En términos generales, la infraestructura verde (o red ecológica) la conforma una red de elementos naturales y/o seminaturales, diseñada y gestionada para mantener la integridad de los procesos naturales en el territorio, y con ello garantizar la provisión de servicios ecosistémicos, la conservación de la propia infraestructura y de sus partes (Pauleit 2017, Bennett 2006). En este sentido, es preciso señalar que la infraestructura verde crea sinergias positivas en la conservación de los recursos hídricos (infraestructura azul), por lo que en el sistema natural, rural y urbano de la infraestructura verde-azul (en adelante IV-A) debe estar integrada de manera coherente, equilibrada y sostenible de cara a fortalecer la resiliencia de los servicios ecosistémicos de los territorios insulares, pilares en los que se sienta la Estrategia Estatal de Infraestructura Verde y de la Conectividad y Restauración Ecológicas.

Figura 7. Elementos de la infraestructura verde de Tenerife en imagen 360º. Fuente: Google Maps.

Figura 8. Beneficios de la infraestructura verde.
Fuente: Construir una infraestructura verde para Europa. (Comisión Europea). Elaboración propia.

LA INFRAESTRUCTURA VERDE Y AZUL: SU RELEVANCIA EN CANARIAS

Dada su multifuncionalidad, la infraestructura verde y azul tiene implicaciones en diferentes ámbitos políticos, sectoriales y sociales (carácter multiescalar, multisectorial y multifuncional), siendo interesante para una amplia variedad de grupos: empresas privadas, planificadores y la gestión del territorio, personal político con responsabilidades que van desde el ámbito local hasta el europeo, conservacionistas y, en general, toda la sociedad.

Apostar por extender la superficie de la infraestructura verde en el territorio canario no solo reforzará el buen funcionamiento de nuestros ecosistemas únicos en el planeta, sino que también forjará múltiples cobeneficios: “Los ecosistemas sanos, impulsados por la diversidad de la vida que los habita, proporcionan a la sociedad una gran cantidad de bienes y servicios de gran valor e importancia económica, tales como agua y aire limpios, almacenamiento de carbono, polinización, etc. También desempeñan un papel fundamental en la lucha contra el cambio climático protegiéndonos de las inundaciones y de otras catástrofes medioambientales” (Construir una infraestructura verde para Europa, Comisión Europea).

Figura 9. Funciones de la infraestructura verde que refuerzan los Servicios ecosistémicos.
Fuente: Elaboración propia a partir de la Estrategia Nacional de Infraestructura Verde y de la Conectividad y Restauración Ecológicas.

El buen funcionamiento de la infraestructura verde consolidará la sostenibilidad de los Servicios Ecosistémicos isleños, donde no solo mejorará el estado de conservación de la biodiversidad canaria, sino que también incrementará la resiliencia del territorio frente a los desastres naturales y se impulsará el bienestar y la calidad de vida de nuestra sociedad.

En este contexto, dentro del paquete «Objetivo 55» del Plan del Objetivo Climático para 2030 de la UE, se reivindica la importancia de los sumideros naturales de carbono y su estrecha relación con la conservación de la biodiversidad, concluyendo que las “crisis simultáneas, climática y de biodiversidad, no pueden tratarse por separado. O bien resolvemos conjuntamente las crisis climática y de la naturaleza, o bien no resolvemos ninguna de ellas”. Para poder contraponer este gran desafío, en el Reglamento sobre el uso de la tierra y la silvicultura de la UE, se programa una mayor expansión de los sumideros que puede reforzar la calidad y la cantidad actual de los ecosistemas canarios (véase TPB.1.3 Los beneficios de los Servicios Ecosistémicos en la sociedad).

En los últimos siglos la infraestructura verde del Archipiélago ha ido disminuyendo principalmente debido a la tala de la masa forestal, al sobrepastoreo, la falta de manejo debido al abandono agrícola y al desarrollo urbano, favoreciendo este último la concentración de grandes superficies impermeabilizadas de manera artificial con escasa vegetación (infraestructura gris).

Figura 10. Representación del ritmo de destrucción de la masa forestal que llevó a la isla Gran Canaria a la actualidad con la práctica totalidad de su laurisilva extinguida. Fuente: Foto canarios

Esta realidad ha generado en múltiples puntos de Canarias una situación de desertificación que hace muy difícil el asentamiento natural de la vegetación potencial propia de estos ámbitos. La erosión debido a la ausencia de cubierta vegetal, la pérdida del patrimonio rural y la proliferación de especies invasoras, ha generado sinergias negativas que comprometen el buen funcionamiento de nuestros ecosistemas. Conscientes de esta realidad, en las últimas décadas las diferentes administraciones públicas, múltiples agentes del sector privado sin ánimo de lucro y en general, la sociedad canaria ha apostado por la recuperación de la infraestructura verde a lo largo de la geografía canaria. En este sentido, según datos del Anuario de Estadística del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en las Islas se ha reforestado una superficie aproximada de 2.337,3 hectáreas en el periodo comprendido desde el año 1999 hasta 2017.

Tabla 2. Superficie reforestada en Canarias incluyendo repoblaciones con función protectora, productora y forestaciones de las tierras agrícolas. Fuente: Anuarios de Estadística del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

Figura 11. Comparativa desde los años 60 y actualidad de la reforestación en Llanos de la Pez (Gran
Canaria). A mediados del siglo XX comenzaron labores de restauración que han continuado hasta la actualidad. Fuente: FEDAC y Foto Canarios.

A pesar de los esfuerzos a la hora de ampliar la infraestructura verde de los territorios insulares, los escenarios climáticos emergentes hacen que la mayoría de los ecosistemas forestales del Archipiélago afronten a un gran lucha por su supervivencia, quedando evidenciada la necesidad de crear líneas estratégicas multifocales que faciliten la adaptación de estos hábitats frente a la reducción de precipitaciones, al incremento progresivo de las temperaturas, al aumento de plagas y especies invasoras muy competitivas.

Hay que tener muy presente, la estrecha relación que tiene la infraestructura verde con los recursos hídricos. En Canarias el agua es un importantísimo recurso natural mermado especialmente en el último siglo, debido principalmente a la deforestación, la contaminación, la sobrexplotación de los acuíferos, el desarrollo agrario y la expansión urbanística. Esto lleva aparejado el aumento de la vulnerabilidad del territorio y la sociedad frente a los efectos del cambio climático, destacando el aumento del riesgo de inundaciones por avenidas (creciente probabilidad de ocurrencia de precipitaciones intensas en un corto periodo de tiempo), o el riesgo de inundaciones costeras (considerando fenómenos meteorológicos adversos derivados del cambio climático u ocasionadas por el aumento del nivel del mar en las zonas litorales). En este sentido, a continuación se muestran los potenciales impactos del cambio climático sobre este valioso recurso:

Desde el punto de vista natural, en necesario aclarar que la infraestructura azul comprende todas las superficies de masas de agua como es el caso del mar, los nacientes o la escorrentía de barrancos. También se contempla los elementos artificiales (presas, estanques, piscinas, fuentes…) además de las infraestructuras hídricas de tratamiento y distribución de agua, y que por su carácter antrópico, se encuentra desarrollado en esta Guía en el Eje de Integración MT.2 INFRAESTRUCTURAS Y RECURSOS HÍDRICOS (Metabolismo Territorial).

Figura 12. Barranco de las Peñitas (Fuerteventura) Fuente: Periódico El País.

Un correcto funcionamiento de la infraestructura verde-azul genera beneficiosas sinergias ecosistémicas indispensables a la hora de enfrentar el cambio climático: ayuda a controlar las inundaciones, favorece el incremento de las precipitaciones, mejora el almacenamiento natural de los recursos hídricos, genera hábitats naturales, etc.

Es de vital importancia reforzar la infraestructura azul en las proximidades de los pueblos y las ciudades, debido a que, entre sus múltiples cobeneficios, atenúa el efecto de las islas de calor. El incentivar la gestión sostenible del agua no solo favorece la resiliencia del entorno natural, sino que a su vez suaviza las temperaturas y repercute positivamente en el conjunto de la sociedad. En la actualidad existen ejemplos sobre la notabilidad que puede tener las infraestructuras antrópicas para regenerar los ecosistemas, mejorando y optimizando los recursos hídricos en espacios naturales con gran importancia ecológica, haciéndolos más resilientes ante un clima variable e inestable.

No hay que olvidarse del estrecho vínculo del agua en la salud y el bienestar humano. Es fundamental para nuestra supervivencia asegurar la sostenibilidad de los recursos hídricos y controlar de forma preventiva (especialmente las masas de aguas cercanas y/o integradas en el poblamiento), con el propósito de evitar vectores de enfermedades favorecidas por el calentamiento global, como por ejemplo, el virus del Nilo Occidental. Esta enfermedad infecciosa se transmite de forma zoonótica a través de los artrópodos, aumentando su radio de acción debido al incremento de las temperaturas en latitudes más frías. Para acercar con una mayor concreción este tema, se propone consultar el eje de integración EU.4 SALUD PÚBLICA Y BIENESTAR ([Eco]sistema Urbano).

¿Cómo lograr que la infraestructura verde-azul sea una potente herramienta de la ordenación del territorio y el planeamiento urbanístico para combatir el cambio climático?

La IV-A puede operar en múltiples escalas siendo necesario identificar los elementos que la componen y su potencial de conectividad. Un solo componente (un árbol, un huerto, un parque, el margen de un viario, una cubierta vegetal de un edificio,…) puede formar parte de la infraestructura verde, pero su valor desde el punto de vista de los cobeneficios será poco apreciable.

Se debe tener presente la complejidad del funcionamiento de los ecosistemas y su dinamismo, especialmente ante un clima que tenderá a ser extremo, por lo que resulta esencial garantizar un tamaño mínimo y mantener cierto grado de conectividad de los diferentes ecosistemas. Si el umbral crítico es superado, la biodiversidad disminuirá y será muy difícil que la naturaleza se regenere por sí sola.

Por otro lado, si estos elementos están interconectados espacialmente, pueden componer un hábitat que cumpla una función más extensa y que refuercen los servicios ecosistémicos, asegurando su correcta supervivencia para las generaciones venideras. Un ejemplo que puede formar parte de las estrategias insulares y municipales de IV-A de las islas con mayor relieve, son las actuaciones de restauración de la laurisilva canaria (bosques esponjas), que no solo serán zonas estratégicas de captación de aguas y conservación de especies amenazadas, sino que a su vez, entre sus múltiples cobeneficios, pueden suponer un cortafuegos natural entre el pinar y el bosque termófilo debido a la elevada humedad que son capaces albergar en su interior (véase TPB.1.1 Los beneficios de los Servicios Ecosistémicos en la sociedad).

Figura 13. Esquema resumen de la línea de análisis EU.1.1. Fuente: elaboración propia

La I-VA, incluyendo los cuerpos de agua, está conformada por diferentes tipos de componentes y, aunque cada uno de ellos juegue un papel singular, el resultado final debe ser un territorio donde el sistema natural, rural y urbano se integre de manera coherente, equilibrada y sostenible.

Esta visión sistemática puede favorecer el desarrollo rural, las actividades económicas, la resiliencia de los ecosistemas frente a los impactos del cambio climático, el correcto funcionamiento de los Servicios Ecosistemicos y el fortalecimiento de la salud de las personas. Por tanto, es una valiosa herramienta estratégica de mitigación y adaptación en la ordenación del territorio y en la planificación urbanística.

Figura 14. Saladar de Jandía (Fuerteventura), único humedal canario recogido en la lista RAMSAR. Fuente: Diario de Fuerteventura.

La Comisión Europea a través del documento Construir una Infraestructura Verde para Europa es consciente de que la ordenación territorial es “uno de los modos más eficaces de construir una infraestructura verde”. A la hora de abordar una estrategia de infraestructura verde-azul, se propone identificar aquellas áreas con potencial para la interconexión entre los ecosistemas en buen estado de conservación. Para evitar desajustes y pérdidas ecológicas irreparables en las áreas naturales con especial sensibilidad, se sugiere relocalizar aquellas actividades, infraestructuras y en general, usos de suelo lesivos que comprometan la perdurabilidad de estos hábitats.

A la hora de afrontar la propuesta de ordenación, se recomienda la reubicación de los elementos negativos en entornos con menor impacto ambiental, estando aparejadas estas actuaciones y medidas trazadas con una visión sistémica que contribuirían a la recuperación de la infraestructura verde. Por ende, será necesario definir cuáles serán las zonas multifuncionales donde se permita los usos compatibles del suelo que refuercen los servicios ecosistémicos, y cuáles serán las áreas que alberguen desarrollos más nocivos ambientalmente, con el fin de minimizar e incluso neutralizar su impacto y actuar de manera integral, inteligente y ágil. Se tenderá a priorizar el enfoque estratégico de las Soluciones basadas en la Naturaleza donde se preste atención a la visión multiescalar, multisectorial y multifuncional, siendo indispensable contar con la participación ciudadana y de las y los agentes con implicación para establecer las prioridades del uso del suelo de manera “transparente, integrada y cooperativa”. Para poder realizar este proceso, se señalan de manera esquemática los principales componentes de la infraestructura verde, elementos que pueden ser claves a la hora de revertir los efectos del cambio climático desde la ordenación del territorio y el planeamiento urbanístico:

Figura 15. Organigrama de los principales componentes de la infraestructura verde. Elaboración propia a partir de Construir una infraestructura verde para Europa (Unión Europea, 2014). Fuente de imágenes: Gobierno de Canarias y Google Maps.

La importancia de proteger y reforzar la infraestructura verde-azul del Archipiélago no solo contribuye al incremento de la resiliencia del territorio frente al cambio climático, sino que a su vez favorece la capacidad de que en un mismo espacio se generen múltiples sinergias. Un ejemplo tipo en Canarias de un área de infraestructura verde multifuncional la compondría una combinación entre la actividad primaria, las actividades de ocio y las turísticas, conviviendo respetuosamente con los valores naturales del entorno en el que se inserta, reforzando la perdurabilidad de los Servicios Ecosistémicos. Otro ejemplo de gran valor de infraestructura verde lo representan los hábitats del litoral que favorecerían la adaptación de la línea de costa, serviría de refugio y sustento de la fauna y elevaría la oferta de actividades recreativas respetuosas con los ecosistemas costeros.

Figura 16. Panorámica de Valle Gran Rey (La Gomera). Fuente: elaboración propia.

La importancia de la conectividad ecológica

La red ecológica puede entenderse como la interconexión entre el sistema natural con respecto al sistema rural y urbano, planificada y gestionada con el propósito de conservar y restaurar las funciones ecológicas. Para poder conseguir este propósito desde la acción climática, se requiere que en el modelo territorial, y desde el punto de vista multiescalar, se identifiquen los espacios conectores emplazados fuera de los Espacios Naturales Protegidos de Canarias. La resiliencia de los hábitats que se encuentran dentro de estas figuras de protección se verá comprometida si no se garantiza el buen funcionamiento de los procesos ecológicos y los flujos de organismos, materia y energía, por lo que cobra vital importancia incrementar los corredores ecológicos actuales. Es por ello que desde la ordenación del territorio y la planificación urbanística debe trazarse el propósito de “mantener o fortalecer la coherencia ecológica territorial, contemplando los usos sostenibles del suelo y la restauración de lugares degradados donde sea prioritario” (Bennet y Wit, 2001).

Figura 17. Actividades causantes de la deforestación, fragmentación y alteración de los bosques canarios entre los siglos XV-XX. Fuente: Elaboración propia a partir del capítulo “Fragmentación de los ecosistemas insulares” (Naturaleza de las Islas Canarias)

Para que la conectividad ecológica sea resiliente ante los efectos del cambio climático, se debe contemplar la alta conectividad entre los espacios que la componen, su multifuncionalidad (no sólo ambientales, sino también sociales y productivas) y el enfoque estratégico para su planificación y gestión (véase TPB.4.1 El cometido de los Ecotonos. Paisajes heterogéneos y ensamblados).

Figura 18. Ámbito del primer corredor ecológico supramunicipal para mejorar la conectividad entre los espacios naturales protegidos forestales y el macizo de Anaga promovido por el Cabildo de Tenerife. Fuente: Europa Press.

ASPECTOS CLAVE DE ANÁLISIS Y DIAGNÓSTICO de la Meta 1: Minimizar la fragmentación del sistema natural potenciando los corredores ecológicos y asegurar la disponibilidad natural de los recursos hídricos.

Figura 19. Puntos de partida que pueden considerarse a la hora de abordar la infraestructura verde-azul de un Plan. Fuente: Elaboración propia.

La fase de INFORMACIÓN Y DIAGNÓSTICO proporcionará la suficiente información para detectar los componentes de la I-VA más vulnerables y poder así mejorar la eficacia de las actuaciones de manera integral, ágil e inteligente. Para ello, se propone a los equipos redactores partir de las siguientes consideraciones:

• Análisis de la I-VA actual, identificando los diferentes componentes que la conforman.
• Diagnóstico del estado de conservación de la I-VA y del grado de conectividad de sus componentes. También se sugiere estudiar la vulnerabilidad de la I-VA considerando la presión antrópica actual y los potenciales impactos del cambio climático.
• Identificación de las necesidades de actuación del Plan, priorizando las soluciones de adaptación basadas en la naturaleza (SbN) donde se prestará especial atención a los ecosistemas sensibles al cambio climático. De la misma forma se señala restaurar los servicios ecosistémicos que favorezcan el fortalecimiento de la sociedad frente al cambio climático (véase TPB.1.3-Línea 3: Los beneficios de los Servicios Ecosistémicos en la sociedad).
• La visión estratégica se orientará hacia el fortalecimiento de la capacidad adaptativa de la Infraestructura Verde y Azul, evitando la “mala adaptación”. Se plantea trabajar con la biodiversidad canaria, alejándonos en la medida de lo posible, de las especies vegetales exóticas por su potencial como futura especie invasora/invasiva (véase TPB.4-EJE 4: SINERGIAS ECOSISTÉMICAS). Así mismo, se potencia la salvaguarda de especies y hábitats únicos a nivel mundial.

• Red Natura 2000.
•  Red canaria de Espacios Naturales Protegidos.
• Áreas protegidas por instrumentos internacionales.
• Humedales.
• Protección de montes.
• Zonas con gestión ambiental de dominio público.
• Espacios sujetos a actividades agrarias.
• Territorios delimitados en figuras de conservación orientadas a especies.
• Lugares delimitados y gestionados para la conservación de la biodiversidad en planes e instrumentos de ordenación.
• Ocupación del suelo.

A continuación se facilitan una serie de elementos de partida que pueden ayudar a los equipos redactores a determinar las características, la funcionalidad y el grado de conectividad de la I-VA actual de un ámbito de estudio:

Tabla 4. Fuentes de información que pueden ayudar a determinar las características, funcionalidad y conectividad de la infraestructura verde-azul de un territorio. Fuente: Elaboración propia a partir de “Infraestructura verde y Ordenación del Territorio en España. Ciudad Y Territorio Estudios Territoriales”.

Una vez obtenida la fotografía de la situación actual de la I-VA del ámbito de un Plan, se propone diagnosticar de manera multidisciplinar cuáles son las causas de los desequilibrios de la I-VA, propiciándose desde la ordenación del territorio y/o a través de la planificación urbanística, la subsanación de la problemática desde la raíz. No solo se identificarán las debilidades y amenazas, sino también, las fortalezas y oportunidades de la I-VA del ámbito de ordenación. En este diagnóstico se tendrán en cuenta los siguientes aspectos:

• Potenciales impactos del cambio climático en la I-VA.
• Presión antrópica actual.
• Grado de naturalización.
• Grado de participación de la infraestructura verde en el control de riesgos climáticos.
• Conectividad ecosistémica de la infraestructura verde.
• Disponibilidad hídrica.
• Calidad de los recursos hídricos naturales.
• Potencial de conexión de la I-VA desde una escala supramunicipal.

Para ello, la presente Guía propone tomar como punto de partida los siguientes indicadores propuestos para estudiar la I-VA y su potencial a la hora de fortalecer la Red Ecológica.

Cabe señalar que los indicadores se agrupan en dos bloques, indicadores de evaluación/diagnóstico e indicadores de seguimiento. Los primeros ayudan a establecer el grado de sostenibilidad y lucha contra el cambo climático en la situación actual del territorio para establecer prioridades de actuación, y los segundos se aplicarán tras establecer las alternativas de ordenación y la ordenación final para analizar si este proceso de ordenación y las intervenciones establecidas hacen del territorio un espacio resiliente y mitigador frente al cambio climático. Los indicadores propuestos pueden ayudar a los equipos redactores a determinar cuáles son las causas de los desequilibrios que en la actualidad tiene la I-VA de un ámbito, y ver cuál es su encaje a la hora de solventar la situación desde a raíz (nos ayudará a identificar las prioridades de actuación de la I-VA en el Modelo del Plan). Estos indicadores se desarrollan de manera pormenorizada en las fichas dentro del Anexo Indicadores de la presente Guía.

Tabla 5. Resumen de los indicadores cualitativos y cuantitativos del eje de integración TPB1.1 La infraestructura verde y azul: la retórica de un ciclo. Fuente: Elaboración propia.

• (M/A). Se considerará el desarrollo de una Red de la I-VA que conecte ambientalmente los espacios urbanos y las zona rurales de manera sostenible con el entorno natural, garantizando que los corredores ecológicos se encuentren interconectados entre las zonas verdes urbanas, agrícolas y áreas naturales.
• (M/A). En los suelos de relevancia natural y paisajística para la sostenibilidad del territorio, se replantearán sistemáticamente las actuaciones urbanísticas en aras a minimizar e incluso neutralizar el impacto ambiental negativo.
• (A). Los espacios periurbanos pueden desarrollarse como elementos estratégicos esenciales que refuercen la resiliencia ecológica y los servicios ecosistémicos para hacer frente al cambio climático.
• (M). Se propone conservar e incrementar la superficie verde insular y municipal, explorando la capacidad de retención de CO2, introduciendo gradualmente especies vegetales adaptadas al clima y a las condiciones locales, con elevado valor ecológico, reducidas necesidades de mantenimiento y alta capacidad de retención de carbono.
• (M). Es conveniente realizar estudios en los nuevos desarrollos sobre la emisión potencial que se producirá en el ámbito o sector y en relación a la capacidad de absorción como sumideros de la superficie vegetal planificada para valorar el balance entre ambas.
• (M/A). En muy importante involucrar a la ciudadanía y a las y los agentes con implicación en el área en las campañas de reforestación para que el proceso sea integral, cooperativo y transparente.
• (M). Se propone realizar campañas de reforestación de zonas degradadas para mitigar los efectos del CC y aumentar la superficie de sumidero de CO2 del municipio.
• (A). Potenciar la renaturalización de las zonas de transición entre ecosistemas y zonas más antropizadas, tanto del sistema urbano como del rural. En el caso de ser sistemas naturales densamente arbolados, se sugiere establecer áreas de protección frente a incendios forestales para salvaguardar los núcleos de población, tanto los actuales como los proyectados.
• (M=Mitigacion/A= Adaptación)

• (M/A). Se enfocará la coordinación multiescalar (internacional, nacional, insular, municipal) estableciendo sinergias positivas entre los instrumentos de ordenación territorial, sectorial y urbanísticos con respecto a las políticas de protección de la naturaleza. Como punto de partida, se puede explorar las posibilidades que presenta la Acción Climática de la Unión Europea, laPlataforma sobre Adaptación al Cambio Climático en España (AdapteCCa), y el programa Canarias por la Transición Ecológica.
• (A). Se priorizará la reforestación con vegetación autóctona, propia del piso bioclimático de la isla en la que se inserte, evitando en la medida de lo posible vegetación alóctona, especialmente en los ámbitos del sistema natural y en los bordes urbanos-rurales que intersecan con el sistema natural.
• (A). Se potenciarán las intervenciones en la I-VA que refuercen la resiliencia de la biodiversidad canaria y equilibren los servicios ecosistémicos.
• (A). Es necesario definir las zonas multifuncionales donde se permitan los usos compatibles del suelo que refuercen los servicios ecosistémicos.
• (A). Localización de los entornos con potencial para la interconexión entre los ecosistemas en buen estado de conservación, siendo muy importante incrementar e interconectar la I-V urbana y la permeabilidad del suelo, pues entre sus múltiples cobeneficios, se destaca el aumento de la filtración natural en los acuíferos.
• (A). Se corregirán todas aquellas acciones y actividades que comprometan la calidad del agua para las generaciones venideras (sobreexplotación de los acuíferos, vertidos desde tierra al mar,…).
• (A). Es preciso identificar y replantear las actividades, infraestructuras y en general, usos de suelo lesivos que pongan en peligro la perdurabilidad de ecosistemas sensibles frente al cambio climático y a la presión antrópica.(M=Mitigacion/A= Adaptación)

Tabla 6. Elementos estratégicos a considerar en el modelo de un Plan. Fuente: Elaboración propia.