de GEI

Para obtener esta visión crítica sobre el estado actual del modelo resulta necesario que la información urbanística del instrumento de planeamiento deba analizar una serie de aspectos mínimos para realizar un correcto diagnóstico y enfocar las medidas y propuestas de cara a la ordenación.

  • (OE) Estado de conservación de las infraestructuras e instalaciones hídricas con el fin de estimar la eficiencia y el porcentaje de pérdidas de la red del sistema de gestión y tratamiento de agua.
  • (OE) Ubicación, número y características de las infraestructuras hídricas (red separativa, unitaria…). para estimar la distancia al consumidor y focalizar las zonas con inexistencia de la red.
  • (OE) Afecciones sectoriales actuales y previstas (Barrancos, costas) para determinar, cruzado con las proyecciones climáticas y los riesgos potenciales la zonas “prohibidas” de localizar las infraestructuras.
  • (OE) Identificación de los recursos naturales “clave” y los problemas encontrados en la gestión hídrica detectado a partir de encuestas o participación ciudadana para estimar las necesidades de la población.
  • (OE) Las políticas de planificación territorial y estructural y gestión existente de las infraestructuras de producción y gestión del agua entre las que hay que tener en cuenta los Planes Hidrológicos para incorporarlas en la ordenación.
  • (OE) Información climática del ámbito de estudio o actuación con el fin de conocer las condiciones del microclima y detectar los suelos/parcelas aptos para destinarlos a la implantación de infraestructuras hidráulicas con energía renovable.
  • (OE) Fuente de energía consumida y emisiones de GEI generadas por las infraestructuras y el procedimiento de producción y gestión del agua para estimar las infraestructuras en las que hay que priorizar las actuaciones de descarbonización.

Diagnóstico
Necesidades de actuación

  • Zonas con falta de red del sistema hídrico eficiente.
  •  Áreas desabastecidas por las infraestructuras hídricas
  •  Áreas con vertidos no autorizados o controlados
  •  Obsolescencia de las infraestructuras por demasiadas pérdidas de la red
  •  Infraestructuras con elevada huella de carbono
  •  Necesidades de crecimiento o de nuevas implantaciones de
    infraestructuras y elementos destinados a la gestión del agua).
  •  Zonas “prohibidas” de localizar las infraestructuras
  •  Zonas exentas de infraestructuras de proximidad

Indicadores
Evaluación-ordenación-seguimiento

Los indicadores de evaluación, completan el diagnóstico precisamente porque nos ayudarán a evaluar la situación actual y se acerca o no cumple a los umbrales mínimos de sostenibilidad, requiriendo en su caso una atención prioritaria.

Estos indicadores se presentarán en forma de ficha en el anexo correspondiente a la presente Guía.

Tabla 4 Indicadores de la línea de análisis Infraestructuras Hidráulicas del Modelo Territorial. Fuente: elaboración propia a partir de distintas fuentes. 

INDICADORES CRITERIOS DE ORDENACIÓN EVALUACIÓN
DIAGNÓSTICO
MODELO SEGUIMIENTO TIPO DE INDICADOR
UMBRAL MÍNIMO UMBRAL DE SOSTENIBILIDAD
TPB-IND-05 Balance hídrico  Valor establecido en el área temática  TPB. Valor establecido en el área temática  TPB.
Secundario
MTU-IND-13 Autosuficiencia hídrica para agua no potable por usos (*) 100% >100%
Primario
MTU-IND-14 Disponibilidad de agua potable (*) 1 >1
 
Primario
MTU-IND-15 Disponibilidad de agua no potable (*) 1 >1
 
Primario
MTU-IND-16 Conexión de aguas marginales a EDAR –  95-100%
en entornos urbanos
Primario
MTU-IND-17 Regeneración de aguas depuradas  Satisfacción de la demanda urbana 95-100%
en entornos urbanos
Secundario
MTU-IND-18 Eficiencia de la red de distribución de agua  100%
Primario
MTU-IND-19 Nº de infraestructuras hídricas con ER  – 95-100%
(Lo interesante es aumentar aproximadamente un 20%  anual en la utilización de energía de fuentes renovables.)
Secundario
MTU-IND-20 Emisiones de GEI de las infraestructuras Hidráulicas (*) 
Primario

(*) Guía Metodológica para los sistemas de auditoría, certificación o acreditación de la calidad y sostenibilidad en el medio urbano

(**)Sistema municipal de indicadores de sostenibilidad. Las Palmas de Gran Canaria

Sistema municipal de indicadores de sostenibilidad. IV Reunión del Grupo de trabajo de Indicadores de Sostenibilidad de la Red de Redes de Desarrollo Local Sostenible. Barcelona

Medidas y recomendaciones
Para la ordenación y ejecución

Así pues, se establecen unas medidas y propuestas de mitigación (M) en aras de viabilizar, desde el planeamiento urbanístico, el cumplimiento de la meta de desarrollar.

  • Prever la renovación de las redes de distribución para atender los picos de demanda con las mínimas pérdidas posibles.
  • Establecer valores mínimos de eficiencia en las redes, en función de las pérdidas y de las características locales (por ejemplo m3/km/año).
  • Establecer áreas de suelos para reunificar y reubicar las infraestructuras de tratamiento de aguas en las parcelas infrautilizadas.
  • Desarrollar una coordinación entre las infraestructuras hidráulicas, EDAR y EDAM, para que los vertidos se unifiquen cuando sus características sean similares atendiendo más específicamente a las zonas protegidas.
  • Se reservarán espacios en los tres niveles de ordenación (subsuelo, suelo y vuelo) para aprovechar al máximo los recursos metabólicos locales.
  • Se recomienda que los instrumentos de planeamiento urbanístico apliquen criterios extensivos para la clasificación de suelo rústico en las categorías de protección hidráulica y de protección forestal, por su directa implicación en el ciclo hidrológico.
  • Establecer pautas o estrategias para que el balance hídrico tras la ordenación sea cero, es decir, que la propuesta de ordenación no consuma más recurso que antes de establecerla.
  • Fomentar la adecuación e incremento de las infraestructuras hidráulicas para la gestión sostenible de las aguas marginales urbanas sujetas a regeneración a partir de energías de fuente renovable (aguas grises domésticas, aguas pluviales colectadas en las cubiertas de los edificios y aguas pluviales procedentes del espacio público).

Criterios
para la ordenación

Los criterios de ordenación plantean las consideraciones básicas a tener en cuenta en base a la línea de análisis y, en este caso, además se contemplarán los siguientes aspectos:

  • Obtener el 100% de autosuficiencia hídrica para la generación de agua no potable para, en la medida de lo posible no tirar de la red externa.
  • Aumentar la eficiencia energética en las redes hidráulicas. Por ejemplo, la instalación de bombas de bajo consumo permitiría ahorrar entre un 10% y un 30% la demanda energética en el abastecimiento y depuración de agua.
  • Considerar la disponibilidad de recursos hídricos, así como la capacidad de carga del territorio a la hora de construir nuevas edificaciones y/o infraestructuras que supongan un aumento de la población.
  • Se recomienda establecer criterios de eficiencia energética en las infraestructuras hidráulicas para las que se presenten actuaciones en los planes urbanísticos según los proyectos y sistemas basados en la recuperación de energías residuales generadas en la desalación o en la depuración como fuente energética de autoconsumo en las plantas de producción